Por César Bianchi
@Chechobianchi
Fotos: Juan Manuel López
El profesor Robert Silva (49) tiene que tomar Equibral para poder descansar y, por fin, relajarse un poco. Asumió el Codicen con las clases suspendidas, y debió suspender él también todos los planes que venía anunciando desde la campaña electoral o incluso antes. Así y todo, es feliz, dice.
Abogado por condición paterna, docente por vocación desde la niñez en Tacuarembó, Silva dice que se encuentra cómo ese tipo que entra a su dormitorio pensando en barrer, limpiar, pintar las paredes, cambiar las luces y remozarlo por completo y justo, justo, se le rompe la cama. Antes de todo lo que tenía anotado hacer, debe priorizar arreglar la cama donde duerme. "Es un poco lo que me pasa ahora", confiesa resignado. La pandemia del coronavirus es la cama rota, claro. Entonces tuvo que atender desde las viandas con comida que no podían dejar de llegarle a los niños, hasta una bomba de agua que no funciona en una escuela, pasando por el seguimiento, control y discusión del protocolo sanitario que permitió que el lunes pasado 90.000 estudiantes de todos los niveles vuelvan, de a poco, a las aulas.
De todo eso y de su ambición de liderar una "transformación en la matriz" de la educación, desde lo curricular, la gestión y la formación docente, habló Robert Silva, en una entrevista donde repitió muchas veces su palabra fetiche: "cuestión" o su plural, "cuestiones".
-¿En qué momento se le despertó la vocación por el magisterio?
-Cuando era chico, en Tacuarembó. De ver a mi madre y a mi abuela. Mi vocación era ser maestro. Pero mi padre me dijo que como tenía que venir a estudiar a Montevideo y ellos tenían que hacer un gran esfuerzo, tenía que venir a estudiar una carrera universitaria que no hubiera en Tacuarembó. Era una condición. Entonces elegí hacer abogacía. Me gustaba también. Pero había resuelto que iba a ser maestro y profesor de Historia. Y ante esa situación me vine a estudiar Derecho, luego cursé el IPA un tiempo, no aprobé ningún examen, y luego me sumé a este plan que se gestó en la época de (German) Rama, que es que los profesionales universitarios tenemos la posibilidad de tener una formación en ciencias de la educación y en didáctica, ahí me metí y terminé con el título de profesor. Por eso soy también profesor.
-¿Y su interés por la política y la adhesión al Partido Colorado en particular? ¿Cuándo fue?
-De chico fue una cuestión vinculada a mi familia. MI padre era muy batllista, mi madre era nacionalista, ambos militantes. Seguí a mi padre, primero por tradición y después por convicción. Fui a charlas sobre batllismo, empecé a leer, me transformé de un gran defensor del batllismo, y por lo tanto, empecé a militar en el Partido Colorado.
-¿Qué le dejó la campaña electoral, como compañero de fórmula de Ernesto Talvi? ¿Qué aprendió de la política?
-Fui uno antes de la campaña electoral y otro después. La campaña me abrió a un mundo de aprendizajes que nunca había tenido, conocí muchísima gente, aprendí de ellos, de las actividades que realizan. Me reuní con agricultores, con apicultores, con productores agropecuarios, con trabajadores domésticas, con gente con quien yo no tenía contacto porque mi mundo se circunscribía a la educación. Descubrí que hablando como sos, sin fingir lográs tener adhesión de mucha gente, lográs tener el cariño y el respaldo. La gente me hizo pasar a su casa que era como abrirte su corazón, te ofrecía comida que habían hecho o te invitaban a bañarte ahí. Aprendí de muchos temas, porque tuve que formarme para ser candidato a vicepresidente. Entonces me reuní con equipos técnicos y aprendí de salud, de vivienda, de seguridad, de economía, que eran cuestiones que uno no tenía presente.
-También vio de cerca las zancadillas, las cáscaras de banana, las fake news...
-Totalmente, totalmente. Viví muy ingratos momentos en donde hubo cuestionamientos a mi candidatura. Yo arranqué con mi candidatura cuestionada por un articulo periodístico que dijo que era inconstitucional. Hubo que consultar a la Corte Electoral. Por suerte se pronunciaron nueve constitucionalistas diciendo que no era inconstitucional. Luego hubo un período donde se trató de ensuciarme y se trató mi situación vinculada a mi trabajo privado y mi trabajo público. Todo un conjunto de farsas que se idearon en el momento de la campaña electoral. Hubo informes jurídicos que dijeron que eso no era así, hubo pedidos de informes que fueron contestados. Esa es la parte oscura.
