Ernesto Talvi, excanciller y excandidato presidencial por el Partido Colorado (PC), publicó su análisis del balotaje y sostuvo que el resultado “pone de manifiesto una tendencia regional y global: el creciente voto de castigo al oficialismo”. Al igual que en la primera vuelta, el artículo se conoció este martes a través del Real Instituto Elcano de España, donde él es investigador principal.

En su texto, Talvi describió que la victoria del presidente electo, Yamandú Orsi, se dio “con holgura”, en referencia a la diferencia de 3,9% con su rival del oficialismo, Álvaro Delgado.

“Este desenlace pone de manifiesto una tendencia regional y global: el creciente voto de castigo a los oficialismos, incluso en contextos de buenos indicadores macroeconómicos y alta aprobación presidencial”, apuntó.

Sobre esta idea, el excanciller distinguió dos “factores clave” que hacían pensar en un posible futuro del oficialismo. “En primer lugar, la elevada aprobación de la gestión del presidente Luis Lacalle Pou” y “en segundo lugar, una economía en franca recuperación desde el fin de la pandemia, un crecimiento vigoroso del empleo y niveles de desempleo históricamente bajos”, describió el excandidato. Aun así, el redactor reconoció el desenlace en el que la Corte Electoral dio la victoria al Frente Amplio.

“El triunfo de la oposición en Uruguay se enmarca así en un panorama de rechazo mayoritario a los oficialismos”, subrayó Talvi, y contrastó con que —según el medio ParlGov, que citó para hacer referencia al contexto global— en dos tercios de las elecciones que tuvieron lugar entre 2002 y 2024 en los países desarrollados, los partidos en el gobierno “fueron derrotados o redujeron su caudal electoral”, mientras que en América Latina ganó la oposición.

Talvi extrapoló que este rechazo generalizado a los oficialismos se produce “en un contexto de buenos datos macroeconómicos”, con menciones de una recuperación pospandemia del producto bruto interno (PBI), inflación en caída y, “más importante aún, tasas históricamente bajas de desempleo”.

Claves (micro)económicas 

Para entender por qué se produjo la derrota de la coalición en un contexto que el excandidato reconoció como económicamente positivo, Talvi analizó dos variables microeconómicas: el costo de vida y el poder adquisitivo. 

“Lo que costaba $ 100 al comienzo de la pandemia hoy cuesta $ 115 en Francia, más de $ 120 en Estados Unidos y el Reino Unido, y más de $ 130 en Uruguay”, explicó Talvi y señaló que, según esa lógica, “este aumento en el costo de vida castigó el bolsillo de los votantes y estos a los partidos en el gobierno”.

Sobre la segunda clave, el economista estimó que lo que ilustra el aumento de poder adquisitivo es “un detalle no menor”.

“No es necesariamente la subida de los precios per se la que afecta al bolsillo del votante, sino su impacto sobre el poder adquisitivo de los salarios, que es la forma en que la mayor parte de la población obtiene sus ingresos”, argumentó.

“En buen romance, y sin desconocer la importancia de otros factores en la decisión de los votantes, el peso de la economía de bolsillo sigue siendo un factor decisivo en los resultados electorales”, concluyó Talvi.