En marzo pasado, Primaria dispuso una investigación acerca de un episodio ocurrido en la escuela 35, situada en el barrio Buceo. En esa ocasión, una maestra leyó a los alumnos de primer año una carta pública de la Asociación de Maestros del Uruguay (Ademu) que contenía expresiones críticas acerca de la reforma educativa impulsada por el gobierno. La lectura del documento fue filmada y llegó a circular en su momento por redes sociales.
Recientemente, cuando se produjo el reintegro de las escuelas públicas tras las vacaciones de julio, en la escuela 35 se supo el resultado de la investigación: sumario con separación del cargo y retención de la mitad de los haberes durante seis meses para la maestra, e idéntica sanción para su directora.
Tras conocerse la noticia, Ademu publicó un comunicado donde señaló que la carta leída por la docente era “una medida sindical resuelta” por el Secretariado del sindicato, y calificó de “absolutamente desmedida, improcedente e inadmisible” la punición resuelta por la Dirección General de Educación Inicial y Primaria (DGEIP).
Alfonso Larraya, secretario general de Ademu, dijo al periódico La Diaria que durante la investigación administrativa ambas funcionarias “en todo momento enormemente honestas, admitieron el error”. También señaló que antes de que se resolviera iniciarle un sumario, la directora fue sancionada con una “inscripción en sus hojas de servicio” por resolución del inspector que se ocupó del tema.
“Castigar doblemente, cuando se admite el error y se cambia, cuando se tiene un legajo increíble, para nosotros son acciones aleccionadoras y de otros tiempos; nos parece que no tiene ningún sentido”, dijo Larraya.
Desde Ademu Montevideo entienden que las sanciones parten del supuesto de que hubo violación a la laicidad, algo que el sindicato califica como “un disparate”.
“El contenido de la declaración que leyeron es público, es de Ademu Montevideo, ha circulado por todos lados y las familias presentes fueron invitadas a si querían escucharlo o no”, señaló Larraya.
Asimismo, aclaró que no se trató una acción espontánea de las docentes, sino de un texto consensuado dentro del sindicato y que —insistió— no violaba en absoluto la laicidad.
“La administración en ningún momento inició ninguna acción contra el sindicato por esa carta”, enfatizó.
Ahora, Ademu pidió una reunión “urgente” a la DGEIP a través de la Federación Uruguaya de Magisterio. “Sabemos que al sumario se le va a dar inicio, pero lo que le vamos a solicitar de forma clara y tajante a la autoridad es que ese sumario no conduzca a mayores sanciones”, expresó el sindicalista.
El sindicato se encuentra en “estado de Secretariado permanente” y, según a qué resultados se arribe en esa reunión una vez que se concrete, no se descarta “ninguna medida, ni de defensa de las compañeras ni medidas sindicales que estamos acostumbrados a tomar”.
Mientras tanto, también resolvieron cubrir la retención de haberes de las maestras sumariadas, ya que ambas tienen su trabajo en la escuela como único ingreso y son madres y jefas de hogar.
El sábado pasado, las familias de alumnos de la escuela hicieron una reunión para analizar el asunto.
Durante el fin de semana, diversas agrupaciones sindicales del interior del país se manifestaron en solidaridad con las docentes sumariadas, actitud que también fue compartida por la Asociación de Funcionarios de Primaria.