A Alejandro no le gusta la fama ni ser millonario o impostar una pose para llegar al éxito masivo. Tampoco escribir poesías que rimen ni la antena de canal 4.

Le da lo mismo llenar un Velódromo, sonar en la radio, que digan que lidera una banda de culto, y le resbala que lo llamen Alejandro, Jano o Pedro.

Le encanta colgarse pintando una semana entera aunque llegue tarde a hacer un trámite, le fascina escuchar a Tom Waits, seguir intentando contar una historia como sus trovadores favoritos, haber superado las apneas del sueño y poder hacer recitales de 25 canciones por haber dejado la bohemia.
Muchas cosas, para él, son negociables. Otras no. No transa con los políticos que no predican con el ejemplo ni con los empresarios que hacen fortunas "cagando" gente. Tampoco en uno de sus vicios: el cigarrillo no lo piensa dejar. Al menos por ahora.

Alejandro Fernández es más conocido como Pedro Dalton por Pedro Picapiedras y porque, de chicos, a los tres hermanos Fernández (todos músicos) le decían los Daltons, como el dibujo de historietas. Pedro, un artista integral, es líder de la banda Buenos Muchachos, donde también toca su hermano Marcelo. Los Buenos acaban de sacar Nidal, su séptimo disco, que tiene la esencia de lo que hacen a flor de piel y está a un tris de ser Disco de Oro con 2.000 copias vendidas.

Para el frontman de la voz carrasposa, lo que hacen es solo rock. De arte, política y otras yerbas hablé una mañana, con un cortado de por medio, con este hombre "rico", que no se considera músico aunque su pasaporte así lo indique.


César Bianchi
@Chechobianchi


-Wikipedia define el género de Buenos Muchachos como "rock alternativo". ¿Te cabe la etiqueta?

-No me molestan las etiquetas. Para mí es rock. "Banda de culto" tampoco me molesta. Lo único que me importa es hacer la música que me gusta.

-Ya que no te molestan las etiquetas, ¿cómo la clasificarías vos?

-Rock. Somos una banda de rock.

-Con Se pule la colmena (2011) dejaron el listón muy alto... ¿Qué quisieron hacer en Nidal? ¿Qué tiene de distinto?

-Buscamos hacer un disco de 12 canciones, no de 20 como Se pule la colmena, que sean siete músicos tocando y que tuviera pocos arreglos, no agregarle cosas como solemos hacer de poner violines o detalles así: utilizarlos a los siete. Y otra cosa distinta al disco anterior es que en la posproducción, en la mezcla, lo que hicimos fue cambiar el tema de las texturas sonoras. Para la voz ponerle un reverb después de grabada, un eco... cosas que me gustan. Se eliminó eso de hacerlo por computadora y lo hicimos con pedales de verdad, entonces le dio una cosa más cruda, más garage. Se hizo lo mismo con la batería, con algunos bajos, con la guitarra no fue necesario porque tiene sus propios pedales. Grabamos todos juntos en vivo, eso también fue diferente a Se pule... Nidal es un disco que no tiene maqueta: lo ensayamos y lo grabamos, sin una pregrabación, porque lo íbamos a grabar todo, en una casa.

"Un Velódromo es un desquicio, no me interesa para nada. No me molesta que digan que somos banda de culto o de rock alternativo, para mí hago rock, hago canciones"

-¿Por qué le dedicaste una canción -"A mi manera"- a Michelle Suárez?

-No la conocía. Había leído un par de entrevistas, una de Montevideo Portal y una de La Diaria, me cayó de puta madre... fue como templar su historia, como que era inspiradora para mucha gente que ha pasado por ese camino y ha sufrido pila. Y detallaba cosas de su vida súper fuertes en las entrevistas. Más allá de lo activista que es, ha logrado cosas. Esa canción estaba compuesta para Se pule... y faltaba un cambio, que después se le agregó, y le faltaba la letra. Yo quería contar una historia que no fuera ficción. Me encontré con eso y pensé en cómo contar una vida a través de dos entrevistas y sin haber hablado con ella personalmente. Estuve tentado de llamarla varias veces, pero terminé no haciéndolo, porque no la conocía como persona... podía caerle mal a ella o caerme mal a mí. Preferí hacerla sin conocerla, como cuando hice "Canción de cuna para Kurt Cobain" y nunca conocí a Kurt Cobain. Jugué con eso de hacer la canción sin conocerla también para no caer en lo periodístico, porque no soy periodista. Fue de las letras que más me costó.