"Hubo todo un conjunto de farsas que se idearon en el momento de la campaña electoral. Pero vos terminás a la larga fortalecido, porque sabés que la pequeñez y la infamia no tienen límites, pero estás convencido y sabés quién sos"
Miro lo que aprendí. Estoy muy agradecido con más de 300.000 uruguayos que depositaron su confianza en la fórmula que yo integraba. Y eso me dio mucha fuerza para estar en el lugar donde estoy ahora. Me fortalecí profesionalmente y humanamente, porque cuando a vos te golpean en lo humano, vos terminás a la larga fortalecido, porque vos sabés que la pequeñez y la infamia no tienen límites, pero vos estás convencido y sabés quién sos, entonces seguís transitando por el camino correcto. Tengo la suerte de estar al frente del Codicen con la venia unánime de todo el Senado de la República.
-Empezaba su gestión, como empezaba a asumir el propio gobierno, y cayó esta pandemia inesperada del Covid-19. ¿Cuál fue su reacción cuando Lacalle Pou anunció la suspensión de las clases?
-Él decreta la suspensión de las clases el 14 de marzo y yo asumí el 19. Pero sin perjuicio de eso, a mí me convocó el ministro de Educación y Cultura (Pablo Da Silveira), a mí y a Wilson Netto, que era el presidente saliente del Codicen, y ahí se nos dijo que estábamos en una situación de emergencia y que había preocupaciones que el Sinae ponía a consideración de nosotros. Analizamos el tema y de común acuerdo decidimos suspender las clases. Cuando llegué el 19 de marzo recién se habían suspendido las clases, pero había una situación muy preocupante que fue el servicio de alimentación de los niños.
Teníamos 255.000 niños. La situación sanitaria hacía que no pudiéramos reabrir los comedores. Entonces, ¿cómo hacíamos? Estaba comenzando el sistema de viandas, 39.000 viandas que se amplió, con un sistema en el interior de ir a buscar a la panadería del pueblo que hiciera viandas para los chiquilines. Estábamos con mucha preocupación financiera y presupuestal. Y ahora estamos con más de 65.000 viandas que estamos entregando, y casi 7.000 tickets o trasposiciones en las asignaciones familiares.
-¿Qué evaluación hace hoy de la vuelta a clases en las escuelas rurales, el primer paso que dio el gobierno en el retorno a la normalidad?
-Muy positiva. En un momento de incertidumbre y miedos, cuando no hay certeza total y no existe el riesgo 0, quiero destacar el valor de la escuela pública uruguaya. Mientras muchos suspendieron sus actividades y se fueron para la casa, las maestras y los funcionarios de la educación siguieron turnándose para brindar el servicio de alimentación por viandas. Lo segundo fue esto: la vuelta a las escuelas rurales. Muchos dijeron que era un error, que íbamos a generar un problema a nivel nacional porque la pandemia se iba a extender, y sin embargo, dialogando y negociando, logramos establecer un protocolo, y paulatina y escalonadamente logramos todo un proceso y hoy estamos en 1.011 escuelas rurales abiertas en todo el país.
Fueron las maestras las que salieron, las que abrazaron el protocolo y tuvieron que readecuar no solo desde la virtualidad su tarea, sino adecuarse a la presencialidad, porque yo vi lagrimear a maestras porque no podían abrazar a sus alumnos al llegar. Entonces, mucho orgullo, mucha responsabilidad y mucho reconocimiento, en lo educativo, pero también en lo sanitario. Porque no en vano las cosas están como están: porque hubo un cumplimiento estricto de un protocolo.
-¿Hay inconvenientes en el transporte público para llegar a las escuelas?
-Sí. Es uno de los grandes problemas que tenemos, yo lo hablé con el ministro (de Transporte, Luis Alberto) Heber y lo voy a volver a hablar. Nosotros tenemos dos problemas, uno el transporte interno, departamental, donde hubo muy buena disposición con la Intendencia de Rivera, la Intendencia de Maldonado, son dos casos concretos donde los inspectores me dijeron: "Las intendencias nos solucionaron todo". Pero luego está lo interdepartamental y ahí tenemos problemas, porque los docentes que viajan de un departamento a otro, por ejemplo, los de Minas que van a Maldonado, tienen problemas y eso está afectando la concurrencia, y dificulta, porque además hay menos frecuencia. Hay que reconocerlo y solucionarlo.
