La Drug Enforcement Administration (DEA) emitió una advertencia a Uruguay en 2010 porque el Cartel de Sinaloa pretendía matar al entonces director de Tráfico Ilícito de Drogas, Julio Guarteche.
Según informó en su momento el periodista Gabriel Pereyra en su libro Matar al mormón y ahora dio más detalles El País, sicarios habían sido enviados por el cartel de México.
Además, en los documentos del organismo estadounidense se incluía a otras personas que posiblemente podrían ser víctimas de la operación, como la fiscal Mónica Ferrero y el entonces juez de Crimen Organizado Jorge Díaz.
Varios de los ataques que se pretendían perpetrar en Uruguay se harían a través de explosivos y buscaban eliminar a la “primera línea” de autoridades uruguayas que trabajaban contra el narcotráfico.