Leo Pacella (36, aunque aparente algunos más) quiso ser el tipo que hace chistes en un tablado con la cara pintada cuando vio a Momosapiens en el febrero del 92. Como un anuncio de inspiración divina supo que él quería dedicarse a eso. Para llegar se formó: estudió actuación, canto, pantomima y hasta danza. Y se puso a leer.
Formó una sociedad para liderar el conjunto de humoristas Los Choby's y hoy hace el humor que quiere, el que le divierte y lo pone feliz. Respetar la esencia de Los Choby's y lo auténtico es, para él, no poner "el organito" después del chiste para anunciar que hay que aplaudir. Prefiere tirarse "sin red", y sin subestimar al público. "Y nos bancamos lo que venga". Tan profunda es su convicción que está evaluando "dar un paso al costado" para no seguir al sistema.
Por si fuera poco, la televisión le dio una popularidad que va más allá del carnaval. Por estos días define el título en su categoría en la Liguilla, pero Pacella quiere ganar sólo para darle una alegría a sus compañeros e hinchas. "A mí me chupa un huevo", me dijo tomando un café en la cantina de Canal 4.
@Chechobianchi
-Sos un carnavalero de ley, pero el carnaval no te da para vivir todo el año... ¿O sí?
-No, no, pero sí es cierto que es una zafra. Si yo saliera en un conjunto, sería una plata fija en esta época del año, quizás importante. Pero al ser director y apostar a sacar un conjunto tengo la posibilidad de ganar o de marchar... Si no hubiéramos entrado a la Liguilla, eso hubiera significado que el "Bicho" (su socio, Julio Yuane) y yo con el trabajo del año, habríamos tenido que tapar algunas deudas. Perdemos, por más tablados que hagamos... es caro sacar un conjunto.
-¿Cuán caro? ¿De cuánto hablamos?
-Y... sacar un conjunto, a Los Choby's, andaremos entre 300.000 y 400.000 pesos. Pero ojo, nosotros nos ahorramos puesta en escena y texto, que lo hacemos nosotros, y no le pagamos a ninguna figura, que también te encarece el presupuesto. ¡O puede ser más, eh! Pero entre el premio, los auspicios y el dinero de los tablados, te queda una plata importante. Pero hay tantas personas metidas en el conjunto: hay familiares, amigos, gente que cose (la ropa), que ayuda, que querés darles un regalo. La última vez que concursé, cuando terminé el carnaval, tuve que pagar encima 3.000 dólares. Perdí yo ese dinero y otro tanto mi socio.
-También tenés una ayuda con los auspiciantes...
-Sí: barraca Uno nos ayuda todos los años -uno de los dueños es mi tío- y nos dan 100.000 pesos, se la jugaron. Antel siempre apoya al carnaval. Y hay otros que con mucha buena onda te dan 20.000 pesos... pero sirven, para pagar los zapatos de 18 personas, por ejemplo. ¡Porque tiene que multiplicarse por 18!
-Cuando no concursás, como les pasó el año pasado, ¿cómo te mantenés el resto del año?
-Con el canal (Monte Carlo TV), además doy talleres de actuación, y tengo fiestas privadas. La tele -"Sé lo que viste" y "Algo Contigo"- me da, hoy por hoy, un sueldo fijo. Pero las empresas que me contratan durante el año, por lo general, es porque me vieron en carnaval. Es porque les gusta lo que hacemos y nos contratan por la forma de humor. Claro que es más fácil laburar en eventos gracias a la tele. Pero me mantengo con esas cosas.
-¿Es cierto que de chico grababas en casetes vírgenes la participación de los conjuntos?
-¡Sí! Ya no sé por dónde andan esos casetes grabados... los debo haber perdido. En esos casetes yo tenía actuaciones de mucha gente que admiraba... y hoy son amigos, como Luis Carballo. Me pasa que es difícil ver como pares a personas que admiro y me hicieron meterme en el ambiente. Un día se lo comenté a Luis en los pasillos del canal. Un año él hacía una parodia de Flavia Palmiero y otra de La Guerra de las Galaxias, y yo me mataba de risa con Luis. Y hace poco se lo dije. Yo idolatraba a Pendotta (Meneses), o no salía en carnaval y ya me moría de risa con "Los Gauchos Patones" de Sociedad Anónima. Ahora los veo y si bien competimos, hay un cariño especial... todavía los admiro.
"En los casetes que grababa tenía actuaciones de gente que admiraba... y hoy son amigos, como Luis Carballo. Es difícil ver como pares a personas que admiro y me hicieron meterme en el ambiente"
-¿Tu inspiración para dedicarte a esto es haber visto a Momosapiens?