-El docente y ensayista Pablo Romero, me decía en nota para 970 Universal, que no llega a 40% la cantidad de estudiantes que han estado conectados al Plan Ceibal y la educación remota, y en las últimas semanas incluso descendió a tres de cada 10 alumnos. Y si vamos a los que realmente hicieron las tareas, fueron menos todavía. Él decía, según datos del Plan Ceibal, que en las últimas dos semanas de mayo, la conexión fue cada vez menor. En Primaria, por ejemplo, solo el 26%. ¿Qué me dice?
-Que fue uno de los motivos por los cuales queríamos volver a clases cuanto antes, y solicitamos a las autoridades sanitarias: "Por favor, dígannos cuándo puede ser. Queremos volver ya a la presencialidad". Así sea esporádicamente, secuenciadamente, en forma perlada un día sí y un día no. En Primaria dicen que tenemos solo un 5% de niños que no están conectados por algún sistema, o WhatsApp, entrega de fotocopias, redes sociales, emails. Pero cuando vas a un medio efectivo de enseñar y aprender, donde está probado que la educación a distancia se desarrolla a través de plataformas educativas, la cuestión se te cae drásticamente.
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La escasa conexión con el Plan Ceibal fue uno de los motivos por los cuales queríamos volver a clases presenciales cuánto antes. Así sea esporádicamente, en forma perlada un día sí y un día no. En Secundaria o UTU la situación es peor"
Y la situación es muchísimo peor en el Consejo de Secundaria o en UTU. Era vital volver a clases por tres cosas que hemos definido (y está Adriana Aristimuño liderando ese proceso): Primero, tener a ciencia cierta y de la mayor manera posible evidencia sobre la vinculación de nuestros estudiantes a este proceso, cuál ha sido. Segundo, tener evidencia sobre el avance curricular que hubo, qué grado de cumplimiento de los distintos objetivos. O sea, en criollo, qué aprendieron. Y tercero: evaluación. Y no hay que tenerle miedo a la evaluación. En esa evaluación, ¿vamos a decir quién pasa y quién no pasa? No. Esta evaluación es para lograr evidencia sobre qué hemos logrado aprender y a partir de ahí tomar decisiones informadas.
-Claramente hay un problema de conexión del alumno con el sistema...
-Sí, sí, tenemos un problema de conexión, tenemos un problema de dispositivos, y de formación nuestra. Nosotros tenemos que decir: "Muchos de nosotros no tenemos formación -y me incluyo- para enseñar a distancia".
-Si discriminamos por quintiles socioeconómicos, los sectores más desfavorecidos, en contexto más crítico, fueron los que menos se conectaron. Es dable pensar que la inequidad aumentó, se amplió esa brecha.
-Se mantuvo o se aumentó, eso es cierto. Y esa es una de las razones por las cuales empezamos por las escuelas rurales, y ahora seguimos por las escuelas Aprender y las de tiempo completo, que atienden al 40% de los niños más pobres del Uruguay. Hay una vulnerabilidad afectaba fuertemente por la ausencia de lo presencial. Porque, además, no es sólo aprendizaje, sino que también hay derechos humanos que se ven vulnerados por cuestiones de maltrato, por cuestiones de violencia, están las cuestiones alimentarias, las cuestiones de salud. Están las cuestiones de socialización y de vínculo. Muchos niños -lo decían los maestros- en la soledad absoluta de los mayores, su contacto con la escuela significaba el único contacto con sus pares.
Y además te lo dice la Unicef, te lo dicen los especialistas científicos: no se tiene evidencia a ciencia cierta sobre cuál ha sido el impacto por el cierre de las escuelas en relación al Covid-19; sí se tiene evidencia sobre el impacto y afectación de nuestros niños y jóvenes, sobre todo los más vulnerables. Hay que trabajar para atender eso.
-En lo remoto había un gran riesgo en que dada la imposibilidad de ir a clases, muchos estudiantes terminen desertando. Solo cuatro de cada 10 jóvenes consiguen terminar el ciclo educativo obligatorio. ¿Cómo se hace para atraerlos y no permitir que terminen abandonando?
