“Cuando leemos el resultado de la asistencia a clase de los alumnos de Primaria, yo no sé cómo a Robert Silva no se le cae la cara de vergüenza”, dijo Fernando Pereira, presidente del Frente Amplio, este martes en un acto de la Vertiente Artiguista en respaldo a la precandidatura de Yamandú Orsi.

El titular de la fuerza política apuntó contra la reforma educativa que impulsó la ANEP bajo la gestión de Silva y dijo que la llamada “transformación educativa” termina “con el peor año de asistencia a la Escuela Pública”, lo que catalogó de “lo peor que le puede pasar al Uruguay” y al futuro del país.

En respuesta a los dichos de Pereira, el expresidente del Codicen y actual precandidato colorado escribió en X: “La cara de vergüenza se le debería caer a él y a tantos integrantes de la máquina de impedir, que querían las escuelas bien cerradas en pandemia para que la asistencia fuera nula”.

“La cara de vergüenza se le debería caer a él, que durante 15 años con mayoría absoluta y bonanza económica no concretaron cambios impostergables en la educación”, agregó Silva.

La cara de vergüenza se le debería caer a él y a tantos integrantes de la maquina de impedir, que querían las escuelas bien cerradas en pandemia para que la asistencia fuera nula.
La cara de vergüenza se le debería caer a él que durante 15 años con mayoría absoluta y bonanza… https://t.co/Zeh9AAIM15

— Robert Silva (@RobertSilvaUy) June 19, 2024

En el acto en el que Pereira apuntó contra Silva, Orsi también fue consultado sobre su visión de la reforma educativa.

“Yo creo que hay que frenar la improvisación permanente, ¿no? Y volver a cuestiones tan elementales, tan simples como que los gurises vuelvan a la escuela. Mirá vos en lo que estamos, mirá a lo que llegamos, que hoy el objetivo sea que vayan y por supuesto que aprendan, pero para eso tenés que tener un respeto por el profesional de la educación que es condición sine qua non”, sostuvo el precandidato frenteamplista.

A su vez, fue consultado sobre si en un eventual gobierno suyo se dará “marcha atrás” en lo establecido por la reforma de la administración Lacalle. “Lo que no funciona, sí, y lo que de repente está bien, hay que dejarlo. Yo no soy de esos que ponen una bomba debajo de la mesa y que explote todo”, afirmó Orsi.