-Sí, fue por allá por el 92. Los vi y dije: "Ta, yo quiero dedicarme a eso, quiero ser como estos tipos". Y ahí empecé a estudiar teatro. Tenía 13 años, todavía estudiaba...
-También coleccionaste VHS de agrupaciones de carnaval.
-¡Esos sí todavía los tengo! Los compraba y guardaba. En DAECPU los vendían, yo juntaba plata y me compraba los que más me gustaban de cada año. Con los videos ya era más grande, pero con los casetes que grababa, me encerraba en el cuarto y repetía toda la actuación, me las sabía de memoria. Salía Jorge Velázquez de Los Jocker's y me repetía todo su parlamento... no sé qué pensaría mi padre, cuando me encerraba y actuaba como si fueran ellos.
-¿La murga nunca te interesó?
-Me encanta la murga, es uno de los géneros más lindos. Es el más popular y es muy lindo. Para ser yo prefiero ser parodista o humorista, no me veo murguista porque no tengo voz y no tengo oído -que es mucho peor. Me han invitado muchas veces, y alguna vez me tenté. Yo salí con Los Jocker's y ya no salí más... después me dice el Bicho para sumarme en humoristas Los Choby's y arranqué, pero ya estaba medio con la cabeza en otra cosa, porque había empezado a estudiar teatro.
-No me digas que querías hacer Shakespeare...
-No tanto, quería hacer comedia, pero convengamos que la comedia en teatro es un poco más compleja que el carnaval. Es más elaborada la actuación, por razones obvias: estás en un tablado y los gurises abajo corren, uno vocea que vende pop, otro que vende chorizos... Si hacés algo muy elaborado, muchos no lo van a entender. Pero me había empezado a copar la comedia y hasta lo dramático. Llevaba mucho tiempo dedicarse al carnaval, y yo estaba copado con las obras que hacíamos en el teatro, aunque no nos iba a ver mucha gente. Hice un año de carnaval, me saqué las ganas y dejé porque quería hacer teatro. Hasta que me convenció el Bicho para volver a Los Choby's, donde estuve como 12 años (uno solo estuve en Zíngaros).
-¿Y qué son Los Choby's?
-En Los Choby's tengo el grupo humano que yo quiero, el humor que yo quiero, es bastante más que lo artístico. Tengo 18 personas que los conocí, a muchos, casados con otras personas o solteros, y ahora vienen con sus hijos. Pasamos en estos 12 años de ser los más degenerados y desprolijos del carnaval, con mucha noche encima, y ahora maduramos todos juntos. Ahora es una gozadera: estamos en el Club Artigas y hay como 10 niños -hijos de los integrantes- correteando alrededor de nosotros.
"En Los Choby's éramos los más degenerados y desprolijos del carnaval, con mucha noche encima, y ahora maduramos todos juntos. Ahora es una gozadera"
-¿Quién es el "Bicho" Julio Yuane?
-Es el primer dueño del conjunto. Yo lo conocí por Los Jocker's... empezamos con Los Choby's, y empezamos a conocernos cada vez más. ¿Viste esas personas en las que confiás plenamente? En un momento, como yo ponía más la cara, porque me conocían más, yo manejaba algunas cosas. La parte económica se fue haciendo a medias. Entonces un día él me dio el 50 % de Los Choby's. Ya era de hecho una sociedad y él quiso hacerlo oficial. Yo le dije: "Bicho, ¿no será como esos matrimonios que son pareja de hecho, y cuando firman el papel para casarse, se va todo al carajo y terminan divorciándose?". Me dijo que no, porque tenía algunas ventajas, y nos hicimos socios.
-Estudiaste ballet. ¿Te pusiste tutú?
-No, no llegué a tanto... Estudié teatro con Isabel Flores, después me uní al grupo Monteamérica, estudié clown y pantomima. Y laburé mucho de mimo... en eventos, en la recepción de cumpleaños de 15. No hay mucho para ver de espectáculos de mimos, pero es un humor increíble. Jugás con la imaginación del espectador, es un género que está de más. Y entre toda esa búsqueda, empecé a aprender diferentes cosas, y uno me dijo: "La danza es muy buena para el actor porque te da manejo de escenario". Y ahí terminé yo levantando la pata para bailar...
-¿No estudiaste nunca una carrera tradicional, ni para dejar contentos a tus padres?
-No, terminé sexto de liceo, y me puse a trabajar en la barraca de mi tío... Me costó mucho salir de la barraca, porque estaba en un cargo de mucha confianza y ganaba muy bien. Cada vez que yo pensaba en dar el paso para dedicarme a la actuación, mi tío me aumentaba el sueldo y me la complicaba más. Y mi tío, en un acto de amor increíble, me dio el techo donde hoy vivo, el apartamento donde hoy vivo me lo regaló él. Me dijo: "Yo sé que vos, teniendo un techo, de hambre no te vas a morir". ¡Y yo le pagué dejando la barraca para dedicarme al humor! Gracias a Dios tenía un techo, porque pasé momentos jodidos, contando monedas para llegar a fin de mes...
