Por CÉSAR BIANCHI
Es politóloga, tiene 53 años y quiere ser presidenta de la República, a pesar de su corta carrera política. Llegó al sistema bajo el ala de Lucía Topolansky, pero la primera senadora (y el MPP todo) apoyaron la candidatura de Tabaré Vázquez, justo cuando Constanza señalaba lo añoso que estaba el ex presidente y pedía a gritos una alternativa. Como nadie se hizo cargo de su prédica, ella misma asumió el desafío.
"No soy más ni menos que nadie", me dijo en su despacho al día siguiente de ser oficialmente precandidata del Frente Amplio, café mediante y a un metro de un libro sobre Idea Vilariño que tiene abandonado, entre tanto trabajo parlamentario.
-El 12 de julio publicó un artículo en Brecha donde aclaraba desde la primera oración que no quería ser candidata y no se estaba proponiendo para serlo. ¿Qué pasó desde entonces al día de hoy?
-Lo que pasó fue que yo quería otra cosa. Mi idea era que existiera una candidatura alternativa (a Tabaré Vázquez) basada en que hubiera otra generación de relevo que se presentara a las internas. En ese momento había salido una nota en La Diaria donde decía que algún sector analizaba presentarme a la interna del FA. Y yo aclaraba que en ese momento no pensaba en eso, pero sabía que había un grupo de gente que buscaba alternativas y grupos que se constituían en las redes, alguno se hacía llamar Constanza 2014. Hice esa consideración pensando en algún otro, en alguien más instalado en la política que yo. Pero los grupos terminaron de consolidar su apoyo a Vázquez (FLS, PS y MPP) y pareció quedar poquito espacio para otra alternativa.
-Y tampoco apareció nadie que se hiciera cargo del llamado a alternativas y se autoproclamara.
-Cierto. No es necesario que alguien se autoproclamara candidato, pero tampoco nadie que mirara con buenos ojos esa idea. Finalmente, esa idea quedó sin nombre. Llegado el momento, el único nombre alternativo vigente era el mío, entonces decía sí o esa idea de una alternativa moría. Entonces, acepté que se considerara mi nombre para que el FA se diera la instancia orgánica para decidir si lo aceptaba. Este es el planteo ahora, que hay un grupo que puede llevar este nombre para que los organismos del Frente decidan.
-Ese grupo es el PVP, pero también el sector Ir de Alejandro Zavala plantea apoyar su candidatura...
-Exacto. El sector Ir no lo ha decidido, aunque tampoco tiene participación en la orgánica.
-El PVP integra el Espacio 609, al que pertenece.
-Así es. Como también están los Claveles Rojos de Víctor Vaillant, Agrupación Masoller, donde estaba Jorge Saravia (que se fue al Partido Nacional), personalidades sueltas como (Alberto) Couriel, yo, el grupo Atabaque de la mae Susana Andrade. Lo que pasó ahora es que algunos diputados como Martínez Huelmo de Masoller, Grobba y Gonzalo Mujica dijeron que ellos, como integrantes, respaldarían lo que dijera el MPP y no mi candidatura, que está planteada por un grupo del Espacio 609.
-El domingo, en la sede del PVP, dijo que no quería confrontar con Tabaré Vázquez, pero algunos días antes había señalado que Vázquez estaba algo mayor para ser presidente. Y hay quienes lo ven como una crítica. Incluso algunos pueden agregar que Vázquez tiene 75 y Mujica, a quien apoyó, 78.
-Yo lo que digo es que la interna no puede ser confrontativa, tiene que sumar, porque al FA lo que le sirve es que tenga muchos votos, demostrar que está vivo. Ese es el interés primordial, entonces para eso la interna tiene que ser de guante blanco. Debe ser en un ambiente fraterno y cordial, y Tabaré está diciendo lo mismo. Ahora, que yo haya dicho que Tabaré está muy mayor... bueno, eso fue súper explotado por los periodistas siendo que lo dije en el marco de una reflexión general más amplia, en un acto de la Coordinadora B. Lo que quise decir con eso es que quería figuras de relevo generacional en la política.