-¿Y después la conociste a Michelle Suárez?

-Sí, porque cuando salió el tema, el primer corte del disco, el programa Suena Tremendo de El Espectador la llamó para ver si ella tenía conocimiento. Y ella no tenía ni idea, se enteró al aire. Yo escuché la nota y ella estaba re copada. Y después se dio una casualidad hermosa: ella dijo que su canción preferida era "A mi manera", pero interpretada por María Marta Serra Lima. Y ella aclaró que nunca había dicho eso en ninguna nota, así que fue casualidad pura.

-Da la impresión que se sienten cómodos como banda de culto con hinchas. ¿Te gustaría llenar un Velódromo y que todo el mundo sepa tus canciones o eso no está en tus planes?

-Hicimos un Teatro de Verano hace unos años... Un Velódromo no... es un desquicio. No me interesa para nada. Por ahora no. Yo no le digo que no a nada, sólo me interesa hacer música. No me molesta que digan que somos banda de culto o de rock alternativo, para mí hago rock, hago canciones, disfruto haciéndolas y si mañana tengo que hacer un Velódromo lo voy a hacer, y si van 10.000 personas a verme ¡bienvenido sea!

-Pero no te motiva llegar a lo masivo y sonar siempre en la radio...

-No escucho mucha radio, no veo mucha tele... me pasa por el costado. Lo que sí te digo es: si pinta, está bárbaro, pero no voy a buscar eso, no voy a salir a buscarlo. Hacer algo para eso, ni loco. No voy a componer una canción para que suene en la radio todo el día, no me interesa. Y no me va a salir, ya no salió. Pero también me cago en la etiqueta de "se vendieron". Tengo 48 años y estoy viviendo más o menos de la música. Sé que para llegar a eso tenés que hacer un Velódromo, no sólo por las personas que te van a ver sino por todo lo que genera alrededor: la venta de discos, remeras, los derechos de autor. Pero no creo que me salga de componer algo pensando en tener eso. Por algo hacemos las cosas como las hacemos: sacamos un disco cada cuatro años. Somos re cuidadosos con lo que hacemos y nos gusta. Si algún día pega un tema y se hace masivo.... genial.

"Soy disfónico, siempre tuve una voz gruesa; desde gurí siempre canté arriba de los discos, como si fuera un karaoke. Y aprendí con Tom Waits eso de la carraspera"

-¿No te interesa la fama y el dinero?

-Nunca me movió. Que me saluden por la calle me gusta, pero si me interesara la fama y el dinero a los 48 años tendría que pegarme un tiro en la boca... porque en todo caso tendría que haber pintado más temprano. Por lo menos para haberla disfrutado como un adolescente y no como un viejo.

-En 2009 le dijiste al portal 180 que "al no ser cantante", lo que definiría la cosa sería la energía y el contenido emocional que le pusieras a tu voz. ¿No te sentís cantante?

-En esa época no me consideraba cantante, hoy en día sí, pero no me considero músico. Yo voy y canto, pero no te puedo leer un pentagrama. Y eso los músicos tienen que hacerlo. Yo no estoy tocando la guitarra todo el día, como hace el Topo (Antuña), soy el cantante y canto con ellos.

-¿Y por qué antes no te considerabas cantante?

-Porque no había estudiado canto. Había tomado unas clases con Fernando Ulivi, que me ayudaron un montón porque es un gran profesor, pero no ejerzo como cantante, no me sentía cantante. Yo canto, me gusta cómo canto, creo que he mejorado un montón desde las clases que tomé con Ulivi, por ejemplo. Pero no me dedico sólo a eso... De la misma forma, dibujo bien, pero no me considero un artista plástico.

-Leí por ahí que esa voz que suena a cascoteada la tenés así desde la niñez... ¿Cómo es eso?

