Por César Bianchi
@Chechobianchi
Entrevistar a Juan Ramón Carrasco siempre es un ejercicio interesante. Me tocó hacerlo varias veces cuando dirigía al Fénix sensación de Ligüera y Hornos, en el River del "tiqui tiqui", en Nacional, en la selección uruguaya, y ahora que está desempleado. El JR actual reniega de su fama de polémico, controvertido y soberbio, pero habla siempre de él, hasta cuando la pregunta original refiere a otra persona.
Es cierto: siempre destaca sus logros y virtudes, pero también es verdad que el "nuevo JR" con el que coquetearon River Plate y Racing de Argentina reconoce haberse equivocado en tiempos pretéritos. Cree que fue desafiante y provocador con el periodismo y que pecó de ambicioso en su última experiencia en Danubio, pero asegura que nada lo apartará de lo que llama "su filosofía" ofensiva. Con ustedes un JR auténtico que cuestiona algunos sistemas tácticos de esta selección uruguaya que juega hoy un partido decisivo en el Mundial, que espera volver a Nacional y que lleva a sus nietos a ver Rio 2.
-¿Cómo has visto a Uruguay hasta ahora en el Mundial?
-Tabárez ha conseguido logros importantísimos que yo, capaz que por mi forma de jugar, capaz que nunca los voy a lograr. Pero él defiende su ideología, como yo la mía, lo que no quiere decir que una forma sea mejor que la otra. El respeto ante todo. Pero hay planteamientos que respetan demasiado al rival. Hubo muchos partidos en las eliminatorias en los que cuando cambió a mi filosofía sacó buenos resultados. Pienso en el segundo tiempo ante Colombia o el segundo tiempo ante Argentina, cuando sacó al "Ruso" Pérez y puso a Gastón Ramírez.
(Un hombre interrumpe, le dice "pichón" y le recuerda que cuando "todos lo criticaban", él le dio para adelante. JR se enoja y lo corrige: "No todos me critican". "Estoy en un país donde se destacan más los que critican que los que dan para adelante. Tres elogian y si uno lo critica, los periodistas van a destacar a ese", dice Juan. El hombre que interrumpió la entrevista sigue: "Cuando todos te criticaban", insiste, "yo elogié los trajes que te ponías en la selección").
Con respecto al partido ante Costa Rica, se lo respetó mucho. Yo lo dije antes del partido, en "Sin Límites" de VTV. El 4-2-3-1 está bueno porque llegan Stuani, Forlán y el "Cebolla"... pero yo lo dije cuando estaba el Nacional de Pelusso o cuando estaba Gallardo. Cambiaban al 4-3-3 o 4-2-1-3 para cambiar el partido en el segundo tiempo; cuando todo parece perdido y hay que remontarlo, ponían al "Chino" Recoba o a Gonzalo Bueno. Quiero decir: la figura del 4-2-3-1 no es para Uruguay, porque ese atacante queda solo, los volantes no llegan a acompañarlo. Con esa táctica que usó Tabárez contra Costa Rica estás bien defendido, pero el delantero queda muy solo, hay un gran divorcio entre los volantes y el delantero. L o dije antes del partido contra los ticos. Si yo veo a Stuani -que ataca- de la mitad de la cancha hacia atrás defendiendo y a Cavani bajando a marcar, eso es respetar mucho al rival... Antes de los partidos de la serie todos decíamos que el partido ganable era Costa Rica. Y resulta que puso una formación no tan ofensiva, más bien para defender, pero contra Inglaterra sí puso una alineación ofensiva. Entonces: el planteamiento que puso contra Inglaterra debió haber sido contra Costa Rica y el que puso contra Costa Rica hubiera estado bien para enfrentar a Inglaterra.
"No creo que seamos tres millones y estamos predestinados a sufrir. ¿Por qué no podemos jugar como Chile? Tenemos dos plus que ellos no tienen: el corazón y los huevos".
-¿Qué cambió de cara al partido ante Inglaterra?
-Que había que ganar o ganar y por eso puso una alineación ofensiva.
(Ahora interrumpe una pareja de ancianos, él me saluda y pregunta si JR me está dando información para deschavar a alguien o para sacar trapitos al sol en Santo y Seña. La mujer lo mira a Carrasco y dice que él le amargó la vida durante cinco años: cuando ella era preparadora física y trabajaba en el Parque Central, y JR era un playboy que tenía a todas las chicas enamoradas, ella tenía que decirle a las chicas que se concentraran en la gimnasia).
