Ofendida con una integrante de Reencuentro de Veteranos de Ansina (agrupación que la había convocado un mes antes) y enemistada con el ícono de las Llamadas Julio "Kanela" Sosa, López asegura que ella es tan "de pueblo" que prefiere desfilar con comparsas chicas, sin grandes luminarias ni nombres favoritos que la apañen.

Esa misma imagen de "uno más del pueblo" hizo que la convocaran como panelista para Pasión de Carnaval, el programa de VTV que analiza cada etapa en el Teatro de Verano. Y ella, la vedette pulposa o "con carne", como le gusta decir, se siente maravillosamente por representar a la gente de su barrio y hablar con pocos términos académicos pero mucha elocuencia.

Con dieciséis Llamadas encima, la admiradora de Rosa Luna dice que ella no se incluiría en una lista de "vedettes importantes", aunque no reparte muchos elogios para sus colegas. Y critica a las agrupaciones que quieren "plata, plata y más plata", pero no invierten lo suficiente para ofrecerle un mejor espectáculo al público.


@chechobianchi


-Ibas a salir con Reencuentro de Veteranos de Ansina. Sin embargo, unas semanas antes de las Llamadas te fuiste y finalmente desfilaste con Kilembe, fuera de concurso. ¿Qué pasó?
-En Reencuentro de Veteranos de Ansina tuve problemas con la señora del hombre que saca la comparsa. Esta persona me faltó el respeto y yo me fui. Entonces recibí una invitación de Rodrigo Abreu, el hermano del Loco Abreu, que saca la comparsa Kilembe. Desfilé el jueves como invitada y fuera de concurso. Estuvo re lindo.

-¿Hasta el año pasado en cuál estabas?
-En Eleguá y en Serenata Africana, en dos a la vez. Se podía. Ya no: salió un reglamento este año que dice que la gente que hace Llamadas con una comparsa no puede hacer Teatro [de Verano] con otra. Y me quedé sin Teatro. Eso incluye los tablados.

-Tuviste que optar...
-No, no me dieron la opción, porque yo ya había dado la prueba de admisión, entonces ya no me podía bajar. Yo estaba en Senegal, con la que iba a hacer Teatro de Verano, pero no pude hacerlo.

"Cuando me llamaron de VTV, yo les dije: '¿Me estás jodiendo?'. 'No, te estamos hablando en serio', me dijo Fiorella Gutiérrez, la hija del Tano. Hasta no arrancar yo les decía: '¿No será una joda, no?'"


-Pero VTV golpeó tu puerta y te llevaron como panelista de Pasión de Carnaval, con Coco Echagüe y Marcelo Fernández...
-Enseguida de haberme ido de Veteranos [de Ansina], a la semana siguiente me llamaron de VTV para proponerme ser panelista de ese programa. Yo les dije: "¿Me estás jodiendo?". "No, te estamos hablando en serio", me dijo Fiorella Gutiérrez, la hija del Tano. Tuve dos reuniones previas y empecé. Pero hasta no arrancar yo les decía: "¿No será una joda, no? Porque yo no tengo ninguna experiencia televisiva". Y ella me dijo que me querían a mí, por mi forma de ser y de hablar, porque era la voz del pueblo. Querían que fuera yo misma.

-¿Te sentís cómoda? ¿Te gusta la experiencia?
-Me encanta, está buenísimo. Mi función es dar mi opinión sobre el espectáculo y sobre las personas que aparecen en cámaras. Al principio estaba re nerviosa, no es fácil hablar delante de una cámara y saber que del otro lado hay miles de personas que te están mirando.

-¿Te afectan las críticas, cuando son duras?
-Sólo me molestó la crítica de un viejo papafrita que no sé quién es, en una página de internet. El tipo dijo que yo era una "barrabrava" en el programa. Lo escribió en una página de Carnaval. Y se puso a opinar de mí en una página web que no tiene nada que ver con el programa Pasión de Carnaval. Lo escribió al otro día de la premiación de las Llamadas... Quedé re quemada. Pero excepto eso, gracias a Dios me encuentro con gente en la calle, o en el pedregullo del Teatro de Verano, y la gente me dice: "Nos encanta cómo hablás, que hablás por lo claro; seguí así que sos una de nosotros".