-Sí, tengo disfonía. Soy disfónico y siempre tuve una voz gruesa; desde gurí siempre canté arriba de los discos, como si fuera un karaoke, y aprendí con Tom Waits eso de la carraspera, con Nick Cave aprendí un montón, con Jim Morrison, con Luca Prodan. De chico me fascinaba el blues y la música de películas, que es la escuela de Tom Waits, siempre me gustó mucho eso. Mi viejo era muy fanático de la música y del cine, y tenía mucha música de películas, de bandas sonoras, de jazz...

-¿Has aprendido técnicas para utilizar tu voz para llegar a determinados niveles? Da la impresión que te cuesta menos gritar que suavizarla.

-Eso me lo dijo Ulivi: "Tu voz natural es cuando estás gritando. Tenés aguante, entonás bien, tenés que trabajar la otra parte". Y fue lo que trabajé: entrené la respiración, no fruncir el ceño, calentar un poco antes de salir a cantar. Le hago bastante caso. En las primeras canciones me pongo un poco nervioso, porque son canciones largas y nunca sé si voy a llegar...

-¿Qué cosas te inspiran para escribir canciones?

-La música que componen ellos (los músicos de Buenos Muchachos). La música que componen el Topo o Marcelo (Fernández). A veces tengo letras en la cabeza y digo: 'Qué bien que pega con tal música', pocas veces uso poesía, pero lo he hecho... Y en el caso particular de "A mi manera", eso de contar una historia. Me gustaría desarrollarlo más, como lo hacen Leonard Cohen, Tom Waits, Bob Dylan, Sabina también, Jaime Roos... Eso es algo que me cuesta.

-Te pregunté por la composición de canciones porque en tus poesías noté que narrás historias mínimas, donde están presentes el bar y el whisky, pero también podés mencionar un paquete de Nevada, una Sábado Show que hojeaste o la antena de canal 4, a la que definís como "ese pijo deforme y sin huevos".

-Mencioné a la Sábado Show como pudo haber sido Condorito, que me encanta. Y la antena del 4 es muy fea... no hablo del canal, ojo. ¡Pero la antena es horrible!

"El inglés es el lenguaje del rock... Había momentos en que no podía escribir sin palabras en inglés, ¡y no sé inglés! Tuve que empezar a meter el castellano. Me daba vergüenza las cosas que decía, no me sentía firme"

-En tus poesías no hay rima. ¿Qué buscás?

-¿Qué busco? Como diría (el chileno Roberto) Bolaño "tirar el navajazo", dice que una poesía es "una navaja que tirás al aire y no se puede detener". Después corrijo, edito. La poesía me rinde como vómito, sacar algo de adentro para contar una historia desagradable o alucinante.

-No es poesía para todo el mundo. Alternás frases o palabras sueltas en inglés y si te pinta, carajeás de lo lindo...

-Puteo sí, es lo que todo el mundo hace en su casa; que después lo quieran leer es otra cosa. No busco nada, yo cuando hago algo es por necesidad. Yo dibujo, escribo y canto y las tres cosas las hago por necesidad. Si un día siento necesidad de dibujar, dibujo, y ese día no canto ni escribo. Si me levanto con ganas de cantar, ese día no dibujo.

-¿Y alternar palabras en inglés?

-Las palabras en inglés empecé a usarlas para las canciones, porque el inglés tiene eso de que una palabra define muchas cosas. Y es el lenguaje del rock... Había momentos en que no podía escribir si no era usando palabras en inglés, ¡y no sé inglés! Tuve que empezar a meter el castellano, que me costó pila. Me daba vergüenza las cosas que decía, no me sentía firme, como que lo que yo pensaba o trasmitía no estaba bueno para los demás. Yo a veces no tenía ni puta idea de lo que decían las canciones en inglés y cuando veía las traducciones de las canciones que me gustaban decía: "Dios mío, qué porquería". Hoy es un recurso frecuente porque soluciona: digo "My way"... ¿qué voy a decir? "¡A mi maneeeera!"... queda mal.