No fue un cambio de actitud, lo que pasa es que los resultados tapan todo, si ganás está todo bien. No es que se metió más que contra Costa Rica. Es un Mundial, no es un campeonato largo, entonces se mete siempre, no te descansás. Si entendiéramos la cosa, no sufriríamos tanto. No creo que seamos tres millones predestinados a sufrir. ¿Por qué no podemos jugar como Chile? Tenemos dos pluses que ellos no tienen: el corazón y los huevos. No es que ellos sean aguerridos, ellos juegan bien. ¿Por qué juegan bien y además son aguerridos? Porque tienen a Sampaoli, que es un Bielsa mejorado. Les sacás a Sampaoli y Chile se cae, vuelve a jugar como antes.
-¿Creés que es tan importante el rol del entrenador?
-Claro. Si vamos a jugar y sufrir así es porque Tabárez hace ese tipo de planteamientos, que le ha dado buenos dividendos, pero no esperes que Uruguay golee o juegue ofensivamente con variantes, que meta en el arco al rival. Yo respeto mucho su forma de jugar, pero voy a seguir pregonando que acá se puede jugar bien al fútbol.
-¿Esta selección no juega bien?
-Uruguay no juega bien, no juega bien. Saca resultados, pero es diferente a jugar bien. No es que prefiero jugar lindo y no ganar, no... Digo que se pueden conseguir resultados, pero jugando bien. No quiero apostar a algo que si mañana me falta Suárez no hago un gol, quiero apostar a los jugadores de buen pie y al fútbol total: cuando no la tenés, recuperarla, y cuando la recuperes dárselas a los jugadores que busquen el gol.
-Antes del partido contra Inglaterra no eras optimista, no veías a Uruguay ganador.
-Si ponía jugadores de buen pie, ¿cómo no?. Tenés a Suárez, a Cavani, a Lodeiro, al "Cacha" que los marca a todos, y defensivamente no le podemos envidiar nada a nadie, pero el tema es que no nos animamos a poner jugadores de buen pie, por aquello de que hay que meter y raspar. Cuando está obligado a ganar pone a jugadores de buen pie. Contra Costa Rica puso a buenos jugadores, pero los puso retrasados en el campo. Ahora, cuando se encuentran jugadores de buen pie podés hacer daño (como pasó en la jugada de Lodeiro, el pase de Cavani a la cabeza de Suárez y el gol), sino apostás a un centro y cabezazo a la olla o a que te hagan un penal, como pasó ante Costa Rica.
-¿Cómo ves el partido de hoy ante Italia?
-Si Uruguay juega a ganar, tenemos grandes chances, pero si sale a esperar, no. No opino como hincha, sino como analista de fútbol y como entrenador. Si es el mismo equipo que puso ante Inglaterra, tenemos grandes chances. Pero si vuelve al doble cinco, a Suárez solo allá arriba y Cavani bajando a recuperar pelotas... ahí no. ¡Quiero ver a Cavani cerca del área rival! No quiero que si vamos 0 a 0 Cavani esté más sacando pelotas del área nuestra que llegando con la pelota al área rival.
"Uruguay no juega bien. Saca buenos resultados, pero eso no es jugar bien. Saca resultados, pero es diferente a jugar bien. No es que prefiero jugar lindo y no ganar, no".
-Vos hiciste debutar en primera a José María Giménez en Danubio...
-Sí, y también llevé a River Plate al colombiano Carlos Sánchez, que hoy es titular en el mediocampo de la selección colombiana. Estaba en River, yo le di la posibilidad de jugar de 5 y ahí explotó, lo vendieron al Valenciennes de Francia. Y Giménez un fenómeno...
-Si fueras el DT y tuvieras recuperado a Lugano, que además es el capitán, ¿lo ponés a Giménez, con 19 años?
-Cada maestro con su librito. La decisión es de Tabárez. No es casualidad que haya dirigido en tres mundiales distintos, no soy quién para decirle a quién tiene que poner. Yo pongo funcionamiento, no pongo nombres. Pongo funcionamiento y crédito: si tenés crédito, seas Pérez o Messi, jugás. Crédito de juego, no crédito de trayectoria, crédito de funcionamiento en el equipo. Si no ponés a Ghiggia a jugar porque le metés presión al brasileño... hay técnicos que piensan así y yo los respeto. Yo pongo al que mejor esté.
-¿Qué otras selecciones te han gustado en este Mundial?
-Es fácil, la tónica del Mundial corresponde al país donde se está jugando el campeonato. Este Mundial se identifica por una gran cantidad de goles, con un promedio de tres partidos, y con el plus que cuando hay buen fútbol y hay goles, hay más gente y hay más periodistas cubriendo. Por eso no entiendo a los periodistas que dicen que somos un equipo de respuesta, de contragolpe, que tenemos que colgarnos del travesaño o estamos hechos para los milagros. Si se juega ese fútbol, en vez de ir 100 periodistas, van a ir 10 a cubrir, pero si fomentamos el fútbol donde hay goles, hay espectáculo, donde las figuras son Suárez, Messi, Neymar, Robben y Van Persie, Müller , Benzema... eso quiere decir que estamos en el buen camino.