-¿Quedaste bien, en paz, con la decisión de hacer sólo Llamadas?
-No, quedé mal. Me quedé sin Carnaval, porque las Llamadas es un día solo. Y el Carnaval es todo el mes de febrero y parte de marzo, y me lo perdí... Pero me lo perdí: el reglamento salió después que yo había hecho la prueba de admisión. Cuando me fui a fichar para hacer Teatro, no me ficharon y ahí me informaron que no podía, porque ya estaba fichada en otra comparsa.

-¿Quién te enseñó a ser vedette? A saber cómo moverte, cómo bailar...
-Nadie. Autodidacta total.

-¿Mirando a quién?
-Mirando a mi abuela [María del Carmen "Capita" Silvera]... siempre le sacaba algún movimiento. Ella nunca fue vedette, pero bailaba el candombe a la antigua. Tengo muchos movimientos que los hacía ella. Pero me fui haciendo sola.


Cortesía de Yessy López

"Aprendí mirando a mi abuela [Capita Silvera]... siempre le sacaba algún movimiento. Ella nunca fue vedette, pero bailaba el candombe a la antigua. Tengo muchos movimientos que los hacía ella"


-¿Alguien te vio condiciones para sugerirte integrar una comparsa?
-Cuando arranqué empecé en la comparsa de mi barrio, La Sandupay, de La Blanqueada. Los que me incitaron a salir fueron mis amigos. Yo no quería y no quería, hasta que me convencieron. Me largué y en un desfile barrial me vio José De Lima, y me invitó para participar en Serenata Africana, eso fue en 2001. En el 99 y 2000 hice desfiles barriales con la comparsa de mi barrio, La Sandupay, y de ahí en adelante Serenata Africana y seguí... después que pisé por primera vez las Llamadas, nunca más paré.

-¿Qué es lo que te motiva tanto en las Llamadas?
-Es un día muy especial. A mí me pasan cosas ese día cuando voy desfilando: siento la energía, sensaciones que de repente a otra persona no le pasa. Está buenísimo. Salir y sentir que la gente grita tu nombre... prepararme todo el día para esa noche. Dedico todo el día para esa noche: mi ropa, mi pelo, mis uñas, todo, para la gente.

-¿Quién fue tu inspiración cuando arrancaste?
-Rosa Luna. La más grande de todos los tiempos. Para mí nadie se compara con ella, no va a surgir nadie que llegue a ser como ella.

-¿Por qué?
-Primero por el físico, tenía un físico impresionante. Era zarpada de grande y tenía carne, tenía abundante carne y era toda natural. Esas tremendas tetas, esas caderas enormes... La estructura de la mujer de hoy es mucha silicona. Se mata haciendo abdominales y de repente tiene tremenda forma, pero es exigida. Ya no se ve el cuerpo natural hoy en día.

-Y como vedette, ¿cuáles eran los atributos de Rosa Luna?
-La sonrisa que tenía era impresionante. No bailaba mucho, pero tenía un desplazamiento en la calle que caminaba y tenía una cosa... no sé cómo definirlo. Era una mujer increíble.

-¿Sabés que mató a un hombre?
-Sí, sé que mató a un señor en un cabaret, por defender a una amiga de ella. Yo creo que haría lo mismo. Si te tocan a un amigo, en ese momento hay que estar ahí. Yo creo que haría lo mismo. Ser mujer, sola, y tener que manejar la situación con un tipo alcoholizado, agresivo... yo que sé, en ese momento capaz que agarro una botella y le pego un botellazo, y lo mato igual. No tengo por qué darle una puñalada.

-¿Hay una suerte de duelo entre los hinchas de Yessy López y los de Tina Ferreira?
-¿Sí? No me consta...


"Sé que [Rosa Luna] mató a un señor en un cabaret por defender a una amiga de ella. Yo creo que haría lo mismo. Si te tocan a un amigo, en ese momento hay que estar ahí"


-¿Quiénes son las más populares, las mejores, para vos?
-Tina Ferreira. Yo no me creo importante, lo que pasa. A mí me dicen: "En tal lado estaban hablando de vos", pero yo no caigo... no me creo popular. Yo ando por la calle, voy al supermercado en chancletas. Capaz que hay otras que para ir a la esquina a comprar algo se producen todas. Yo no.

