La Asociación de Distribuidores e Importadores de Carne de Uruguay (Adicu) y la Unión de Vendedores de Carne (UVC) realizarán acciones conjuntas ante las autoridades de gobierno y del Parlamento, luego de evaluar las estadísticas y cifras que “alertan sobre la falta de pollo en el mercado”, al que se suma “un constante e ininterrumpido aumento del precio y una baja del consumo de este producto”.

Para ambas instituciones, de las cifras se desprende que esta situación tenderá a agravarse si el gobierno “sigue adelante con la limitación en la importación de pollo”, que lleva seis meses y que, según expresan, “comienza a perjudicar a los clientes uruguayos”.

Jorge López, director del Abasto Santa Clara y presidente de Adicu, advirtió que la limitación de importación ha provocado “que suba el precio del pollo y que falten productos avícolas en el mercado, como la suprema, uno de los cortes más consumidos”.

“La cuota para importación que puso el gobierno es muy baja. Quedó demostrado con la falta de producto y la suba de precio. En el caso de la suprema, por ejemplo, se viene la época de mayor consumo de este corte, por lo que consideramos que el gobierno ya tendría que rever la posibilidad de ampliar los volúmenes habilitados para importación, de modo de corregir esta situación antes de fin de año”, indicó López, y aseguró que están a la espera de una respuesta, pero la inquietud “aumenta”.

Y añadió: “Hay preocupación por la baja en la venta de carne de pollo, que es la única proteína que bajó el consumo. No hay que liberarlo como en el caso de la carne de cerdo y vacuna, porque hay que proteger la industria, pero estamos convencidos de que la cuota fue insuficiente. En noviembre del año pasado se trancaron las importaciones a pedido de la Cámara Uruguaya de Procesadores Avícolas [Cupra] y se nota la diferencia en el valor que tiene hoy una suprema de pollo”.

López sostuvo que la cuota establecida por el gobierno para la importación no llega a ser más de un 5% del mercado.

“Si vamos al detalle de cómo se compone esa cuota en lo que son cortes con hueso y cortes sin hueso, la incidencia de cortes sin hueso es menor a un 2%. Entonces, realmente es muy difícil que de esa manera se pueda tener un efecto positivo en los precios al consumo, que es un poco lo que busca la importación y el libre mercado, es decir, poder acceder a oferta mundial de pollo, que hoy en día sabemos que está en un promedio de 2.000 dólares la tonelada, son precios que realmente podrían tener una incidencia positiva en los productos que el consumidor adquiere en Uruguay”, afirmó López.

Informó que en 2022 se logró tener un precio más competitivo, que en algunos casos llegó a ser la mitad del valor si se lo compara con los actuales. “El año pasado teníamos una suprema de 250 pesos, y hoy en día, si uno hace una evaluación rápida de las grandes superficies, es un producto que asciende a los 500 pesos el kilo”, afirmó el presidente de la Adicu.

En cuanto a la evolución del precio de la carne aviar, López explicó que, si se compara agosto del 2022 con agosto del 2023, “la variación es de un 8,7%, lo cual está por encima del Índice de Precios al Consumo”.

Por su parte, el presidente de la Unión de Vendedores de Carne, Hebert Falero, afirmó que también hubo una baja del consumo, a diferencia de lo ocurrido años anteriores, puesto que “el sector aviar venía con un incremento positivo y sostenido en la venta”. 

“Si todo sigue como está actualmente, se ve una baja del 2,3% en el consumo de la carne aviar. Si lo proyectamos anual, estaríamos frente a una baja de casi un 4%, que es totalmente opuesto a lo que viene pasando en los últimos años. El ingreso de pollo importado hace que su precio sea más competitivo y se incremente la venta. Cuando no hay importación, el precio del pollo se dispara en el mercado interno. Es un mercado muy chico y está cautivo de muy poca gente y eso hace que no sea estable su precio”, aseguró Falero.

Tanto desde Adicu como desde UVC proponen que se aumente la cuota para importar.

“No estamos hablando de algo que puede ser una ilusión, sino basándonos en datos reales: en octubre y noviembre del año pasado, cuando se importaron cantidades razonables, el público la aceptó y tenía las dos posibilidades, nacional e importada, pudiendo así acceder al producto a un precio normal y a nivel regional”, añadió López.

En esta línea, el empresario opinó que el gobierno, “ante la presión de la industria nacional”, tomó una medida “demasiado drástica” y aseguró que “es momento de corregirla”.

“Creo que se puede corregir y convivir la importación con la producción local. El público puede acceder a elegir qué consumir. La industria nacional puede seguir trabajando con el impulso que le da el gobierno, mediante la facilidad a la industria para que pueda ingresar en el mundo de la exportación”, afirmó López.