-Estudiaste con Nelson Ramos y fuiste al taller de Clever Lara. ¿Qué pintás? ¿En qué momento te acercás a un lienzo o te ponés a dibujar? Es decir: ¿tenés que tener determinado estado del alma para dibujar o pintar o basta con estar aburrido?

-No tengo espacio para pintar en casa. Trabajo con tinta china y pluma, con papel Canson, dibujo ahí arriba. Y hoy en día estoy haciendo un trabajo de collage con Javier Abdala, que es un artista plástico que a mí me parte la bocha. En un momento me ofreció hacer cosas juntos y empezamos, y tenemos el plan de hacer una exposición juntos el año que viene.

-¿Ya hiciste alguna exposición con obras tuyas?

-Hice una sola, en un bar de Buenos Aires. No tengo tanto laburo como para hacer una exposición. Los pocos dibujos que tengo los tengo en la Galería Ciudadela de la Ciudad Vieja, que me llamaron y me dieron la bienvenida.

-¿Qué estado del alma tenés que tener para pintar? ¿Cuando estás triste o melancólico?

-Tengo rachas... hay semanas que puedo dibujar toda la semana. Cuando estoy triste o melancólico trato de disfrutarlo, y después lo evoco para dibujar o escribir. Trato de disfrutar de la vida aun cuando estoy triste o melancólico.

-Pero también fuiste pintor de brocha gorda, trabajaste como peón de la constru y hacías mantenimiento. ¿De qué año a qué año fuiste un buscavidas mientras buscabas ser este artista integral que sos hoy?

-Fue una reforma que estaban haciendo en Malvín y me salió eso... Fue como en el '99, la época de Aire rico. Aprendí a pintar, a manejar el rodillo, pinté como siete u ocho años.

"Pensaba en hacer un show de 25 temas... y yo quería hace 18 porque no sabía si me iba a dar la nafta. Y todos se morían por hacer 25. Pensé: 'salí menos, dejá el alcohol y dedicate a lo que tenés que dedicarte'".

-¿Desde cuándo podés vivir de la música? ¿Desde Amanecer búho?

-De la música nunca. Pero del arte... fue después de la separación de la banda, la época de Uno con uno y así sucesivamente, tipo 2007... Volvimos en 2009 y a partir de ahí empezamos a movernos. Cuando nos separamos fue porque Marcelo y el Topo se fueron a vivir a España, yo estaba viviendo en Buenos Aires, fue cuando empecé a pintar paredes. Ponele que hace cuatro o cinco años que estamos empezando a disfrutar de tener algo de guita.

-En el último show en La Trastienda noté que rara vez la gente hizo pogo. Más bien se dedica a escuchar las canciones y "sentirlas". A lo sumo, se mecen a los costados.

-Costó mucho tiempo de educación, jaja. Está alucinante que pase eso de que se dediquen a escuchar la música. Suele pasar en La Trastienda. En lugares como Bluzz Live es un poco más agitado, pero a través de los años la gente fue entendiendo que tocamos en lugares chicos y se podía romper algo o alguien se podía lastimar, y les fuimos proponiendo que bailen, jaja... No es que nuestra música sea muy bailable, pero te puedo sorprender cómo en "Joao", sobre el final, la gente se pone a bailar como demente. Y no lo entiendo... ¡se emocionan!

-¿Vos hacías pogo cuando ibas a escuchar un toque a un boliche?

-No, no... Bailar, sí. He bailado.

-Este año en entrevista con El Observador TV dijiste que el año pasado "pasó algo" que te hizo empezar a salir menos de noche, menos bohemio y quedarte más en tu casa a hacer vida de hogar. ¿Qué pasó?

-Empecé a ordenarme. ¿Qué me llevó a eso? El desorden que tenía antes. Me acostaba muy tarde, bolicheaba...

-¿Y tenías pareja? Porque ahí ese estilo de vida te puede complicar la relación...

-Sí tengo, pero ella vive en Buenos Aires. Podía seguir haciéndolo igual, pero dejé de hacerlo. Todo tiene su tiempo, su momento.

-¿Te pasó factura la edad?

