Mauro Martínez falleció el pasado miércoles sobre la tarde, luego de que recibiera un balazo en la cabeza mientras jugaba en un fútbol 5 en el Polideportivo de Carrasco, en la zona de Bañados de Carrasco. 

Martínez, conocido como “el Gordo Mauro”, tenía cinco antecedentes penales y varias indagatorias por droga. La Policía lo ubicaba como cabecilla de la banda narco Mafilia, que opera en el barrio Villa Española. 

A Martínez lo intentaron matar dos veces más, antes de que le dispararan mientras practicaba deporte. El puntapié fue porque el Gordo Mauro robó cocaína. Dijo que la pagaría, pero eso nunca pasó. Sus homicidas, se presume, tienen la certeza de que el delincuente vendió la droga y no quiso devolver el dinero que tendría que haber abonado por ella. 

La Fiscalía, a cargo de Carlos Negro, investiga el caso como un presunto sicariato dado que el objetivo claro de los asesinos era terminar con la vida de Martínez. 

De hecho, la víctima del disparo mortal lo sabía y en el último tiempo se estaba moviendo en un auto blindado. Esto último le salvó la vida la primera vez que quisieron matarlo, cuando ingresaba a un complejo de apartamentos de lujo en Ciudad de la Costa (Canelones). 

El Gordo Mauro no era un narco con demasiada experiencia, pero tampoco su nombre era novedad en el rubro. Tras su muerte y a sabiendas de su reputación, la Policía se puso en alerta dado que es de esperar que haya represalias por parte de los “compañeros” del fallecido. 

En caso de que se busque venganza, la zona de Villa Española podría volver a estar en el centro del conflicto narco uruguayo. El año pasado el barrio vivió algo similar con las reiteradas disputas a tiros entre los Suárez y los Albín, lo que llevó a que el Ministerio del Interior ordenara la saturación del barrio capitalino.