El Senado de Brasil aprobó este jueves, en primera vuelta, establecer el "estado de emergencia" en el país para crear una serie de subsidios sociales con los que mitigar el impacto del precio de los combustibles, cuando faltan tres meses para las elecciones.
La medida, presentada en forma de enmienda a la Constitución, fue respaldada por 72 votos contra 1 y ahora tendrá que ser votada en segunda vuelta en el Senado y analizada posteriormente por la Cámara de Diputados.
El proyecto, que cuenta con el beneplácito del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, que buscará la reelección en los comicios de octubre, compromete unos 41.200 millones de reales (unos 7.900 millones de dólares) para diversos programas sociales hasta final de año, los cuales no estaban previstos inicialmente en el presupuesto de este año.
Entre los beneficios contemplados están elevar el valor mínimo de la ayuda mensual que ya se reparte entre las familias más pobres hasta los 600 reales (115 dólares), lo que supondría un aumento del 50 %, y crear otro subsidio para financiar las garrafas de gas.
También se prevé instaurar un subsidio de 1.000 reales (192 dólares) para camioneros autónomos, que forman parte de la base social de apoyo a Bolsonaro, entre otras iniciativas con las que se pretende reducir los efectos de la fuerte subida de los hidrocarburos de los últimos meses.
La aprobación de este proyecto ha levantado sospechas entre la oposición, que lo ha tachado de "electoralista", en un contexto en que todos los sondeos electorales vaticinan una victoria holgada del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, en los comicios del próximo 2 de octubre.
La legislación brasileña no permite crear nuevos programas sociales federales en año electoral, prohibición que el Gobierno ha conseguido sortear declarando el "estado de emergencia" bajo el pretexto de la fuerte inflación, que roza el 12 %, y el elevado precio de los combustibles.
La Administración de Bolsonaro ya utilizó ese mecanismo durante el primer año de la pandemia de coronavirus, en 2020, lo que le autorizó a superar los límites de gastos y saltarse temporalmente las reglas de equilibrio fiscal.
EFE