La Sociedad Ginecológica del Uruguay (SGU) emitió un comunicado a raíz del caso del médico ginecólogo denunciado por abusar de una mujer durante la prueba del Papanicolaou (PAP), tras lo cual fue suspendido e inhabilitado del ejercicio profesional por seis meses por el Ministerio de Salud Pública.

En la carta publicada por el gremio médico expresaron su "repudio a toda conducta que se aparte de la ética del respeto del paciente y todo acto de abuso sexual o abuso de poder". 

"La práctica de la obstetricia y la ginecología incluye la interacción en momentos de intensa emoción y vulnerabilidad para los pacientes e implica exámenes físicos sensibles y en ocasiones el intercambio entre colegas de información privada de los pacientes", comienza diciendo el comunicado. 

"El comportamiento 'sexual inadecuado' por parte del personal de salud se entiende cuando se utilizan gestos o expresiones seductoras, sexualmente sugestivas, irrespetuosas de la privacidad del paciente o sexualmente degradantes para un paciente, o el contacto sexual físico entre un médico y un paciente, ya sea iniciado o consentido por el paciente, y participar en cualquier conducta con un paciente que sea sexual o que pueda interpretarse razonablemente como sexual", reza la misiva. 

Recalcan que los exámenes físicos deben explicarse adecuadamente y "realizarse solo con el consentimiento del paciente, respetando su pudor y con la cantidad mínima de contacto físico requerido para obtener datos para el diagnóstico y el tratamiento". 

La SGU recuerda que "los obstetras y ginecólogos/as están obligados ética y profesionalmente a denunciar la conducta sexual inapropiada o su sospecha por parte de cualquier profesional de la salud a las autoridades correspondientes; destacando que cualquier conducta sexual por parte de los médicos es un abuso del poder profesional y una violación de la confianza del paciente". 

"Y aunque estas prácticas son poco comunes en la atención clínica, son indiscutiblemente inaceptables", apuntaron. 

Además, enfatizan que las instituciones deben tener pautas claras que permitan al personal clínico denunciar conductas sexuales inapropiadas. "Los pacientes y familiares deben tener la oportunidad de expresar inquietudes sobre las interacciones con el personal clínico sin temor a afectar negativamente la atención clínica", sostiene la SGU. 

"Los estudiantes de medicina y los pasantes en obstetricia y ginecología deben ser educados sobre el desequilibrio de poder inherente en la relación médico-paciente, sobre cómo evitar el lenguaje sexualmente ofensivo o denigrante, y los procedimientos para denunciar sospechas de mala conducta", añaden.

"Somos una sociedad científica que desde sus estatutos tiene por objeto velar por la salud de las usuarias a través del perfeccionamiento y profesionalismo en la especialidad, la cual no tiene espacio entre sus asociados para actitudes y conductas fuera de la ética médica", concluye la SGU. 

Compartimos comunicado público de la Sociedad de Ginecotología del Uruguay. pic.twitter.com/JDkEAyR1Om

— SAQ (@SaqUruguay) October 1, 2022