-...y dirigentes más jóvenes.
-Sí, también eso. Pero ojo, de mí también han dicho unas cuántas cosas, como que es una candidatura poco seria, entre otras, que no quiero comentar.
-Pedía un recambio generacional, como el que pedían algunos en la selección antes de estos últimos triunfos...
-Sí, algo así.
-¿Qué le pareció el jingle en base al hit brasileño "Ai, se eu te pego", de Michel Teló?
-Jaja, ¡siempre me ponen canciones brasileras! Debe ser porque viví muchos años en Brasil. Me pareció muy divertido. Lo mejor fue que me hizo reír en un escenario algo tenebroso... me maté de la risa. Fue gracioso porque improvisaron en un puf, entonaban y afinaban mal, fue divertido.
-¿Y quiénes son esos jóvenes? Ya se habla de "La Cámpora" de Constanza... Y también apareció Bordaberry cantando "Puerto Montt".
-¡No sabía que se hablaba de "La Cámpora" de Constanza! Parece que va a ser una campaña musical, jaja. Una de las cosas que noto es la increíble actividad en el ciberespacio: Facebook, Twitter, las redes, tienen una importancia que no tenían en la campaña anterior. Le pone otra cosa a la campaña, es otro escenario. Y se le suma la prensa, atenta a todo lo que se dice en redes sociales. Pero hay que tener cuidado, porque es terreno resbaladizo. Con respecto a estos chicos: yo no sabía quiénes eran. Me encontré con algunos el domingo en la sede del PVP.
Cuando uno me entregó la bandera, lo identifiqué como uno de los jóvenes del PVP.
-Usted llega a la política activa y a un puesto en el Parlamento, bajo el cobijo de Lucía Topolansky y José Mujica. Pero el MPP no pensó en usted y avaló a Vázquez como candidato. ¿Cómo es su relación hoy con Topolansky?
-El MPP tomó la decisión de avalar la candidatura de Vázquez, pero yo con Lucía trabajo todos los días, de hecho ahora en la comisión de Presupuesto. Tengo una relación cordial y amable con Lucía, con (Ernesto) Agazzi, con (Héctor) Tajam y una reunión de la bancada del Espacio 609 todos los lunes en el despacho de Lucía.
-Pero eso es trabajo. ¿Es un trato meramente profesional?
-Sin dudas, ser político es un trabajo.
-Lo sé, pero pregunto: ¿la relación hoy es menos cálida que en otros momentos?
-No, no es menos cálida.
-¿No le hubiera gustado que pensaran en usted como alternativa, en vez de que la idea salga de un grupo de jóvenes que usted ni conocía?
-Es que existe desde hace muchísimo tiempo la idea de la inevitabilidad de la candidatura de Vázquez. Esto yo lo sé desde hace mucho tiempo. No esperaba otra cosa, quizás esperaba que el pronunciamiento se hiciera en ese momento. Pero que una gran parte del MPP entendía que era inevitable la figura de Vázquez como candidato, yo lo sabía.
-¿Y usted dijo en su momento que no estaba de acuerdo?
-Uff, siempre. Siempre.
-Pero usted no integra el MPP, sino el Espacio 609...
-Claro, el Espacio 609 se nutre del MPP, más blancos y colorados escindidos y algunas figuras independientes. Es un espacio abierto y no hemos tenido un funcionamiento muy orgánico, salvo en la tarea parlamentaria, porque el PVP es pequeño pero es un partido, y Couriel y yo somos independientes, y otros grupos son más pequeños. El MPP es el que inventó ese espacio, pero yo no participo en los congresos y las elecciones del MPP. Tampoco participo en las del PVP.
-¿Se siente cómoda siendo independiente? ¿O desearía tener otro respaldo partidario?
-Muy cómoda. Pero bueno, pertenezco al Frente...
-¿Se siente capacitada para ser presidenta de la República?
-Siempre dicho que si queremos dirigentes capaces tenemos que hacer un llamado a concurso y no hacer elecciones. Con las elecciones manda la voluntad popular, no elegimos personas capaces. Pero no me creo más capaz que nadie, ni menos tampoco.