-¿Qué dijo tu padre sobre que fuera tu tío el que te regalara una vivienda propia?
-Estaba chocho... Lo que pasa es que tenemos una familia excesivamente unida. Todos los domingos religiosamente almorzamos todos juntos: mis abuelos, los cinco hermanos (entre ellos mi padre), mis primos, las parejas de cada uno... Bien tano, somos veintipico. En Navidad somos como 40. Si a uno le pasa algo o le duele algo, todos nos llamamos por teléfono para preocuparnos.
-Te gusta leer, pero abrazaste la lectura de grande...
-Sí, como a los 18, ponele. Antes sólo para el liceo. Pero empecé a leer y no paré. Una novela que tengo como Biblia y cada tanto releo algún cuento es "Crónicas del Ángel Gris", de (Alejandro) Dolina. Me mato de la risa, y siempre vuelvo a ella. Me compré "Cartas marcadas", lo nuevo de él.
-¿El pelo largo es un síntoma de adolescencia tardía?
-¡Estoy deseando que termine el carnaval para pelarme! Me quedó largo, me lo até, no me molestó y me lo dejé. Pero se empezaron a pronunciar las entradas... y antes de la prueba de admisión pensé en pelarme y dejar que crezca solo. Pero tenía dos chistes donde hablaba del pelo largo. En uno estoy hablando por teléfono y digo: "Pacella habla... El pelado no, el de pelo largo, de colita y adelante... bueno, sí, el pelado". Y por ese chiste, no pude cortarme el pelo. ¡Termina el carnaval y me achuro!
"Tengo una familia excesivamente unida. Los domingos religiosamente almorzamos juntos: mis abuelos, los 5 hermanos, mis primos, las parejas de cada uno... Bien tano, somos veintipico"
-¿Qué espacio le das a la improvisación?
-No es una necesidad. A la gente le encanta, pero la base es el trabajo, el guión, no se puede provocar el momento para improvisar. Nosotros preparamos 20', cosas de situación, tenemos que estar concentrados en eso. No es necesario improvisar: lo mejor ya lo pensamos. Ahora, si se cae un micrófono o una luz, lo vamos a utilizar. Y ahí explota la gente, se mata de risa, pero lo utilizamos y volvemos al guión. Mucha gente se cree que subimos y decimos lo que se nos ocurre en el momento. Lo interesante de actuar es eso: que parezca que estoy improvisando.
-El año pasado Los Choby's no pasaron la prueba de admisión, este año en murgas no pasó Agarrate Catalina. ¿Debería hacerse una excepción en casos de agrupaciones convocantes o populares?
-No vi a la Catalina, ni a Araca la Cana. Me embola mucho que no estén en carnaval... más allá del éxito popular, hablo de los espectáculos. A nosotros nos dijeron en algún momento que habíamos ido a dar la prueba como sobrando. Y es imposible que un artista se suba al escenario con una actitud displicente, como que no le importa. Es una locura... eso no pasa. Ahora, creo que el carnaval es muy grande y muy fuerte, es mío y de la gente. Entonces, si no están Los Choby's o la Catalina, el carnaval sigue igual. Si el jurado entiende que hay una agrupación nueva, sin nombre, y tiene un nivel superior al mío y yo tengo que quedar afuera, está bien. No se me ocurre que haya excepciones... Se profesionalizó el carnaval y está bárbaro, cuánta más gente sepa de nivel artístico y escénico, está bien. Pero ojo, por esa historia no nos perdamos al tipo que trabaja en el ómnibus y tiene una voz increíble que te rompa todo... No nos perdamos a los Pendotta, a quien yo vi hacer cosas zarpadas... se comía las eses, pero te transmitía de forma auténtica el carnaval.
-¿Un año después vos entendiste que había sido justo que el año anterior Los Choby's no hubiera pasado la prueba?
-No... porque el año anterior habían cinco agrupaciones para cuatro cupos y no pasó nadie. En vez de concursar seis, concursaron tres conjuntos de humoristas. El golpe al ego es muy fuerte, porque no te están diciendo que hay otros mejores. Te están diciendo: "Tu espectáculo no está ni para salir último en el concurso. Es indigno de concursar, de presentarse a competir". Era como decirte que si ibas a un tablado, el dueño del tablado te tenía que decir que no te iba a pagar porque eso era una vergüenza. Esa fue la lectura que hice. Nos dijeron a nosotros y a los demás que lo nuestro era indigno.
-De hecho, vos dijiste que te veías tomando el mismo camino que Jorge Esmoris y la Antimurga BCG...