-¿Lo decís por Giannina Silva?
-Giannina, por ejemplo, se maquilla mucho, es compañera de facultad de un amigo mío. Ella va re producida a la facultad a estudiar. Yo me hago un moño así nomás en el pelo y voy para todos lados así como estoy.

-Pero si viene un extranjero y te pregunta cuáles son las mejores vedettes del Carnaval uruguayo, ¿qué nombres le das?
-Yo me voy a sacar de esa lista. ¡Le digo que Rosa Luna es la mejor! [Se ríe]. Y de la actualidad... ninguna.

-¿Ninguna es buena?
-De lo que hay ahora, sacando a Tina Ferreira -que tuvo su auge y su momento, y ahora es empresaria, se ha apagado un poco el personaje-, hoy en día, de lo que hay, ninguna. Y no le voy a dar mi nombre, porque sería una egocéntrica. Si me preguntara a dónde puedo bailar candombe, eso es otra cosa: ahí lo mando a ver Yambo Kenia, que es una de las mejores y siempre tiene buen espectáculo.

-Un prócer en las Llamadas es Kanela...
-...

-¿Por qué esa cara? ¿No te gusta su estilo?
-No es que no me guste... Sé que es una figura del Carnaval, pero no lo tengo allá arriba. Pero es popular, claro.

-No te simpatiza mucho...
-Es un referente del Carnaval, todo bien. Pero admiro más a otra persona que a él. Por ejemplo, al día de hoy, el Cheché Santos -que sale en Yambo Kenia- es un referente del Carnaval. Lo admiro, es un candombero de alma.

-¿Qué tiene que tener una buena vedette de candombe?
-Principalmente tiene que tener carisma, saber bailar candombe, tiene que tener un vestuario impresionante. Que la gente te vea venir y queden de boca abierta... tiene que deslumbrar el vestuario. La vedette de candombe debe tener carne, ser pulposa. ¿Por qué? Yo tomo como referencia la imagen de las grandes: Martha Gularte, Rosa Luna, la Negra Johnson, todas esas mujeronas que fueron una cosa impresionante.

-¿Tiene que ser necesariamente negra?
-Yo no tengo nada contra el color de la piel. Mi novio es blanco teta. Pero en una comparsa, al menos una vedette tiene que ser negra. En una comparsa puede haber cuatro o cinco vedettes, y una tiene que ser negra, para mí. Yo salgo sola...

-¿Salís sola porque no te gusta que te eclipsen?
-Porque me gusta bailar sola. Mirá que ya salí con otras: salí con Tina Ferreira, con Lola Acosta, con muchas más, y nunca tuve problemas con nadie, nunca una rivalidad...

"El año pasado casi salgo con Kanela, y al final no salí, y por algo fue. Yo me ofendí mucho y él capaz que quedó quemado. No me gustó una actitud que tuvo conmigo, siendo que yo en ese momento estaba de duelo"


-¿Cómo nunca una rivalidad con nadie? Te fuiste de Veteranos de Ansina unos días antes por tener un conflicto con la esposa del dueño de la comparsa...
-Yo soy pacífica, pero algunos, cuando están al mando, se creen que pueden hacer contigo lo que quieran. Y no es así. Yo puedo firmar un contrato contigo y salir todo el Carnaval, pero siempre y cuando vos no me faltes el respeto. No viene al caso qué pasó, y la persona no es digna ni de que la nombre.

-¿Tampoco tuviste problemas con Kanela?
-No... Capaz que uno cuando rechaza una propuesta que le hacen, la otra persona se siente ofendida. Yo, por ejemplo, nunca quise salir con Kanela. El año pasado casi salgo con él, y al final no salí, y por algo fue. Yo me ofendí mucho y él capaz que quedó quemado porque yo me fui. No me gustó una actitud que tuvo él conmigo, siendo que yo en ese momento estaba de duelo, por mi abuelo. No llegué ni a ensayar con Tronar de Tambores. Esto fue de cara a las Llamadas de 2014, que terminé saliendo con Serenata Africana. Yo salgo en cualquier comparsa, capaz que me nace salir con una comparsa que recién se armó, con gurises jóvenes, me gusta jugar en cuadros chicos. Entonces, a veces he recibido propuestas de comparsas grandes y las he rechazado, porque no me gusta el ambiente.