-Eso sí. Me di cuenta de que ya no me rendía. Pensá en hacer un show de 25 temas... y yo quería hacer 20 o 18 porque no sabía si me iba a dar la nafta para hacer 25. Y todos se morían por hacer 25. Pensé: "salí menos, dejá el alcohol y dedicate a lo que tenés que dedicarte".

-¿Dejaste del todo el alcohol?

-Sí, lo dejé.

-También dijiste que estás más ordenado, más disciplinado. ¿Eras desprolijo, como uno se imagina la vida un rockero?

-¡Sigo siendo desordenado! Me levanto y me pintó escribir y me cuelgo a escribir y no hago más nada... Y me acuerdo: "¡Uy, tengo que ir al tal lado!" y llego tarde...

-No podrías ser un funcionario público...

-Faah, estaría de más, si no trabajan... No todos, pero muchos sí.

-Tu viejo, Orlando Fernández, saxofonista que tocaba jazz en boliches y el clarinete en la banda policial, ¿fue el mentor de ustedes tres? ¿Son músicos por él?

-Tocaba en cabarets, en la época que había espectáculos musicales. Tocaba el clarinete y el saxo alto. Cuando empezamos a tener uso de razón él ya no tocaba, había dejado porque por un problema pulmonar tuvo que dedicarse a otra cosa. Pero nos compraba vinilos. Le gustaba la música moderna, la bailable, nos llevó a ver Fiebre de sábado por la noche cuando Marcelo y yo éramos menores. Nos hizo escuchar jazz, Gardel, los Bee Gees, Leonardo Favio... le gustaba la música que estaba buena.

-¿En qué momentos especiales lo extrañás?

-Cuando hicimos el Solís me hubiera encantado que hubiera estado, fue hace un par de años. Hubiera sido un viaje para él. Del día a día no, ya estoy acostumbrado a que no esté, porque murió en el '97. Tenía un tumor en la cabeza, así que lo asumí, porque no había más remedio. Yo no quería que siguiera viviendo así, que siguiera sufriendo. Sí me ha pasado que después de muy buenos shows, me habría gustado que él los hubiese visto. Hubiera sido un gran fan de la banda, nos hubiera acompañado a todos lados. Mi vieja va, así que hubieran ido juntos. Al Solís le habría encantado ir, porque él iba a ver a Glenn Miller y las big bands que iban en aquella época.

"A Mujica lo voté sabiendo que como presidente no podés hacer todo lo que quiere la gente, y que cagadas iba a hacer a roletes, porque es obvio. Y también que iba a tener que transar"

-¿Cómo es tener la biografía propia de tu banda (Rengos con Nike, de Nelson Barceló)? ¿Te reconociste al leerlo?

-Me gustó más el proceso que el libro terminado. El producto final me gusta, pero disfruté tanto el proceso... que construimos una amistad que sigue hasta hoy. El libro fue como su hijo, fueron tres años de charlas, que empezaron con Nelson y Gustavo Rey. Después, cuando lo leí encontré cierta parte de honestidad brutal de nuestra parte. Él nos cuidó pila, porque fuimos abiertos y sinceros, y obviamente todo no podía ser publicado. A la gente le gustó pila, se sintió identificada. Igual, creo que nos falta mucho por hacer... como para hacer otro libro biográfico de la banda, que quizás pueda escribirlo yo. Nos falta mucho, porque yo no voy a parar. Como Picasso, que no paró nunca.

-Militaste en la Juventud Comunista. ¿Hoy militás? ¿Sos adherente confeso de algún sector político?

-No, no, no... me sentí muy identificado con Mujica, como persona, como ser humano, no como presidente. Considero que es un ejemplo de vida. Lo voté y fue la primera vez que voté a un presidente, con ganas de que resultara electo, convencido. Y lo voté sabiendo que como presidente no podés hacer todo lo que quiere la gente, y que cagadas iba a hacer a roletes, porque es obvio, y que iba a tener que transar, pero por lo menos yo veía que lo que hablaba se condecía con lo que hacía. Predicó con el ejemplo. Puso un montón de su tierra para ayudar a un montón de gente, su sueño es hacer una escuela agraria al costado de su casa, iba más allá de que donara gran parte de su sueldo. Es un tipo con el que me gustaría sentarme a charlar, para aprender.