-Una de las medidas fue ésta que tomamos: resolvimos comenzar por vulnerabilidad social y vulnerabilidad de aprendizaje. Empezamos por los sextos años. El lunes empezaron todos los sextos años, y los terceros (un símil de sexto) de los bachilleratos y de la UTU, porque la vulnerabilidad académica está ahí. Uno de los graves problemas que tenemos es la culminación del ciclo educativo, solo cuatro y algo de cada 10. Entonces, algo hay que hacer.
¿Por qué pedimos que habilitaran las mesas de exámenes? Porque tenemos 5.000 estudiantes en Secundaria y unos 2.000 en UTU que tienen pendiente uno o dos exámenes para culminar la educación media superior. Por favor, déjennos cerrar ciclos. Que se habiliten las mesas de exámenes, a los chiquilines les damos un tiempo para que se preparen, se presenten y culminen un ciclo.
-¿Y una vez que pase la pandemia?
-Una vez que pase la pandemia creo que todo el sistema educativo medio, sobre todo el secundario, que atiende unos 300.000 estudiantes (100.000 en bachillerato y 188.000 en ciclo básico) tiene que cambiar drásticamente su matriz. Tiene que cambiarla desde dos perspectivas: la matriz curricular, y de funcionamiento de los centros educativos, y acompañado a eso, la formación de los docentes y las herramientas que éstos tienen para el ejercicio en su función. Sobre la matriz curricular, tenemos que aggiornarnos hacia perfiles de egresos que atiendan las competencias de los jóvenes, y que la educación secundaria tenga un fin en sí mismo.
La educación secundaria hoy por hoy sigue siendo propedéutica y sigue siendo el paso previo a un estudio superior. Y eso hay que cambiarlo. ¿Cómo? Mediante la incorporación efectiva de la tecnología, del arte, del diseño, del trabajo a través de proyectos. Y que vos la matemática la aprendés aplicándola en una huerta, en distintas actividades. Ellos tienen que saber para qué están aprendiendo un teorema, y qué herramientas te da, para luego desarrollarlas en la vida en sociedad.
-El diseñador de juegos e investigador académico Gonzalo Frasca insiste con incorporar los videojuegos como herramienta para aprender y enseñar.
-Sí, sí, comparto. Es un debe que tenemos y debemos avanzar en ese sentido. Hay mucha gente que ha escrito mucho de esto, lo que pasa que nosotros tenemos mucha teoría, nos ponemos de acuerdo, pero llegamos al aula y todo sigue exactamente igual. Vos y yo fuimos a jardinera y vos trabajabas en una mesa, con tus compañeritos, te relacionabas a través del juego, aprendías motricidad con plasticina. Llegaste a primero de escuela, y estaba el método vareliano: quietito ahí detrás de un pupitre, con la túnica y la moña, no te podías mover, había rezongo. Una maestra que te explica y vos tomando nota. ¿Por qué tenemos los fracasos que tenemos en primero de escuela? Porque se da esa situación, ese cambio. ¿Por qué tenemos el fracaso que tenemos en primero de liceo? Porque tú venís de una maestra generalista que te ayuda, que te acompaña, que te atiende, y pasás a tener 12 o 13 docentes, cada una con su disciplina, donde la mayoría no articula con otros docentes, donde no trabajan a partir de proyectos, que uno trabaja una cosa y otro trabaja otra. No hay una línea que sea transversal al aprendizaje del niño que ingresa y tiene un brusco cambio de una escuela con docente único a ese otro sistema con muchos docentes.
"Una vez que pase la pandemia creo que todo el sistema educativo medio, que atiende unos 300.000 estudiantes tiene que cambiar drásticamente su matriz. Desde lo curricular, y de funcionamiento de los centros educativos, a la formación de los docentes"
¿Hace cuánto que vos como periodista escuchás todo eso? Yo creo que ha llegado la hora que tomemos una decisión. Yo lo vivo diciendo en las comunidades: la enorme mayoría de los docentes quieren tomar decisiones, están de acuerdo con eso. Tienen que hacer sentir su voz.
-Este lunes 1° comenzaron las clases en 403 escuelas, en 70 locales de UTU habilitados, y 135 liceos habilitados en Secundaria. Volvieron 90.000 estudiantes, entre 70.000 escolares y unos 20.000 de educación media (algunos vuelven un día, otros otro día de la semana, manteniendo la distancia). ¿En qué consiste el protocolo sanitario?