-Vos estás desempleado. Se habló de que te querían River Plate y Racing de Argentina, también equipos de Chile y Perú...
-Yo estoy super bien, porque más allá de que quiero trabajar y lo disfruto, no es que por trabajar me agarro de lo primero que aparezca. No es que sea exigente, veo el proyecto, veo si tengo techo para crecer, porque si no tengo, ir por manotazo de ahogado no. Ahora, si tengo techo para crecer y puedo lograr cosas que movilicen, voy; sino aprovecho a estar con mi familia, porque teniendo equipo terminás dejando a la familia de lado. Por ejemplo, hoy vine a visitar a un amigo, después me voy al cine con las mellizas a ver Rio 2 y después de las vacaciones tengo comprado un paquete para pasear por Argentina. También está lo de Emiratos Árabes... está firme la chance, faltan detalles.
-En algún momento dijiste que estabas esperando un pase al mercado europeo...
-Lo del mercado europeo no pasa por un tema de logros sino de influencias. Si no tenés influencias, no llegás. Yo pensé en algún momento que Paco me iba a ayudar... por eso mi ilusión. Lo bueno del jugador europeo es la disciplina táctica, son jugadores muy obedientes. Y lo bueno que yo tengo en mi trabajo es que cuanto más disciplinado y obediente sea el jugador, más probable que se llegue a buenos resultados.
"Si fomentamos el fútbol donde hay goles, donde las figuras son Suárez, Messi, Neymar, Robben, Müller , Benzema... estamos en el buen camino".
-Dijiste que esperabas una mano más grande de Paco Casal...
-Paco hoy está más dedicado a la parte televisiva, más empresarial, más en eso que en lo mío, pero la amistad no está en tela de juicio. No pierdo las esperanzas. Por otro lado, soy grande y tengo capacidad para buscar llegar por las mías. Pero de repente mañana viene y me dice: "Hablé y tenés tal equipo".
-Hoy estás desempleado. ¿Pensás que es riesgoso para un dirigente contratarte porque sos un entrenador polémico?
-Olvidate de eso, porque si no se sigue alimentando ese mito... Si seguimos con la chapa esa... ¿En qué soy polémico?
-Cuando hacés declaraciones, por ejemplo...
-Son interpretaciones periodísticas. Soy respetuoso de otras formas de ver el fútbol, y no digo que lo mío es mejor o peor. ¡No soy polémico! Inventan cosas. Soy derecho, sincero y sano. Pero lo llevan para otro lado. Quiero estar lejísimos de la polémica. No quiero que mi propuesta se vea como una transgresión a las raíces del fútbol que se ve acá. Antes di lugar a que digan eso... di lugar a las críticas. Acá, porque vos atacás o hacés goles te dicen que no defendés o no tenés equilibrio, pero no escucho críticas a los que se preocupan por defender solamente y se olvidan de atacar.
-Se ha criticado duramente a Julio Ribas o a Gregorio Pérez, por poner dos ejemplos, por defensivos.
-Pero muy poquito, muy poquito... ¿Sabés qué escucho? Dicen que son técnicos inteligentes, tácticos, "bichos". Yo todo eso lo vencí. A mí se me dijo que era lírico, loco, que cómo le iba a jugar de igual a igual a un grande.
-Cuando dirigiste la selección, se te criticó por todo eso y por la falta de equilibrio.
-Con la selección yo tuve un mal relacionamiento con la prensa. Estaba cuarta en zona de clasificación y era la que tenía más chances de gol reales (no lejos del arco), aún perdiendo como en el 4-1 ante Paraguay en Asunción o el 3-0 ante Venezuela en el Centenario.
-¿Sentiste que desde entonces evolucionaste como entrenador?
-Claro, yo evolucioné. Tenés que evolucionar. Incluso en el relacionamiento, porque yo era de confrontar mucho con los periodistas. Ahora nada que ver. Y como entrenador también. Yo asumí que a Danubio -la mancha en mi carrera- lo agarré en el quinto partido, y en poco tiempo quise hacer un curso intensivo de fútbol, pero estaba en una etapa en la que al jugador no le entraba nada. Quizás le entraba lo básico, pero no todo el trabajo que yo suelo realizar con tiempo. Ante resultados adversos, los jugadores se desmoralizaban y volvían a jugar como jugaban antes. ¿De quién fue la culpa? Mía, pero después me di cuenta.
(Llega un hombre, lo saluda: "¡Maestro!")
"¡No soy polémico! Inventan cosas. Soy derecho, sincero y sano. Pero lo llevan para otro lado. Quiero estar lejísimo de la polémica".
