La policía brasileña investiga el asesinato de una mujer cuyo cuerpo fue hallado en las afueras de la ciudad de Belo Horizonte. El crimen tuvo como consecuencia adicional la muerte del hijo de la víctima, un menor autista que permaneció solo, bajo llave y desatendido en el domicilio en el que ambos residían.

Heddy Lamar de Araújo, de 42 años, fue encontrada muerta el 25 de setiembre, en el barrio Nueva York, en Vespasiano, en el área metropolitana del Belo Horizonte. Según el informe policial recogido por el portal noticioso G1, presentaba signos de violencia en la nuca y la cabeza, así como heridas en las manos, cuello y rostro. El cuerpo fue hallado por una pareja de ancianos que se dirigía a esa zona “de monte” a orar.

El cadáver estaba indocumentado y los policías no pudieron identificarlo hasta que una denuncia acerca de otra persona permitió arrojar luz sobre el asunto.

La denuncia en cuestión fue radicada por el excompañero de la mujer y padre del hijo de ambos —Bernardo Lucas de Araújo Ribeiro, de 13 años—.

El hombre dijo a la policía que intentó contactar con el menor por teléfono y luego fue al apartamento donde este residía con su madre, pero nadie respondió al timbre. Entonces llamó a la policía y el pasado lunes denunció la desaparición de su hijo.

Los investigadores comenzaron a buscar al chico, pero recién dos días después se dirigieron a la residencia donde vivía con su madre. En la propiedad vieron que las luces estaban encendidas y las ventanas entreabiertas.

Una vez dentro de la casa, se dieron cuenta de que una de las habitaciones estaba cerrada con llave por fuera y, al derribar la puerta, encontraron el cuerpo del menor.

La casa fue aislada por peritos forenses y el cuerpo del adolescente fue trasladado al Instituto Médico Legal. Se abrieron dos investigaciones policiales para dilucidar las circunstancias de la muerte de madre e hijo. Sobre este último, la principal hipótesis es que habría muerto de sed y hambre luego de que su madre, asesinada, no regresara.