-¿Por qué? ¿Es más pesado, más competitivo?
-Es más competitivo, sí, las cabezas son diferentes. No salen como las comparsas chicas, que salen con toda la ilusión de participar en unas Llamadas y ta. Las grandes salen porque quieren arrancarle la cabeza a todo el mundo, salen porque quieren ganar y quieren estar arriba de este o del otro... y eso a mí no me gusta.

-¿Te motiva que todas las miradas vayan sobre vos cuando vas desfilando?
-Claro que sí... y me agrando como un rascacielos.

-¿Cuándo fue la última vez que te pusiste nerviosa?
-Siempre, todos los años. Cuando arranco me dan mariposas en la panza, me empiezo a comer los dedos, y después, cuando paso la primera cuadra, ya está... y empiezan a venirme las sensaciones, empiezan a bajar los pae, como digo yo.

-¿Crees en la umbanda?
-No, yo soy católica. Respeto todas las religiones. Dije lo de los pae porque alude a lo africano.

-¿Alguna vez tuviste algún complejo con alguna parte de tu cuerpo?
-Sí, con la panza, siempre tuve complejos con mi barriga. Ahora ya no, no le doy bola.

-¿Ahora te cuidás con las comidas?
-No, no me cuido. Me como una bolsa de bizcochos, me como un chorizo al pan. Pero se ve que tengo buena genética. Mi viejo tiene 65 años y tiene un lomo de 30 y pico... capaz por genética.

-¿Tatuar es otra de tus vocaciones o es sólo un medio de vida?
-Es una vocación también. Yo estudié mucho para hacer esto. Me gusta dejar grabando en el cuerpo de alguien algo mío, es una elección de la persona, pero el tatuaje es mi obra. Me genera una emoción: esa persona va a llevar en su piel algo que le hice yo, toda la vida.

-¿Es cierto que si alguien quiere tatuarse un escudo de Nacional no lo tatuás?
-No lo tatúo. ¡Un rotundo no! Se lo paso a César, mi compañero de tatuaje.

-¿Cuántos tatuajes tenés?
-Tengo once o doce, muy pocos. Para un tatuador es poco. Son chiquitos lo que pasa. En el omóplato y también en la pierna izquierda tengo imágenes que aluden a Rosa Luna.

"El traje de este año me costó unos 35.000, porque en el tocado de la cabeza llevaba 70 plumas de faisán que me costaron 260 pesos cada una. Hacerlo me puede demandar 72 horas"


-¿Seguís a alguna murga o grupo de parodistas?
-De chica me gustaron Los Saltimbanquis, después me hice hincha de Garufa, que este año no salen. Y soy hincha de los Zíngaros a muerte. Como de Peñarol. De Zíngaros me sorprende todo, desde que se abre el telón y el Pinocho [Ariel Sosa] te deja ciego, porque es un animal. La esencia del parodismo la tiene Pinocho.

-¿Quién te diseña la ropa con la que desfilás en las Llamadas?
-Yo misma. Me hago todo yo. Generalmente los trajes son de armazón de alambre la parte de arriba, el tetero, el tocado, y después la parte de abajo ya es de tela. El tetero lo hago con un armazón de alambre, lo corto con una pinza y empiezo a darle forma. Hago primero un bosquejo del armazón en chico; cuando la forma me gusta, lo hago grande, ¡lo hago bien grande! [Se ríe]. El tocado también: agarro un alambre fino chico, cuando me gusta, lo hago grande. Después se forra, se pega la tela del color del traje, después se pegan las piedras, la forma de la pedrería que le vas a dar. Yo coso las piedras una por una, son piedras de plástico brillantes. Le meto mucha pluma, porque eso crea un impacto tremendo también. Mucha pluma, piedras, tela (poquita tela). Mi traje es caro.