-¿Tu relacionamiento con los jugadores, en general, es bueno?
-Totalmente. Siempre van a haber jugadores a gusto o a disgusto con todos los técnicos. ¿Quién es el técnico que está en todos los detalles? El que te peina, te abriga, el que cuando salís de la cancha te saluda con un beso... ese es el entrenador que no trabaja en la cancha. Todos los que están en esos detalles seguro no trabajan, o lo hacen pero llenando horas. Ese entrenador se lleva bárbaro con los dirigentes y con el plantel, pero después el domingo es "a lo que salga". Yo paro la práctica, corrijo y vuelvo a intentar jugadas o tácticas. Los que trabajamos somos exigentes y estamos arriba del jugador. Y no me tiembla el pulso al sacar un jugador si no está jugando bien. Y en su lugar entra otro jugador, no un amigo. Tomás decisiones, pero para el equipo, no para que elogien a Carrasco.
-Hasta hace unas semanas, tras la finalización del Uruguayo, se buscaba técnico para Nacional, y no se manejó tu nombre entre los candidatos. ¿Por qué? ¿Estás vedado para volver?
-Yo soy hincha de Nacional y no de los hombres de ocasión (los dirigentes). Cuando se me dio la oportunidad, estaba ocho puntos atrás, terminé a un punto en el Apertura, salí campeón del Clausura. Si vos sos dirigente no tenés que llevar al simpático o al carilindo. Para llevar a un DT a un equipo grande tenés que pensar tres ítems fundamentales: la convocatoria, el aspecto social (cuando estuve fue el Nacional que vendió más entradas en la historia del club, en ocho meses se hicieron 24.000 socios nuevos, sin campaña y sin grandes nombres de jugadores a incorporar); después pensás si al club le hacés ganar plata: la venta de (Sebastián) Coates en 16 millones de dólares; el "Morro", 10 millones de dólares; (Alexis) Rolín, cuatro millones; Facundo Píriz, Mauricio Pereyra, Mathías Cabrera, el Nico López... Y en la parte deportiva a evaluar: salí campeón con Nacional y se le ganó a Peñarol... Ahí fui poco respetuoso, lo reconozco: dije que fue "el clásico del miedo" porque Peñarol tiró un solo tiro al arco y fue de Arévalo Ríos. Entonces: en lo social, en lo económico y en lo deportivo, yo anduve muy bien.
-Vos pensás que vas a volver a dirigir Nacional...
-Pero, ¿qué duda puede haber?... Yo no maté a nadie, no soy un asesino. Será que no me llaman por un tema de protagonismo... que yo no lo busco, porque no quiero opacar a ningún dirigente. Hacé una encuesta entre los hinchas de Nacional: ganamos el Hugo (De León) y yo siempre. Con River tuve tres copas internacionales y salió tercero en la Copa Sudamericana. Lo de Fénix ni que hablar, lo mejor en su historia...
(Pasa una madre con un niño y le piden una foto. Él accede gentilmente).
-¿Cómo viste que tu hija adolescente (Melanie) haya desfilado como modelo en el reality show de Maybelline (Monte Carlo TV), donde resultó finalista?
-Me sorprendió gratamente. Es una hija ejemplar, muy responsable, jamás hubo que pedirle que agarre un libro para estudiar, ni la retamos porque llegó tarde. No es de salir de noche a las discotecas o acostarse tarde... Me sorprendió lo desenvuelta que estuvo, sin tener una vocación de modelo.
-¿Ahora no tendrá esa vocación?
-Ella es muy responsable con los estudios. Está estudiando una carrera (quiere ser contadora) y lo otro le está gustando, pero no creo que se desvíe de ese camino.
"En lo social, en lo económico y en lo deportivo, yo anduve muy bien en Nacional".
-¿Sos un padre celoso?
-No, porque no me da motivos. Esa es otra fama que tengo, pero yo no soy malo, ni celoso, ni calentón. Tengo barrio, tengo hoteles cinco estrellas, tengo mundo, sé cuando tenés que mirar serio y cuándo descomprimir. Es un personaje que me hacen, pero está lejos de lo que soy.
-¿Y como abuelo cómo sos?
-Impresionante... Soy muy exigente en lo que depende de mí. Me encanta pasar tiempo con ellos, me gusta estar con ellos.
-¿Sos feliz?
-Super feliz, tengo una familia impresionante... En la vida, con errores y virtudes, he hecho cosas que me gustaron. Me encanta la rutina: mi rutina es una virtud, porque la disfruto. Hoy me levanté, preparé el mate, vi un partido del Mundial, pasé a jugar con las mellizas y de noche voy al cine con mi mujer. Con mi rutina soy feliz.
Montevideo Portal / César Bianchi
Fotos. Manuel Lino