La exdiputada frenteamplista y mae umbandista Susana Andrade fue entrevistada en Seré curioso (VTV) este jueves, en la víspera de la fiesta de Iemanjá, que se celebra este 2 de febrero, y habló sobre el significado de la celebración y el culto a esa orishá (espíritu o divinidad) principal de la religión afroamericana umbanda.
Andrade explicó que, como todos los orishás, Iemanjá es una energía de la naturaleza, que en este caso se le atribuyen las aguas saladas oceánicas, los mares.
“Iemanjá es la madre de casi todos los orishás en las leyendas, de ahí su importancia. Para nosotros, el 2 de febrero podría decirse que es el día de la madre. El culto a Iemanjá se practica en las religiones de matriz afro y en Umbanda, que es afroindígena. Nace en Nigeria, con la diáspora esclavista, atraviesa los océanos y, al ser de tanta importancia, el culto se adueña de los grandes mares, de las aguas océanicas”, explicó.
Andrade explicó que se veneró a Iemanjá porque, al adorar al mar, los fieles “pedían libertad” por haber sido traídos a América como esclavos. Contó que fueron los llamados pretos velhos (negros viejos, en portugués), los ancianos que vinieron de África, los encargados de transmitir la “sabiduría de los orishás” de forma oral, una característica litúrgica del Umbanda que se mantiene hasta hoy.
“Es un día de fe, de mucha esperanza y muchos milagros, porque es un día en especial donde nuestro culto sale a la calle. Es una pena, pero muchas veces el resto del año la gente no se anima, por los preconceptos, por la mala prensa, por los prejuicios, a entrar a un templo. Sin embargo, ese día agarran un mate y dicen, vamos a pasar y ver”, señaló.
Consultada por quienes critican la fiesta de Iemanjá por dejar “sucias” las playas, respondió: “Tenemos que limpiarlas antes, porque normalmente están a la miseria cuando vamos; pero bueno, es un santuario al aire libre, veneramos a la naturaleza, necesitamos esa naturaleza para hacer el culto”.
“Es la oportunidad de sacar un culto tan discriminado a la calle, yo siempre reivindico esto”, dijo, y añadió que hay gente que le consulta: “¿Hay una parte de ustedes que es kimbanda, que hacen mal?”.
“Es una pregunta ampliamente ofensiva y discriminadora; es como que yo le preguntara a un cura: ‘¿Vos sos de los pedófilos?’. Ninguna religión en su liturgia tiene que hacer el mal, la nuestra tampoco”, sostuvo.
Andrade se refirió al proceso histórico de “demonización” contra las religiones afroindígenas, como parte de los fenómenos de discriminación. “El diablo es católico”, dijo, remarcando que esa figura tiene origen “cristiano” y que no existe en los cultos umbandistas.
“Lo universalizaron como rey de la maldad y luego nos lo echaron encima a los cultos afro, por el hecho de crear una discriminación perpetua que acompañó a todas las generaciones”, agregó Andrade.
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