La nueva ministra de Economía de Argentina, Silvina Batakis, ratificó este lunes el rumbo económico trazado por el presidente Alberto Fernández, incluyendo el objetivo de lograr el equilibrio fiscal y asegurar el crecimiento económico del país.
"Estamos convencidos de que el rumbo de Argentina tiene que ver con el manejo fiscal de nuestras cuentas, con seguir con el programa económico que el presidente vino marcando", dijo Batakis en una breve comparecencia ante la prensa tras prestar juramento en su nuevo cargo.
Batakis, una economista de perfil heterodoxo, reemplaza en su cargo a Martín Guzmán, quien renunció el pasado sábado en medio de un creciente enfrentamiento entre el presidente argentino, Alberto Fernández, y la vicepresidenta del país, Cristina Fernández.
La flamante ministra aseguró que trabajará para que se generen más puestos de trabajo, para que Argentina tenga más exportaciones y para "revalorizar" el peso argentino.
"Eso se logra a través de conseguir más reservas", señaló.
Resaltó que dará continuidad al programa económico del Gobierno, cuyas líneas y metas quedaron plasmadas en el acuerdo de refinanciación sellado en marzo pasado por el Ejecutivo de Alberto Fernández y el Fondo Monetario Internacional (FMI), un acuerdo cuestionado por sectores kirchneristas que responden a Cristina Fernández.
"Vamos a continuar con el programa económico. Yo creo en el equilibrio fiscal y creo que tenemos que avanzar en ese sentido", aseguró Batakis.
Entre las personas a quienes agradeció tras prestar juramento estuvo la vicepresidenta, quien desde el año pasado venía reiterando abiertas críticas a la gestión de Guzmán, en particular al progresivo ajuste fiscal emprendido por el ahora exministro.
Según lo pactado con el FMI, el país suramericano debe reducir este año su déficit fiscal primario al 2,5 % del producto interno bruto (PIB) -desde el 3 % en 2021- y la asistencia monetaria por parte del Banco Central al Tesoro al 1 % del PIB -desde el 3,7 % en 2021-.
Además, debe sumar 5.800 millones de dólares a las reservas del Banco Central, en un escenario de escasez de divisas.
La economía argentina logró crecer el año pasado 10,4 % tras tres años de severa recesión, pero este año la actividad ha perdido vigor, mientras que la elevada inflación, uno de los principales problemas macroeconómicos del país, se ha acelerado.