-¿Y su gestión como presidente?

-Yo que sé... no fue mucho peor de la que ningún gobierno anterior. El país está como está. Hay cosas que son vergonzosas, como la venta de Pluna, de Botnia (NdeR: hoy UPM), a esos hay que arrancarles la cabeza... Pero ta, sé que él no pudo hacer todo lo que quiso, y no lo puede hacer nadie, de ningún partido. Yo tampoco podría, si fuera presidente. Por eso hago música. Ese es mi aporte a la causa.

-Criado en Pocitos, fuiste a colegio privado y estudiaste para ayudante de arquitecto. El Cr. José Pedro Damiani decía que así es una papa ser comunista...

-Yo no tengo culpa... uno tiene que ser lo que es y listo. Yo no decidí vivir en Pocitos. Yo detestaba decir que era de Pocitos, hasta que me dejé de joder. Lo que no me banco es hacer una fortuna cagando gente.

-¿Qué música estás escuchando por estos días?

-Pahh... escucho de todo. Va en el día a día. Ayer no escuché música, anteayer escuché un disco en vivo de los Talking Heads que me encanta, el último disco de Nick Cave me parece alucinante, el último disco de Tom Waits también, pero ya es viejo. Me gustó pila el último disco de (Daniel) Melingo, "Linyera". Aunque me gustó más "Maldito Tango".

-¿Te genera alguna curiosidad artistas como Lucas Sugo, el Gucci o las bandas de cumbia cheta?

-Pah, no conozco... No los escucho. De cumbia cheta algo escuché en la radio. Tienen canciones pegadizas: bien por ellos, que lo sigan haciendo. A mí no me gusta la cumbia. Hay alguna salsa que sí me gusta. Ruben Blades me gusta, Calle 13 me encanta, los fui a ver al Velódromo cuando vinieron y me encantó. Si me voy un poquito más atrás, me gustaba Sonora Borinquen, ¡sonaba de puta madre! Tenía un compañero que estuvo en la banda, el Adrián, que sabía mucho de cumbia, y me decía cuáles eran buenas y cuáles truchas. Te hablaba como yo te puedo hablar de punk rock. Y me hizo escuchar. Y acá se le dice cumbia a todo, pero si vas para afuera te dicen "eso no es cumbia, es guaracha" o "es salsa". Son bien diferentes. No es música que me atrape, pero bueno...

-¿Qué tiempo le dedicás a Chillan las Bestias, la banda que formaste en Argentina en 2012?

-Todo el que pueda. Una vez por mes voy a tocar (a Buenos Aires). Y ahí aprovechamos a ensayar. Grabamos disco nuevo este año. Allá grabamos todos juntos en un estudio, un día entero grabando, después vuelvo para acá, se sigue mezclando, me mandan las cosas y yo escucho y opino.

-Hace un par de años confesaste que, por problemas respiratorios, te habías comprado un aparato para respirar mientras dormías. ¿Lo seguís usando?

-¡El CPAP! Lo necesito para dormir. Se me fueron las apneas, que era lo más peligroso. Las apneas son eso cuando se te corta la respiración y no llega oxígeno al cerebro, entonces el cerebro se tiene que despertar para mandar la orden a los pulmones, para que respiren. Si no, la quedás. A medida que van pasando los años, eso va empeorando y podés tener un ACV o podés morirte.

-¿Cómo te llevás con los vicios?

-Ahora está todo en el pasado. Sólo fumo, pero por ahora no voy a dejar el cigarrillo. No está en los planes.

-¿Qué dice tu pasaporte?

-Músico.

-¿Quién te llama Alejandro?
-Mi vieja, Rogelio Osorio (aunque ahora me dice Pedro, pero durante mucho tiempo me decía Alejandro) y Jano me llama Pedro Peralta, un artista plástico. Si me dicen Alejandro, capaz que me doy vuelta, pero si me dicen Pedro, seguro.

-¿Sos feliz?
-Sí, totalmente. Más que feliz, soy rico.


Montevideo Portal | César Bianchi
Fotos: Juan Manuel López