Factores culturales determinan, principalmente, que las mujeres se dediquen más que los hombres a realizar tareas no remuneradas en el hogar. Esta realidad tiene consecuencias en el acceso al mercado de trabajo y, por ende, a los beneficios de los sistemas previsionales. En este contexto, la Comisión de Expertos en Seguridad Social (CESS) realizó el taller "Envejecimiento y género".
En la conferencia virtual, que se realizó el 23 de febrero, disertaron Verónica Amarante y Maira Colacce, ambas investigadoras del Instituto de Economía de la Universidad de la República (Udelar), y Margarita Percovich, integrante de la Red Pro Cuidados. La moderación del evento estuvo a cargo de Marisa Bucheli, del Departamento de Economía de la Facultad de Ciencias Sociales de la Udelar.
Durante su presentación, Amarante señaló que el trabajo no remunerado en los hogares recae más en las mujeres que en los hombres y que las diferencias se acentúan al considerar distintas etapas de la vida. En ese sentido, indicó que, en promedio, la brecha en el tiempo por semana dedicado a la realización de tareas no remuneradas pasa de 6 horas cuando una mujer y un hombre son solteros y no conviven a 29 horas cuando comparten un hogar con hijos.
Amarante afirmó que las horas destinadas al trabajo no remunerado repercuten en la vida laboral y generan mayores riesgos para las mujeres de "no acceder a la seguridad social o de acceder en condiciones muy desventajosas".
Por su parte, Colacce enumeró distintas alternativas existentes para compensar las diferencias en la trayectoria laboral de mujeres y hombres. Sobre este tema, la especialista informó que en países como Canadá y Chile es posible distribuir entre los integrantes de la pareja los aportes realizados por uno de los cónyuges cuando resuelven separarse. Este mecanismo de compensación se sustenta en que la mayor dedicación a tareas remuneradas por parte de uno de los miembros de la pareja surgió de un acuerdo mutuo.
En tanto, Percovich destacó la importancia de contar con un sistema de cuidados que facilite la inserción de las mujeres en el mercado laboral, lo que contribuirá a balancear los ingresos y los egresos del sistema de seguridad social. También resaltó el rol de los sistemas de cuidados en la creación de puestos de trabajo, como se observa en los países desarrollados.
El presidente de la CESS, Rodolfo Saldain, cerró la actividad sosteniendo que los sistemas de cuidados tienen "particular relevancia" en las sociedades actuales, y que su papel será aún más determinante en el futuro.
Aclaró, además, que la CESS no tiene el mandato legal de evaluar el sistema de cuidados uruguayo, que todavía es "muy incipiente", pero dijo que sí es necesario que se tomen en cuenta sus prestaciones a la hora de realizar un diagnóstico y una propuesta de reforma del modelo de previsión social.