La jornada de Navidad consistió en la continuación de las protestas en Serbia y el bloqueo por parte de cientos de manifestantes al acceso del Ministerio de Administración Pública de Belgrado, para exigir que se revise el censo electoral por sospechas de fraude en las elecciones del pasado 17 de diciembre, ganadas con mayoría absoluta por el partido del presidente Aleksandar Vucic, el Partido Progresista Serbio (SNS, por sus siglas en serbio).
Un grupo de estudiantes, organizador de la protesta, exige el acceso a la lista de electores para comprobar si contiene “votantes ficticios” que —acusan— fueron añadidos al censo para votar en favor del SNS.
Esta nueva protesta se sumó a la serie de manifestaciones ante las acusaciones de la coalición “Serbia Contra la Violencia” (SNP), principal formación opositora, de manipulaciones electoral, por lo que no reconocen los resultados de las elecciones y exigen su repetición.
La noche anterior Belgrado vivió una protesta, convocada por SPN, que desembocó en choques con la Policía que dejaron ocho agentes heridos y 38 personas detenidas.
Serbia celebró el día 17 elecciones para el Parlamento nacional, la Asamblea de la región de Vojvodina y las municipales en 65 ciudades, entre ellas Belgrado, donde el opositor SNP esperaba la victoria. Según los resultados oficiales, el gobernante SNS ganó los comicios parlamentarios con un 47 % de los votos, el doble que el SPN.
En las municipales en Belgrado, el SNS ganó con escasa diferencia y sigue incierta la formación de un gobierno local por falta de una clara mayoría, por lo que Vucic no descarta nuevas elecciones locales. Las autoridades rechazan las acusaciones de fraude y acusan al SPN de presionar a las instituciones.
La Unión Europea dio credibilidad el martes a las denuncias de irregularidades y avisó de que el respeto a la democracia marcará el proceso de adhesión de este país a la UE. La Unión Europea dio credibilidad el martes a las denuncias de irregularidades y avisó de que el respeto a la democracia marcará el proceso de adhesión de este país a la UE.
Rusia vs. Occidente, ahora en Belgrado
Rusia acusó a Occidente de instigar una revolución popular en Serbia, escenario el domingo de violentas protestas de la oposición a Vucic.
“Son evidentes los intentos del Occidente colectivo de caldear el ambiente en el país utilizando las técnicas de 'los golpes de Estado al estilo Maidán'“, en alusión a las revoluciones populares de 2004 y 2014 en Ucrania, dijo María Zajárova, portavoz del ministerio de Exteriores, a la agencia oficial RIA Nóvosti.
La
diplomática subrayó que “la única reacción posible es el estricto cumplimiento
de la letra y el espíritu de la Constitución del país y el respeto de la
elección del pueblo serbio que votó a favor de los intereses nacionales de su
país”.
Hace una semana el Kremlin saludó la victoria del SNS y de Vucic.
“Por supuesto, saludamos el éxito del señor Vucic. Esperamos que eso contribuya
al mayor desarrollo de la república”, dijo el portavoz de la Presidencia rusa,
Dmitri Peskov.
El presidente serbio aseguró que las autoridades del país balcánico defenderán las instituciones y preservarán la paz, y acusó de violencia a la oposición, que no reconoce los resultados y exige la anulación de las elecciones.
Moscú acusa a Occidente de incitar revoluciones populares como las que tuvieron lugar en Ucrania, Georgia o Kirguistán cada vez que estallan protestas populares contra dirigentes cercanos al Kremlin.
En una clara muestra de apoyo a Vucic, el embajador ruso en Belgrado, Alexandr Botsan-Jarchenko, se reunió el lunes con el presidente serbio.
Serbia, país candidato al ingreso en la Unión Europea, mantiene excelentes relaciones con Rusia, su histórico aliado al que, al contrario que los países occidentales, no ha impuesto sanciones por la guerra en Ucrania.
En base a información de EFE