-Tenemos dos protocolos sanitarios: uno para docentes y funcionarios, en donde nosotros seguimos los lineamientos generales del MSP, y luego uno de aplicación solo para estudiantes. Tenemos uno primero solo para las rurales (para funcionarios y estudiantes), luego uno solo para funcionarios y un tercero que es solo para estudiantes y centros educativos. Tiene normas vinculadas a la prevención, al cuidado personal y al cuidado colectivo.
El cuidado personal con foco en los estudiantes y con algunas disposiciones, como el uso del tapabocas, cuándo son obligatorios y cuándo no; el aseo de manos, el uso del alcohol en gel, el distanciamiento mínimo y permanente que hay que mantener en un aula, las cuestiones vinculadas a la limpieza de los baños y los pasillos, a evitar aglomeraciones. Es decir, todo lo que nos han dicho y nosotros tomamos de diversos documentos que nos ha presentado ya sea el MSP o el Grupo Asesor Honorario del Poder Ejecutivo.
-"Hay un mar de incertidumbres respecto al protocolo sanitario. Parece que en la nueva normalidad primero se comunica y después se empiezan a construir", dijo Elbia Pereira, secretaria general de la FUM, quien dijo que los maestros no fueron consultados. ¿Tienen algo de razón los sindicatos?
-Yo siempre creo que debemos estar abiertos al diálogo y la conversación permanente con todos los actores. Pero acá no hay cogobierno, y las decisiones que son inherentes al gobierno las toma el gobierno. Y acá no es que primero se comunica y luego se organiza. No, acá como entidad responsable del gobierno se tomó una decisión en diálogo con entidades técnicas de los distintos consejos, con los consejos, y a partir de ahí se diseñó un cronograma de retorno. Y luego, en todo lo que tiene que ver con la cuestión vinculada a condiciones de trabajo, seguridad y salubridad, se conversó con los sindicatos, se conversó con el MSP y ahí se diseñó -y se está diseñando- todo lo que tiene que ver con el regreso.
-El tapabocas no será obligatorio en Primaria; sí en UTU y Secundaria. ¿Qué pasa si un liceal va a clases sin tapabocas? ¿No se lo deja ingresar al aula?
-No está establecido. Tuvimos una cosa muy innovadora y no estuvimos exentos de críticas: muchos de los que reclaman y que critican el centralismo, y dicen que no puede haber directivas para todos en todo el país, ahora nos criticaron porque solo dimos orientaciones generales. Si nosotros venimos diciendo desde hace mucho tiempo que los centros tienen que tener autonomía para la toma de decisiones, tienen que empoderarse a las comunidades de las escuelas, los liceos y la UTU, ¿qué vamos a hacer? ¿Vamos a llegar y decir: "Tienen que entrar a las 8, a las 8.15, y a las 9"? ¿Vamos a decir: "Si no usan tapabocas, vamos a sancionar con A, B y C"? No, nosotros decimos: "Señores, estas son las orientaciones generales, estos son los protocolos, que cada comunidad se organice".
Yo estoy seguro que el diálogo pedagógico, el buen vínculo entre los docentes, entre los propios estudiantes, aquella concientización de que el cuidado de uno es el cuidado de todos va a hacer que todos los estudiantes usen tapabocas mientras estén en un centro educativo. Pero bueno, nosotros estamos distribuyendo tapabocas en los centros educativos, aunque no tenemos para todos, vale aclararlo.
-¿Cómo hacer para que los niños en el recreo no se toquen, no jueguen, no estén en contacto físico y respeten el distanciamiento físico de dos metros que está en el protocolo?
-¡Es muy complicado! Lo que están haciendo muchos es, junto con los profesores de educación física de los centros, no dejan el recreo tan librado a las actividades propias de los niños sino controlado con juegos. Por ejemplo, vi que ponían círculos en las distintas partes del patio (el recreo es por clase o por grado), entonces juegan a ir saltando o pasarle a otro algo, siempre tratando de evitar el contacto físico. Es decir, recreos más controlados por adultos.
-¿Qué pasa si un escolar o liceal es sospechosos de coronavirus? ¿Cómo se actúa?
