Este martes, con votos del oficialismo, el Senado aprobó el proyecto de internación compulsiva que fue tratado la semana pasada por la Comisión de Salud Pública de la Cámara alta. Ahora, el documento deberá volver a Diputados, donde se espera que cuente con los votos para convertirse en ley.
Una de las novedades que se esperaba en el pleno del Senado era ver a la exministra de Vivienda y ahora senadora de Cabildo Abierto, Irene Moreira. Sin embargo, no concurrió por “problemas personales”, según supo Montevideo Portal con base en fuentes del partido. En su banca estaba su suplente, Raúl Lozano, quien se desempeña en el cargo desde el 2 de marzo y será el ministro de la cartera, como anunció Manini Ríos este martes.
El proyecto habilita la internación de personas en situación de consumo abusivo de drogas y fue presentado hace dos años por las diputadas del Partido Colorado y Cabildo Abierto Nibia Reisch y Silvana Pérez Bonavita, respectivamente. Precisamente, busca garantizar el derecho para que la persona que “padece de adicción o consumo problemático de drogas” pueda recibir “tratamiento adecuado e integral para su desintoxicación”.
El proyecto hace la salvedad de que el individuo, quien debe ser mayor de edad, debe “expresar anticipadamente su voluntad consciente y libre [determinada así por profesionales médicos psiquiatras] de ser sometido al tratamiento adecuado e indicado de desintoxicación”.
Además, el texto aclara que las prestaciones del acceso al tratamiento deberán ser aprobadas por el Ministerio de Salud Pública (MSP) y el Sistema Integrado de Salud. La intención anticipada de someterse a un tratamiento deberá hacerse por escrito con la firma del titular y dos testigos.
“También podrá manifestarse ante escribano público, documentándose en escritura pública o acta notarial. En caso de no poder firmar el titular, se hará por firma a ruego por parte de uno de los dos testigos referidos”, agrega el documento.
A su vez, la persona podrá revocar la voluntad anticipada, siempre y cuando esté psíquicamente apta, consciente y libre a criterio de psiquiatras. Sin embargo, mientras esté internada o recibiendo el tratamiento, no podrá revocar la decisión de la voluntad anticipada.
Los artículos 1, 2, 3, 4 y 5 fueron sometidos a cambios en la Comisión. Las modificaciones surgen, sobre todo, por algunas diferencias que tenían los legisladores con respecto a la redacción del documento.
La posición del FA
El senador del Partido Socialista José Nunes explicó que son conscientes que el tema es “un problema grave”, pero la bancada frenteamplista no lo acompañó “porque la posibilidad de internar a la persona contra su voluntad, en un momento de crisis, ya está prevista en la Ley de Salud Mental”.
Nunes dijo que en la Ley de Salud Mental se debe dar cuenta a algunas instituciones cuando se interna a un individuo en contra de su voluntad. Sin embargo, en el proyecto aprobado este martes “no establece ninguna de esas garantías”. “La persona quedaría internada a merced de lo que disponga el profesional que lo está tratando”, agregó el legislador.
“Nos parece que no hay garantías para los pacientes. Toda la academia y quienes han concurrido a la Comisión a informarnos, nos han dicho que el solo proceso de desintoxicación no es la solución al problema, que esto debe continuar con un proceso de rehabilitación. La internación compulsiva y contra la voluntad no ayuda a la motivación para que la persona luego continúe un tratamiento que le permita salir de esa situación”, consideró Nunes.