-Mirá, hace unos días hablamos con el Bicho eso... Uno se empieza a dar cuenta que está todo bien con la gente, es lo único que tenemos ganado: la gente se mata de la risa con nosotros, nos aplauden a rabiar, muchas fotos, mucho cariño... y así los 50 tablados que llevamos. Ahora, a mí me gusta mucho el carnaval, y veo cosas maravillosas... pero veo cosas que conmueven o todo el ámbito carnavalero entiende que es una genialidad. Por ejemplo, escuchás a un conjunto elogiar que se haya votado la Ley de Matrimonio Igualitario, y la forma en que se dice me causa rechazo, me da vergüenza ajena. Hay cosas del carnaval que son aplaudidas a cuatro manos en el submundo carnavalero, y con el Bicho nos preguntamos: ¿No estaremos yendo a contramano? Lo mismo pasa con la forma de hacer humor, muy musical, muy redondo. Nosotros lo vemos al revés: vemos como un mérito no apoyarnos en un teclado de órgano después de hacer un chiste. Eso es una red que tenés para el trapecista: hacés el chiste, sale el órgano, y funcione o no funcione el chiste, seguís arriba y seguís... En nuestro espectáculo no tenemos ese órgano, hay silencio, y nos bancamos lo que venga, nos bancamos si a la gente no le gusta el chiste. Nos tiramos sin red. Nos parece mucho más complejo lo nuestro, lejos de verlo como un defecto -nos dicen que nos falta musicalidad-, lo vemos como una virtud. ¡Pero es más fácil si le ponés el organito! Lo hace ágil y dinámico, sí; pero nosotros no le avisamos que hay un chiste, lo mismo con los mensajes y bajadas de línea. Entonces, por todas esas razones, nos pusimos a pensar si en lugar de ser los vivos, no seremos los bobos... Capaz que le erramos y el carnaval va por otro lado.
"Se profesionalizó el carnaval y está bárbaro. Pero ojo, que por esa historia no nos perdamos al tipo que trabaja en el ómnibus y tiene una voz increíble que te rompa todo..."
-¿Y qué van a hacer? ¿Cómo van a reaccionar a ese mandato del sistema carnavalero?
-Estamos pensando en dar un paso al costado... Porque si seguimos, yo no voy a hacer eso. No voy a seguir lo que pide el sistema. Sería sólo para concursar, porque no me divertiría hacerlo así. Hasta pensamos en sacar dos conjuntos: uno para concursar y otro para hacer lo que se nos canta.
-Esmoris decía que él no se sentía un incomprendido por la gente, sino por el jurado y los periodistas. Pero no terminó sucumbiendo, se alejó del carnaval, no transó. ¿Te sentís así?
-Es que es difícil escribir algo que no sentís. Mirá este ejemplo: nosotros hemos sacado gags de Los Choby's que funcionaban y funcionaban fuerte... y los sacábamos. No sé si muchos grupos harían eso. ¿Y por qué los sacábamos? Porque era un chiste muy obvio, muy fácil, que casi no tenía gracia hacerlo. Nosotros probamos mucha cosa y decimos muchos chistes, y cuando son una porquería, los descartamos, pero de repente en ese chiste que es una porquería, hay una puntita interesante a desarrollar. Y de ahí nace otra cosa. Este año hicimos algo que nos pareció bastante original: al final del espectáculo, actuar los errores del show, como en las películas, cuando termina y te muestran las escenas que salieron mal. En los ensayos nos matamos de risa, pero en el Teatro (de Verano) nos jugó una mala pasada la música. ¡Se nos cayó a pedazos la humorada! Y lo sacamos. Pero yo sé que algún año, alguna escena, voy a utilizar esa idea...
-¿Te ves envejeciendo en carnaval?
-No... No me lo imagino. Pero mirá que extrañamos mucho hacer carnaval, al no salir el año pasado, extrañábamos mucho volver y estamos haciendo tablados a lo loco. En el concurso laburamos bien, le metemos con todo, ahora está la Liguilla, que es un poco más de plata...
"En nuestro espectáculo no tenemos el órgano, hay silencio, y nos bancamos lo que venga, nos bancamos si a la gente no le gusta el chiste. Nos tiramos sin red"
-¿Me vas a decir que no te interesa ganar la categoría?
-¿Sabés por quién me interesa? Por toda la gente que está conmigo y alrededor, por la plata. A mí me chupa un huevo. Pero quiero ganar por mis padres, por la familia de mi socio, por el taxista que me llevó a casa y me puteó porque nos bajamos un minuto tarde, por los hinchas de Los Choby's, que quieren festejar.
-¿Sos feliz?
-Fua... sí, sí. Siempre le veo el lado bueno a las cosas.
Montevideo Portal | César Bianchi
Fotos: Juan Manuel López