-Me hicieron notar que en el protocolo tenía que eliminar la palabra "sospechoso" y decir las cuestiones que podían ser "causa de" o "consecuencia de", entonces lo pusimos expresamente. Pusimos en el protocolo que no concurran al centro educativo si tienen algún síntoma, requieran la asistencia del médico (moco, fiebre, moquillo, falta de olfato, estornudos), consulten a su médico, informen al centro educativo, que está en contacto con la División de Salud de la ANEP, quien a su vez está en un trabajo muy coordinado con el MSP. Y pusimos en el anexo 2 del protocolo todas las medidas a desarrollar si llegara a aparecer un caso de coronavirus: inmediatamente dar cuenta a la División Salud de la ANEP, ésta se contactará con el MSP, se dispondrá el cierre del centro educativo por lo menos por un día, se desinfectará el aula o los lugares donde haya estado el niño, eso lo resolverá el MSP. Y pusimos que los centros educativos deberán tener bien determinado quiénes son los que están en cada salón determinado, y quiénes rotan durante el día en ese salón de clase, porque si aparece un caso, hay que testear a los otros que estuvieron.
-Ha dicho que se apostaría a la autonomía de los centros educativos para que tomen las mejores decisiones en diálogo con la comunidad. Pero cuando la escuela 56 de Maldonado -hoy no habilitada- tuvo un problema con la bomba de agua y la refacción de los baños, usted se descargó: "¡Tanto que se hablaba de descentralización y autonomía y de que las comunidades resolvieran y atendieran sus problemáticas, ahí lo tienen! Nosotros lo estamos llevando adelante". ¿Y la autonomía de la comunidad educativa?
-La descentralización es una utopía si vos a las comunidades no les das recursos: recursos humanos, recursos materiales y recursos formativos en general. Si yo les digo a las comunidades educativas: "Hagan lo que ustedes quieran", puede ser un problemón. Ahora fue algo gradual. Les dijimos: "Ustedes tienen un curriculum, un plan, un programa, lineamientos generales (cuántos días a la semana como mínimo, qué horarios atender, qué medidas sanitarias), bueno, con el apoyo de las inspecciones establezcan el proceso de regreso a la presencialidad". Les dimos lineamientos generales y después deciden ellos, cada comunidad educativa.
"Debemos estar abiertos al diálogo y la conversación permanente con todos los actores. Pero acá no hay cogobierno, y las decisiones que son inherentes al gobierno las toma el gobierno"
Pero si después no tienen recursos económicos para contratar a quien tengan que contratar, si no tienen formación para hacer un relevamiento de cuáles son las necesidades, ¿cómo lo hacen? Todas esas son cuestiones que vamos planificando y avanzando de a poco. Lo mismo con la bomba de agua. Nosotros a nivel central no podemos estar atrás de una bomba de agua de una escuela. Tenemos 2.779 centros educativos en todo el país. Hoy de mañana (el martes) me desperté con un problema en la escuela 108 de Ciudad del Plata, que el baño de niñas está sin agua porque no les funciona la bomba. Y bueno... ¡acudieron al máximo nivel (de autoridad) para solucionar una bomba de agua! Entonces, se están poniendo sanitarios, electricistas, distribuyendo partidas a las comisiones descentralizadas para que sean ellos los que atiendan esos problemas.
-¿Por qué es tan importante el cambio en la gobernanza de la educación?
-Creo que es importante porque tenemos que generar un proyecto articulado y coordinado, tenemos que transformar a los consejos de educación en órganos que tengan fuertes equipos técnicos para la toma de decisiones en sus respectivos niveles, que potencien la carrera profesional en lo docente y en lo no docente. Pero que sean órganos altamente ejecutivos, que actúen de forma coordinada y articulada con un consejo colegiado central que va a ser el Codicen.
El Codicen tiene un cometido y hoy por hoy no lo cumple, que es ser un órgano coordinador, articulador, diseñador y ejecutor de la política pública nacional en materia educativa no universitaria. Tiene órganos que son especializados en los distintos niveles, pero que son hacedores de la política pública en esos niveles, que son Primaria, Secundaria, la UTU y Formación Docente. Hoy por hoy hay una desarticulación y falta de coordinación total entre Primaria y Secundaria. Es un gran esfuerzo que estamos tratando de hacer con la estructura que tenemos, con órganos colegiados, porque todo se delibera. Acá faltó ejecutividad en la toma de decisiones. El cambio en la gobernanza apunta a fortalecer lo técnico institucional, que eso te lleva a que cambian los gobiernos y eso continúa, a que haya un único órgano de coordinación y deliberación, que es el órgano central, y después órganos ejecutivos técnicos administradores de los servicios.
-En cuanto a la profesionalización docente, ¿se tenderá hacia una formación universitaria de los docentes?
