El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Carlos Uriarte, dijo días atrás en rueda de prensa que "se debe permitir" conducir vehículos con un límite de alcohol en sangre superior a cero. Por su parte, el senador nacionalista Sergio Botana prepara un proyecto de ley que permitiría conducir con hasta 0,3 gramos de alcohol en sangre.

Botana explicó su postura en una entrevista con Informativo Sarandí que estuvo marcada por una discusión fuerte entre el nacionalista y el periodista Gabriel Pereyra. "Tenemos que continuar con el proceso de transformación que se ha visto detenido en el último período, con el sector vitivinícola fuertemente afectado", dijo.

"Todos los países del mundo desarrollado tienen autorizaciones que van de 0.5 a 0.8. Y tienen veinte veces menos de accidentes que nosotros, veinte veces menos de muertos. Y en Uruguay la estadística dice lo mismo: antes y después de la ley se mantiene incambiada la participación de personas con alcohol en sangre", sostuvo el exintendente de Cerro Largo.

Repasando cuáles son los registros de alcohol en sangre permitidos para conducir en los que Botana llama "países desarrollados" nos encontramos con una situación diferente con respecto a la reglamentación uruguaya.

En España, el Reglamento General de Circulación establece que no se puede circular con un vehículo cuando la tasa de alcohol en sangre sea superior a 0,5 gramos por litro. Esta misma cifra es la mayoritaría en la Unión Euopea, concretamente en 16 países.

Alemania, Bélgica, Chipre, Croacia, Dinamarca, Eslovenia, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Letonia, Luxemburgo, Países Bajos, Portugal y Suiza, son los países en los que también está permitido conducir con hasta un máximo de 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre, informa el portal español Auto Fácil.

Sin embargo, esta cifra de alcohol no es la cantidad más alta permitida en la UE, ya que Reino Unido, Malta y Liechtenstein elevan la cifra hasta el 0,8 gramos para todos sus conductores, ya sean profesionales, novatos o conductores generales.

Uruguay sigue el camino de países como Bulgaria, Eslovaquia, Hungría y República Checa, donde la tolerancia con el alcohol al volante es cero.

En Polonia, Suecia, Finlandia y Estonia la legislación, aunque también es estricta, deja un poco más de margen, elevando hasta el 0,2 gramos la tasa de alcohol permitida.