En el medio de la crisis que explotó por la situación económica de Conexión Ganadera y los potenciales miles de inversores afectados, sigue surgiendo información que compromete más a sus directores, incluido al fallecido Gustavo Basso.
Según informó este jueves el portal Blasina y Asociados, Pablo Carrasco preside dos sociedades anónimas en Panamá, mientras que su esposa Ana Iewudiukow figura como la vicepresidenta.
El nombre de ambas empresas offshore, creadas en setiembre de 2011, es Tango Resources SA y Conga Resources SA.
A su vez, Basso figura como el tesorero de dichas empresas y Daniela Cabral, su esposa, como secretaria. Para la creación de estas empresas, consignó Blasina y Asociados, se incorporó un capital inicial de un millón de dólares para cada una.
Además de estas dos firmas, los empresarios socios de Comunicación Ganadera tenían registrada otra empresa en el estado de Massachusetts, en Estados Unidos, llamada el Terrunio LLC (Del Terruño). No obstante, esta firma fue disuelta el pasado 31 de diciembre de 2024.
Esta última era utilizada por Conexión Ganadera para exportar al país norteamericano su marca propia de cortes de carne premium Stradivarius, informó La Diaria.
En el streaming que tuvo lugar este martes, el contador Gustavo Giovio, quien fue contratado el 6 de enero por Carrasco para analizar los números de la empresa en quiebra, estimó que la facturación anual de Del Terruño se estimaba en aproximadamente US$ 150.000, mientras que contaba con un stock de US$ 40.000.
Ante la rápida reacción de los abogados que ya han presentado denuncias penales en nombre de los inversores afectados (unos 4.200), el especialista en estrés financiero de empresas advirtió que, pese a que se podían encontrar activos de los directores en el extranjero, los bienes o el dinero que podía aparecer iba a estar muy lejos de los US$ 250 millones de diferencia entre activo y pasivo que tiene la firma.
Consultado por Montevideo Portal, uno de los abogados representante de ahorristas que llevan adelante denuncias contra Carrasco y su esposa entiende que no hay que darle demasiada trascendencia a las empresas en cuestión.
“Es viru-viru. No le ponés Tango y Conga a dos empresas si lo que quieres es ocultar”, resumió. Lo cierto, de todas maneras, es que las empresas efectivamente existen.
Cedida a Montevideo Portal
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