-¿Presidente o presidenta?
-Yo uso la declinación, ahora que soy presidenta de comisión de Legislación. Ope Pasquet me llama y dice "presidente" y yo le digo que diga "presidenta" y contesta que se atiene al castellano puro. Se usan los dos. Cuando me complican mucho la vida con "los" y "las", he propuesto usar todo un año el femenino como genérico.
-¿En qué ha influido su oficio de politóloga a la hora del accionar parlamentario?
-Es una preparación, buena. La preparación en ciencias sociales es una buena preparación para la política. Te da un campo de perspectiva de la salud, de la educación, de las relaciones exteriores, que están en tu libro de todos los días. No es lo mismo que un agrónomo, o un médico, que pasan cinco o seis años estudiando las células y anatomía. Para nosotros es nuestro propio campo de estudio.
-¿Lo de médico lo dijo por alguien en particular?
-Jaja, no, no... Lo digo porque hay muchos médicos en política. Durante mucho tiempo la política se nutrió de abogados. Se consideraba el campo afín para la política. Y luego se produjo un cambio a través del crecimiento electoral de los partidos de izquierda. Ahí llegaron las nuevas profesiones de los políticos: las ciencias sociales, además del derecho y las ciencias vinculadas a la educación. Yo sería un caso típico de lo que se ha dado en llamar "las nuevas élites" de la política.
-¿Cree en definiciones de derecha e izquierda, centroderecha y centroizquierda?
-Sí, claro. Y además de definiciones de tipo ideológico, definen un espacio: vos estás a la derecha de algo o a la izquierda de algo. Y eso en cada país se mide distinto. En las ciencias sociales tenés grados, del 1 al 10. Acá en Uruguay el 2 podría ser el Partido Comunista, en el 1 no hay nadie... ¿Cómo llegamos a eso? Le preguntás al candidato dónde se coloca, luego a la opinión pública y después a los partidos cómo se ven los unos a los otros. Ahí ves cómo la izquierda se siente izquierda pero la derecha no se reconoce derecha.
-Porque está mal visto...
-Sí, después de la II Guerra Mundial, donde la derecha está asociado al nazismo y al fascismo. Ahora se usa un poquito más, pero en general la derecha no se reconoce derecha. Y muchos se identifican como "centro" algo, porque no quieren estar en los extremos. Los extremos no son el 1 y el 10, sino el 2 y el 9.
-¿Y dónde se ubica en ese espectro?
-En el 3. Izquierda, seguro. En el plano económico, la izquierda se identifica con el estatismo económico, pero en el político me identifico con lo liberal: despenalización de la marihuana, del aborto, ley de matrimonio igualitario...
-¿Está bien la política de buena vecindad con el gobierno argentino?
-¡Soy una firme defensora de esa política! Dicen que no ha dado resultados. Pero sí que ha dado: alguien de Cancillería llamó a que nos imaginemos cómo sería nuestra relación con Argentina si no hubiera Mercosur, acuerdos bilaterales, etcétera. América Latina tiene un liderazgo fuerte de Brasil. Si hay un tren que pasa no es Estados Unidos, es Brasil. Brasil privilegió su relación estratégica con Argentina, y nosotros estamos en el medio de ambos. La política de buena vecindad se impone, por la vía de los hechos, entonces Uruguay ha sido un ardoroso defensor de los tratados internacionales. No vamos a recurrir a la fuerza al lado de un "global player". Tenemos que negociar, negociar y negociar. Yo sé que si ellos se engripan, nosotros estornudamos. Pero tenemos una relación privilegiada con Brasil.
-Ok, pero Argentina nos ningunea todo el tiempo... hasta cuando viene Cristina a ser homenajeada con las llaves de Montevideo...
-Ellos ponen más plata en Uruguay que la que pone Uruguay en Argentina, y tenemos turismo argentino, le vendemos más productos de valor agregado que los que les vendemos al resto del mundo. Lo de "dijo" es secundario, en los hechos, son un socio fundamental. Me parece que se ve poco eso.Creeme que Uruguay tiene una relación privilegiada con Argentina y Brasil.