-Totalmente. Nos comprometemos a eso. Es un compromiso asumido tanto por el ministro de Educación como por mí, de que vamos a terminar este período de gobierno con maestros y profesores con título universitario.
-¿Es necesaria una reforma de la educación?
-Yo creo que es necesaria una transformación de la educación. La reforma es hacer ajustes en cuestiones que vienen funcionando desde determinada manera. Nosotros tenemos que cambiar la matriz en algunos de nuestros subsistemas, desde la gobernanza hasta la gestión, hasta la concepción del sistema educativo. Hay que transformar la educación y tiene pilares fundamentales: tiene que hacerse efectiva la centralidad en el niño, en el estudiante, y para ello tenés que desarrollar acciones en lo curricular, acciones en la gestión y acciones en la formación docente.
-El ex director de Primaria, Juan Pedro MIr, dijo que por el imperio de lo cotidiano los educadores venían posponiendo el pensar en la educación digital. Y ahora, por la coyuntura, debieron atenerse a enseñar y evaluar desde una portátil. Esto parece ser una oportunidad... perdida. Sería bueno tener aceitada la educación virtual y no esperar a usarla en la próxima pandemia, ¿no le parece?
-Exacto. Estoy de acuerdo. El otro día tuvimos una reunión con Leonardo Folgar del Plan Ceibal... porque es un gran debe que teníamos: la muy mala articulación entre el Plan Ceibal y la ANEP. Estamos trabajando para mejorar eso, y para que la pandemia no haya sido una excusa para volver a la virtualidad, sino que la pandemia sea el gran disparador de una educación articulada entre la presencialidad y lo virtual.
-Cuando todo esto pase, ¿le interesa aplicar la idea de EdUy21 de un marco curricular común de 3 a 18 años?
-Ya tenemos algo... y sí, creo que hay que hacerlo. Hay que avanzar mucho más, pero ya tenemos un marco curricular que nosotros diseñamos (yo cuando era consejero trabajé mucho para que ese marco curricular se llevara adelante), trabajó un equipo que coordinó el mismo, y lo tenemos, habrá que ajustar cosas. Es un gran paraguas que objetiviza todo el trayecto educativo del estudiante, que pone el centro en él. ¿Qué hace un marco curricular común? Dice cuál es el perfil de tramo o de egreso que tiene que tener un niño mientras va pasando su ciclo. Qué es lo que esperamos que Fulanito mientras hizo de primero a tercero logre aprender, cuáles son las competencias fundamentales que tiene que tener cuando llegue a tercero o a sexto. Eso te facilita a vos que diseñes progresiones donde dialogue la matemática con la lengua y con la ciencia para lograr ese conjunto de competencias que van mucho más allá de los contenidos asignaturistas.
-¿Llevará adelante la construcción de los famosos 136 liceos modelos que había planteado Talvi en campaña o no es prioridad?
-No pusimos el número 136 en el documento Compromiso por el País, pero sí vamos a diseñar centros educativos modelo para atender en las zonas más vulnerables del país y transformar la educación media. Vamos a tomar muchos que ya existen, que ya están trabajando, y vamos a generar nuevos.
"La descentralización es una utopía si vos a las comunidades no les das recursos: recursos humanos, materiales y formativos. Si yo les digo a las comunidades educativas: 'Hagan lo que ustedes quieran', puede ser un problemón".
-¿Cómo le cambió la vida la asunción de la presidencia del Codicen? ¿Duerme menos?
-Drásticamente. Para dormir tengo que tomar algo... Mi esposa me compró cosas naturales. Pará que te muestro (va a buscar su mochila, abre un cierre y saca una caja con comprimidos). Equibral se llama. Tomo eso antes de dormir, y eso es lo que me ayuda a parar un poco la rosca. Me ha cambiado la vida en mi casa, en el diálogo con mi familia, tengo menos tiempo para todo.
-¿Es feliz?
-Sí, plenamente. Tengo un poquito la cuestión ésta que vos decís... Tanto que deseabas llegar, llegás y tenés que atender este problema. Es como cuando querés dormir y se te rompe la cama. Sabés que tenés que arreglarla para poder dormir en ella, pero también ves que tenés que limpiar, pintar las paredes, cambiar las luminarias, cambiar el picaporte. Yo llegué para todo eso y no lo puedo hacer porque tengo que arreglar la cama. Es un poco lo que me pasa ahora.
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