El hallazgo de un cadáver dentro de una casa en la ciudad inglesa de Bolton generó conmoción entre los británicos debido a las circunstancias en las que se produjo el hallazgo. El morador murió hace seis años y su cuerpo permaneció allí intocado desde entonces, pues nadie notó su falta.
Según consigna el periódico Daily Mail, Robert Alton era un contador jubilado y su deceso se habría producido en mayo de 2017, época en la que tenía 70 años.
El cuerpo fue hallado esta semana por inspectores del suministro de gas, quienes concurrieron al lugar luego de que la empresa intentara varias veces, sin éxito, coordinar con el inquilino una visita para realizar una inspección de rutina. Los trabajadores se presentaron con una orden judicial y en compañía de un representante de Bolton at Home, consorcio propietario de unas 18.000 viviendas en el área, incluida la alquilada por Alton.
Al comprobar que nadie atendía, forzaron la entrada. Para hacerlo debieron usar una amoladora, ya que la puerta tenía una gruesa cadena de seguridad.
De acuerdo con el citado medio, nada más entrar los inspectores tuvieron un primer indicio de que algo andaba mal: la correspondencia y las facturas acumuladas formaban una pila de medio metro de altura. Al subir a la planta alta de la vivienda, se encontraron con el esqueleto de Alton, cubierto todavía con un buzo gris y unos pantalones vaqueros. Tras el macabro hallazgo, los gasistas llamaron de inmediato a la policía.
Dominic Beaver, investigador de la policía local, dijo que los vecinos no habían visto a nadie en la casa durante al menos cinco años, y que la última vez que se contactó con su médico de cabecera fue en 2014.
El alquiler de la finca, pagado a través de un subsidio de vivienda, estaba al día. Y si bien existía un atraso de años en el pago de los tributos municipales, el gobierno local no había iniciado ninguna acción al respecto.
Patrick Waugh, patólogo de la policía, expresó que no había sido posible determinar las causas del deceso. Por su parte, el forense Peter Sigee consideró que debió producirse en mayo de 2017, fecha de la guía de programación de TV que el septuagenario tenía en sus manos al momento de fallecer. En el inmueble también se encontraron alimentos envasados, todos con fecha anterior a mayo de 2017.
Desde la compañía de gas se informó que antes de llegar a la acción judicial los inspectores realizaron quince visitas fallidas, así como numerosos intentos de contacto vía email o teléfono, siempre sin resultado. Asimismo, tampoco fue posible localizar a ningún familiar del difunto.
Noel Sharpe, director ejecutivo de Bolton At Home, se disculpó en nombre de la compañía.
“Ofrecemos nuestras más sinceras condolencias a los seres queridos, amigos y vecinos de Robert y les pedimos disculpas por las oportunidades que perdimos de descubrir por qué no podíamos contactarnos con él. Mirando en retrospectiva, es claro que deberíamos haber detectado antes que algo podía andar mal”, expresó.