-Si llegara a ser presidenta, ¿cuál es el principal sector donde invertir dinero y esfuerzos: educación, salud, seguridad?
-(Piensa) Hay dos o tres temas centrales. Todavía quedan 70.000 hogares sin baño y cocina, 43.000 sin electricidad. O sea, lo primero es eliminar la pobreza e indigencia, eliminar las carencias críticas. En los hogares más pobres tenés niños, entonces al no tener baño, ahí empiezan problemas de salud. Esa es una plataforma mínima: que todos tengan agua potable y electricidad. El hacinamiento es un problema. Eso se está haciendo, y urge seguir con eso. Si no, no tenés crecimiento vegetativo de la población, por más crecimiento económico que tengas.
La segunda meta es universalizar, por lo menos, los primeros tres años de liceo. El tema del egreso en Secundaria nos tiene preocupados, tenemos una tasa de egreso muy baja y el contexto demanda siempre tener el liceo terminado. Hay mucha gente que busca trabajo y no lo encuentra, y se necesita mano de obra de algo, pero no hay gente que lo haga. Entonces, tenés asimetrías entre el mercado de educación y el mercado de trabajo que hay que resolver.
Y el tercer tema es todo lo del sistema de cuidados: hubo cambios muy importantes en las familias, que hacen que muchas mujeres queden solas cuidando niños pequeños y estando en el mercado de trabajo. Tenemos que tener un sistema donde la educación inicial de 3 a 5 y las escuelas tienen que ser de tiempo completo para que las madres que trabajan dejen a sus hijos ahí. Eso cuesta mucha plata. Pero es un problema que afecta a madres y niños.
-¿Qué piensa de la posible unión de blancos y colorados para desbancar al Frente Amplio en Montevideo?
-Como politóloga me encanta... me parece la innovación institucional más importante del sistema político de los últimos años. Por lo menos, después de la eliminación de la ley de lemas y la instauración del balotaje, de 1996. Después de esa reforma, sí, esto quizás sea lo más importante. Y no es casual: de aquellos polvos vinieron estos lodos. Tuvieron impacto en esta idea y en el funcionamiento de partidos. Es un acto de riesgo... Pero hace tiempo que esto se veía venir. Las viejas lealtades de padres a hijos ya no se transmiten: de padres colorados a hijos colorados, ponele. Lo tenés todavía con el Frente, pero con el tiempo también lo va a perder. Lo decía un estudio de Felipe Monestier hace unos años. Pero volviendo a lo que me preguntabas: es innovación política. Yo creo que no van a ganar las elecciones.
-Su respuesta fue de politóloga, pero como frenteamplista, ¿cómo lo ve? ¿Es riesgosa esa alianza para el FA?
-No. Siempre tengo la impresión de que el Frente compite consigo mismo.
-¿Debatiría con Vázquez?
-(Piensa) No creo que sea la idea... Tendría una conversación con Vázquez, no un debate. No me molesta debatir con nadie, debato con cualquiera.
-¡Falta debate!
-Falta sí, pero quizás lo mejor sería que debatiéramos contra blancos y colorados, que entre nosotros. Pero sí tendría con Tabaré una conversación sobre prospectos de la izquierda. Un debate es una contraposición de ideas y generalmente debaten personas con ideas diferentes; como el FA lo integran personas con un mismo programa, no vas a conseguir un debate programático. Las diferencias son matices, discusiones de estilos, de sensibilidades. Pero sí tendría una conversación... ¿cómo te dije?
-...de prospectos de la izquierda.
-Jaja, ¡eso!
-¿Va al teatro o al cine?
-Prefiero ir al teatro, voy más al teatro.
-¿Qué libro tiene en su mesa de luz?
-Tengo "Canadá" de Richard Ford y "La historia del amor" de Nicole Krauss.
-¿Es feliz?
-Jaja... ¿Si soy feliz? Bueno, estoy viva, y eso implica ser bastante feliz.
Montevideo Portal / César Bianchi
Fotos: Juan Manuel López