Texas: el chat de Salvador Ramos con una joven alemana en el que anticipó la tragedia

Diecinueve niños y dos maestras fallecieron como consecuencia del tiroteo que tuvo lugar este martes en la localidad de Uvalde, en Texas, Estados Unidos.

Todos ellos se encontraban en una misma clase, en la que se atrincheró el atacante, que disparó contra los presentes. El portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Chris Olivares, explicó que el agresor disparó a su abuela en su casa, para luego subir a un vehículo, en el cual posteriormente tuvo un accidente en las inmediaciones de la Escuela Primaria Robb (Robb Elementary School), según consigna EFE.

Sobre las 11:37 (hora local – 13:37 horas en Uruguay), el atacante entró al centro educativo. Previamente las fuerzas de seguridad habían recibido las primeras llamadas de alerta que indicaban que un individuo armado se dirigía a la escuela.

En el momento en que la policía llegó al edificio, el agresor comenzó a disparar contra los agentes. “Disparó contra cualquiera que estuviese en su camino”, dijo un oficial de la Policía a Associated Press, al describir el modo en el que el atacante se refugió en el salón de 4to grado donde luego asesinó a 21 personas.

Una hora después de que el hombre entrara al centro educativo, la policía logró abatir al tirador, que murió en el lugar. Además de los fallecidos, entre 15 y 17 personas resultaron heridas, pero en ningún caso de gravedad.

Lo que se sabe del agresor

Salvador Orlando Ramos, de 18 años, residente de la localidad de Uvalde, fue identificado como el autor de la masacre de la escuela Robb. Hasta el momento, las autoridades desconocen cuáles fueron las motivaciones del joven y no se ha logrado determinar si entró en el centro de manera fortuita o si tenía la intención premeditada de atentar contra los alumnos de la escuela. Las autoridades policiales señalaron que Ramos actuó en solitario y que no obtuvo ayuda de nadie.

Según indicó el gobernador de Texas, Greg Abbott, en rueda de prensa, Ramos era ciudadano estadounidense y había sido alumno de la secundaria de Uvalde, aunque no había terminado sus estudios.

Abbott explicó además que por el momento no se descubrieron antecedentes penales de Ramos ni hay historia médica relacionada con problemas de salud mental. Sin embargo, aclaró que aún está por verse si tiene algún antecedente criminal de cuando era menor de edad.

Roland Gutiérrez, senador del Congreso Estatal de Texas, apuntó que Ramos nació en Dakota del Norte, pero esto no ha sido confirmado por ninguna otra fuente, según indica EFE.

Tras hablar con familiares y amigos del agresor, The Washington Post describió a Ramos como un joven solitario, que durante sus años escolares sufrió acoso por parte de sus compañeros, debido a sus problemas de habla y que había sido criado en un hogar desestructurado. En los últimos años, había tenido reacciones violentas contra personas cercanas y desconocidos.

Ramos cumplió 18 años el pasado 16 de mayo y seis días después compró de forma legal en una armería local dos fusiles de asalto semiautomáticos tipo AR-15. Su abuelo, Rolando Reyes, dijo a ABC News que no tenía ni idea de que Ramos hubiera adquirido esas armas.

Contó que su nieto residía con él y su esposa, tras haberse peleado con su madre. Ramos dormía en un colchón en el suelo en una de las habitaciones de la casa.

Antes de cometer el atentado en la escuela Robb, Ramos le disparó en la cara e hirió de gravedad a su abuela, Celia Martínez, de 66 años de edad.

Aviso previo por internet

Unos minutos antes de que cometiera el tiroteo hacia los alumnos y las maestras de la escuela, Ramos envió una serie de mensajes de texto a una joven que conoció en línea, en los que admitía que le había atacado a su abuela y que iba a “disparar una escuela primaria”, según informó CNN.

El medio estadounidense entrevistó a la joven, que contó que mantenía el contacto con Ramos desde hacía unas semanas.

Este martes, en una de esas conversaciones, el hombre le comentó que había discutido con su abuela sobre el uso de su teléfono y, a los seis minutos, le escribió: “Acabo de disparar a mi abuela en la cabeza”.

A los pocos segundos agregó: “Voy a disparar (a) una escuela primaria”.

Ese fue el último mensaje que le envió a la muchacha, residente en Frankfurt, Alemania y de 15 años de edad.

Ambos habían comenzado a hablar el 9 de mayo, cuando el joven le envió selfies. En sus mensajes, Ramos manejaba la posibilidad de ir a visitarla a Europa e incluso le envió una captura de pantalla con un itinerario de viaje de Google de un vuelo desde San Antonio (metrópolis cercana a Uvalde). “Iré pronto”, escribió.

El pasado lunes el joven le comentó que había recibido un paquete de municiones y luego de que ella le preguntara qué tenía planeado hacer, le dijo que era una “sorpresa” y que esperara para enterarse.

El martes, a las 11:01 (hora de Texas – 13:01 horas en Uruguay), Ramos la llamó y le dijo que la amaba. Veinte minutos después anunció el ataque a su abuela.

Sobre él, la muchacha dijo que siempre que hablaban —a menudo realizaban videollamadas por FaceTime—parecía “feliz y cómodo” al conversar con ella. Dijo también que Ramos le había contado que pasaba mucho tiempo solo en su casa.

Sin embargo, algunos mensajes cruzados la alertaron, como por ejemplo uno en el que le dijo que él “arrojaba gatos muertos a las casas de la gente” de su ciudad.