Los votantes suizos aceptaron este domingo en referéndum una ley que dispone la reducción a cero de las emisiones netas de dióxido de carbono en 2050, tras recibir un 58 % de votos afirmativos, una decisión que dota a Suiza del marco jurídico para acelerar la transición de su economía hacia las energías renovables.

Entre las diversas medidas que contiene la propuesta aprobada figura un paquete de ayudas de más de 3.200 millones de euros en diez años para contribuir a la sustitución de los sistemas de calefacción a gas o gasóleo por sistemas generadores de menos emisiones, así como para apoyar la innovación tecnológica de las empresas.

Las cero emisiones netas equivalen a la neutralidad climática o neutralidad carbono, la que se logra cuando los niveles de CO2 que se emiten a la atmósfera son menores o iguales a los que se retiran por diversas vías.

Esta iniciativa fue presentada por el Parlamento como alternativa a otras dos propuestas, una de las cuales fue rechazada en referéndum en 2021 principalmente porque creaba impuestos destinados a financiar las medidas para que Suiza cumpla con los compromisos del Acuerdo de París sobre Cambio Climático.

Un segundo proyecto de origen popular denominado “Iniciativa por los Glaciares” y que establecía la prohibición del consumo de todo tipo de energía fósil en 2050 fue dejado de lado después de que las autoridades lo juzgaran muy extremo y convencieran a sus promotores de retirarlo mientras el Parlamento elaboraba una alternativa, que es la que ha sido aprobada hoy.

La nueva Ley de Clima, como se la ha denominado, deja de lado toda prohibición o impuestos suplementarios, y se sustenta en medidas de incitación limitadas en el tiempo y financiadas a través del presupuesto público.

Asimismo, el Estado -es decir todas sus entidades y organismos, y sus respectivas actividades- se compromete a alcanzar la neutralidad climática a partir de 2040.

Al explicar el alcance del voto de hoy, el Partido Socialista lo consideró “como un éxito importante para el clima y la seguridad del aprovisionamiento” energético y criticó a la ultraderecha por haber llevado a cabo una campaña contra la ley basada “en mentiras”.

La ultraderecha suiza, que promovía el voto en contra, afirmaba que la nueva ley prohibiría todos los combustibles fósiles, que sólo se podrían utilizar vehículos y calefacción que funcionaran a base de electricidad en 2050, y que los hermosos paisajes alpinos iban a ser cubiertos por paneles solares y molinos eólicos.

Se ha aprobado “un proyecto consensual y pragmático, sin ninguna medida de imposición para la gente, ni prohibición alguna. La población ha reconocido que era bueno”, comentó la diputada socialista Valérie Pillier.

EFE