-¿Cuánto te puede costar hacerte el traje?
-El del año pasado me costó 30.000 pesos. El de este año me costó unos 35.000, porque en el tocado de la cabeza llevaba 70 plumas de faisán que me costaron 260 pesos cada una, más todas las otras plumas y todo lo demás. Hacérmelo me puede demandar 72 horas, tres días. Lo voy haciendo, todos los días varias horas, pero arranco antes. El año pasado lo hice metiendo cinco horas cada día, durante tres días. Había pegado demasiadas piedras (unas cosidas y otras pegadas) y cuando terminé el desfile, la mitad de las piedras se habían caído por el camino. No hay como un traje bordado a mano.

-¿Eso también lo aprendiste sola?
-Lo aprendí de mirar a José De Lima, que era quien me hacía mis primeros trajes. Él me pedía que lo ayudara a pegar algunas piedras, y fui aprendiendo.

-¿Coleccionás tus viejos trajes?
-Los tengo todos. Desde el primero que usé. Para mí, el mejor de todos fue el blanco que usé en 2011, con Mi Morena. Fue el que me dio más trabajo y el que me quedó mejor de todos. Pero cada año me supero.

-¿La gente te reconoce en la calle?
-Sí. Y también cuando vienen a tatuarse acá. De eso sí tengo conciencia. Voy a la feria y la gente me dice: "¡Ay, Yessy!", o escuchar que uno le avisa a otro... ¡me da una vergüenza! Pero ya me habitué.

-¿Qué vicios tiene el Carnaval uruguayo?
-Creo que uno de los vicios principales es el aspecto monetario. Me refiero a que todos tienen la ambición de hacer plata, plata y más plata...

-¿La codicia le gana al interés artístico?
-Quieren ganar para hacer plata, pero se olvidan de la gente, que la gente paga para ir a verte. Vos no podés presentar a tu conjunto con vestuario del año pasado. Porque si vos ganás un desfile, te llevás 100 palos [100.000 pesos], entonces tenés que invertir. Vas al Desfile Inaugural del Carnaval, que es lo que abre todo el Carnaval, y no podés ir con toda la ropa vieja del año anterior... Tenés que invertir para ganar y ofrecerle lo mejor a la gente. Yo soy una obsesiva, me hago un traje nuevo -a veces dos o tres- por año, pero sé que hay comparsas que tienen una buena entrada económica, tienen sponsors, hacen festivales, así que entra mucha guita, ¡y van con el vestuario del año anterior!

-¿Te ha pasado, en el ambiente, que te intenten seducir?
-Sí, constantemente... me han mandado mensajes preguntándome si tengo novio, o me han dicho que me invitan a tomar algo. Pero saben que soy fiel a mi pareja.

-¿Hay racismo en Uruguay?
-Ahora no se ve tanto, pero un poco hay. Yo lo he vivido, acá en mi trabajo, por ejemplo, que hay gente que no se ha querido tatuar conmigo por mi color de piel. Uno cada muchos años, pero pasa. Me parece que hay restoranes de barrios residenciales en los que cuando entra un negro las miradas van directo a él. Esa es una actitud racista, yo lo tomo así. Y es peor con la mujer que con el hombre. El hombre negro se ha mezclado mucho con las mujeres blancas... ¡Hoy a las mujeres blancas les encanta estar con un negro! Y al revés no lo noto.

-Excepto algún episodio puntual, entonces, no has sido víctima de racismo... ¿Tampoco en la niñez?
-Ah, sí, en la escuela me decían "negra", despectivamente. "Negra" esto o "negra" lo otro... pero así les fue. ¡Se llevaron cada paliza que ni te cuento! Siempre fui muy machona, no me dejé pasar por arriba nunca. Ahora de grande ya me calmé, estoy re tranqui, ¡y eso que practico boxeo!

-¿Sos feliz?
-Soy muy feliz. No le puedo pedir más nada a la vida, ya estoy del otro lado.

Montevideo Portal | César Bianchi
Fotos: Juan Manuel López
Imágenes de archivo cortesía de Yessy López.