Suspensión de clases se debió a que variante P.1 de Brasil infecta a niños y adolescentes

Las autoridades de gobierno decidieron el pasado martes la suspensión de toda la educación a nivel nacional. Si bien el presidente de la Administración Nacional de Educación Pública, Robert Silva, y el ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, aseguraron en la previa que iban a defender la presencialidad, posteriormente se pasó a la virtualidad en algunos casos y a la suspensión total en otros. Tras la Semana de Turismo o Santa, la educación volvería progresivamente a la presencialidad, donde arrancaría la educación inicial.

El ministro da Silveira fue entrevistado este jueves en el programa Desayunos Informales de Canal 12 donde fue consultado por ese cambio de los dichos a los hechos. El secretario de estado dijo en primer lugar afirmó que "no es que por un lado se diga una cosa y por otro se haga otra", sino que se viene haciendo lo que se dijo.

El asunto, según da Silveira, es que están ante una "realidad dinámica" y que sería "irresponsable e insensible" que no se tome nota del cambio de contexto y no reaccionar ante esos cambios. "Acá el gran cambio que llevó a tomar esta decisión es el tema de la cepa brasileña. No solo porque, según nos dicen los científicos, contagia mucho más, sino que además los datos sugieren que esta variante sí infecta a los niños y adolescentes", informó.

"Eso es un cambio muy grande porque el dato sobre el que veníamos trabajando hasta ahora era que el coronavirus infectaba poco a los niños. De hecho, las cifras reflejaban eso, pero estuve mirando estadísticas del Ministerio de Salud Pública (MSP) y uno ve cómo la proporción de menores en el total de infectados ha venido aumentando en los últimos dos o tres meses. Eso es una cosa extremadamente seria", agregó.

Ante esta nueva realidad, el ministro fue consultado sobre si se pensará en un nuevo protocolo. El titular de Educación señaló que en primer lugar hay que ver qué está pasando ya que la información se va generando progresivamente y se van generando "fotos" de días pasados.  

"Uno precisa varias fotos para entender la tendencia. Por eso la decisión que tomamos. Había una oportunidad, ¿cuál es? El asueto de la semana que viene, que es normal y que ocurre todos los años. Si nosotros agregábamos apenas tres días antes de que empezara el asueto y sumábamos esos tres días más el fin de semana, más los cinco días de asueto, más el otro fin de semana, armábamos un buen colchón de días a un costo relativamente bajo en términos educativos. Eso puede ayudar a amortiguar estos procesos y puede ayudar a afinar más los análisis y a diseñar otra clase de medidas", indicó.

Sin embargo, da Silveira no descartó que, en caso de que se mantenga la tendencia de casos altos, se pueda aplazar el reintegro a la presencialidad. "Si por mi fuera empezábamos el lunes 5 con todos, pero eso es una expresión de deseo. ¿Qué vamos a poder hacer? Es algo que se va a ir definiendo los próximos días en función de cómo va a ir evolucionando la cantidad de casos en los próximos días, que, aunque es verdad que no repetimos el pico, seguimos teniendo cifras muy altas", añadió.

Con respecto a los pasos para volver a la presencialidad, da Silveira informó: "El objetivo es empezar por primera infancia y educación inicial (menores de tres años y los que están entre 3 y 5). La razón es que la suspensión de clases de los alumnos de esa edad, son los que generan más turbulencias en el funcionamiento familiar. Un niño de 11 años puede quedarse un rato solo, pero un niño de dos años no. Eso genera una serie de perturbaciones. Luego pasaríamos a primaria, según cuáles sean las condiciones serían los primeros tres años o el conjunto, después se pasa a la educación media básica, es decir, tres primeros años de la educación media y luego a la media superior", concluyó.