La precandidata blanca Laura Raffo encabezó este martes un evento para brindar detalle de sus iniciativas en salud, que presentó a comienzos de abril dentro del documento de propuestas programáticas de su agrupación Sumar.

Entre los presentes se encontraba el médico epidemiólogo y exintegrante del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) durante la pandemia Juan Gil, quien es el coordinador del equipo que elaboró las propuestas de Raffo en el área.

Entre otras cosas, en los contenidos del documento titulado “Propuestas para Hacer Historia” se plantean ideas para hacer frente a los elevados tiempos de espera para acceder a consultas con especialistas, para la coordinación de cirugías no urgentes y la dificultad de acceso a especialistas y médicos en el interior y el interior profundo.

Si bien existe una legislación que busca regular estas esperas (Decreto 359/007) —que establece un máximo de 18 días para acceder a un especialista, de seis meses para la coordinación de una cirugía y de 24 horas para ver a un médico de medicina general— tanto ASSE como algunas mutualistas privadas han sido multadas por el Ministerio de Salud Pública (MSP) por incumplir con estos plazos, según declaró en setiembre de 2023 ante el Parlamento el subsecretario de Salud Pública, José Luis Satdjián.

De acuerdo con lo que maneja el equipo de Raffo, se podrían tomar medidas en el corto, mediano y largo plazo que permitan reducir estos tiempos.

La medida que Sumar considera “de rápida implementación” es el “desarrollo y profundización” de soluciones de telemedicina, es decir, la atención de médicos a distancia o la consulta a especialistas a distancia de forma sincrónica con el médico presencial, “para potenciar el acceso a las especialidades médicas o quirúrgicas más demandadas en base a una planificación regional de la demanda asistencial”.

En abril del 2020, a un mes de la llegada del covid-19, se promulgó una ley de telemedicina (Nº 19.869) que sentaba su implementación sobre las bases de la universalidad, equidad, calidad del servicio, eficiencia, descentralización, complementariedad y confidencialidad.

Sin embargo, cuatro años después, Gil dijo a Montevideo Portal que aún es necesaria una implementación más extendida: “Casi todos los prestadores de servicios de salud del sistema, en mayor o menor medida, han implementado o están llevando adelante soluciones de telemedicina, pero no tiene todavía un avance suficiente”.

Para el doctor “hay que cambiar la lógica”. “Es necesaria una mayor complementación, es decir, que te pueda ver un especialista a distancia, no necesariamente de tu propio departamento o de tu propia unidad asistencial, por ejemplo, ASSE”, detalló.

En cuanto al “mediano plazo”, Raffo propone incentivar la radicación de médicos en el interior del país. Aquí, Gil detalló que esto tiene que ver con la falta de ciertos especialistas en distintas localidades del interior.

Por ejemplo, en casi la mitad de los departamentos del país no hay alergista o alergólogo que atienda a la población, según una investigación publicada por El País a comienzos de 2024 y citada por el especialista.

“Esto tiene que ver con cómo están distribuidos y la centralización que tiene Montevideo porque Montevideo ofrece una carrera académica, la vinculación a los servicios universitarios, mayores oportunidades tiene y hay un mayor número de potencialidades de trabajar en distintos lugares. Entonces hay pocos incentivos, no solamente en lo económico y hay que pensar cuáles pueden ser esos mejores incentivos”, analizó.

Además de esto, la precandidata nacionalista busca promover la formación de médicos en especialidades “más comprometidas”.

Esto significa, en palabras de Gil, que “hay especialidades que quizás tienen la cantidad de profesionales necesarios y simplemente estén mal distribuidos y otras que haya de más o de menos”.

Para compensar estas vacantes, el coordinador de Salud de Raffo afirmó que “hay que iniciar un proceso coordinado entre la Fac Med (escuela de la graduados) y el MSP, para lograr ajustar los cupos de cada especialidad según necesidad real, ajustada a demanda asistencial”.

“Ahí se tiene que transformar la lógica actual, que es muy difícil porque el Uruguay es un país de muchísimas oportunidades de formación. Pero capaz que lo que hay que hacer es rediseñar y repensar cuánto es el número necesario para ingreso de cada especialidad en base a un estudio serio que se realice en cuanto a la demanda de especialistas”, planteó.

Otra parte del plan para reducir los tiempos de espera tiene que ver con obligar a los prestadores, por decreto del MSP, a aumentar la disponibilidad de cupos de agenda para determinas especialidades, según “la demanda asistencial real”, indicó el experto.

A todo esto, subyacen dos nociones que son previas a la implementación de todas estas propuestas.

Por un lado, una serie de procedimientos diagnósticos que van desde datos sobre la distribución de la demanda y la oferta de médicos, la cuantificación de oportunidades de atención a través de la telemedicina, hasta la publicación de los datos actualizados de los tiempos de espera actuales para las especialidades.

Sobre esto último, si bien existe una página web del MSP con esta información (https://atuservicio.msp.gub.uy/) los datos allí presentes no se actualizan desde 2022.

Por otra parte, también se necesitan, según el equipo de la precandidata del Partido Nacional, una serie de medidas tendientes a la mejora de la sustentabilidad económico-financieras del Sistema Nacional Integrado de Salud para, por ejemplo, lograr que las mutualistas cuenten con los fondos suficientes para sumar especialistas a sus plantillas.