Partidarios de Evo Morales tomaron este viernes un cuartel y retienen al menos a 20 militares en la región cocalera del Chapare, en el marco de las protestas que llevan a cabo desde hace 19 días en apoyo al expresidente indígena boliviano, investigado por la justicia, según denunció el presidente Luis Arce y las Fuerzas Armadas del país.
En un comunicado, las FF. AA. dijeron que “grupos armados irregulares” tomaron la unidad, “con el secuestro de personal militar, armamento y munición”.
Una fuente de Defensa, que exigió la reserva, precisó a la AFP que hay “una veintena” de retenidos entre oficiales y soldados.
En un video difundido por la prensa boliviana, se ve a 16 militares rodeados de campesinos que blanden palos con la punta afilada.
“El Regimiento Cacique Maraza ha sido tomado por las centrales del Tipnis. Nos han cortado el agua, la luz, nos han tomado como rehenes”, se le escucha decir a un uniformado.
????| AHORA: Crisis en Cochabamba: toman unidad militar y retienen a soldados
— Radar Austral (@RadarAustral_) November 1, 2024
En medio de la intervención policial en Parotani, grupos evistas tomaron la Unidad Militar Regimiento Cacique Juan Maraza en Villa Tunari y retuvieron a militares como rehenes. Un video muestra a un… pic.twitter.com/etmpuJQBL5
A los Tipnis se les conoce como los territorios indígenas del Chapare, en el departamento de Cochabamba, donde Evo Morales tiene su mayor base política.
Ahí mismo el líder cocalero de 65 años permanece resguardado - según su partido - ante una probable orden de aprehensión de la fiscalía por el presunto abuso de una menor en 2015, cuando era presidente.
Morales rechaza la acusación como una “mentira más” orquestada por el gobierno de su exministro Luis Arce.
A través de la red social X, el mandatario denunció el hecho y lo calificó de “traición a la patria”.
“Denunciamos ante el pueblo boliviano y la comunidad internacional que grupos armados afines a Evo Morales han tomado por asalto tres unidades militares en el Trópico de Cochabamba, reteniendo como rehenes a militares y a sus familias, y amenazando sus vidas”, escribió.
El gobernante sostuvo que la toma de una instalación militar “por grupos irregulares en cualquier lugar del mundo es un delito de traición a la Patria” y una “afrenta” a la Constitución, las Fuerzas Armadas y “al propio pueblo boliviano, que rechaza de manera contundente los bloqueos criminales de Evo Morales, así como estas acciones delincuenciales”.
Arce deploró que se retenga a los militares de estos regimientos, pues ellos no están interviniendo “en ningún operativo” y solamente resguardan sus unidades.
“Ellos [los agentes retenidos] son de origen popular, y muchos también tienen raíces indígenas originarias, como los policías a quienes estos grupos irregulares están disparando con armas letales y lanzando dinamitas”, señaló.
Arce también denunció que la ocupación de las unidades militares incluye la toma de los espacios “donde se encuentra el armamento militar, lo que se constituye en un acto criminal absolutamente condenable que dista mucho de cualquier legítima reivindicación social del movimiento indígena originario campesino”.
“Estas acciones estrangulan económicamente al pueblo boliviano (...) buscando la ruptura del orden público legalmente constituido y de nuestra democracia, con el único objetivo de acortar nuestro mandato, imponer una candidatura inconstitucional y lograr impunidad en procesos judiciales”, indicó.
Agregó que, “como Gobierno democráticamente electo”, continuará actuando para “restablecer el orden público precautelando la vida de las bolivianas y bolivianos, la paz social, así como el derecho del pueblo al libre tránsito, al trabajo, al acceso a combustible, alimentos y medicamentos”.
Horas antes, Morales dijo a Arce en una carta abierta que “nadie hubiera imaginado que los últimos meses de su gestión serían tan oscuros y lamentables”, y lo comparó con la expresidenta interina Jeanine Áñez (2019-2020) por el uso de la violencia en su contra, y a la que acusa de haberle dado un “golpe de Estado” en 2019.
Arce y Morales están distanciados desde 2021 por diferencias en la administración del Estado que se profundizaron ante la necesidad de renovar la directiva nacional del gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS) y elegir al candidato oficialista para las elecciones de 2025.
Denunciamos ante el pueblo boliviano y la comunidad internacional que grupos armados afines a Evo Morales han tomado por asalto tres unidades militares en el Trópico de Cochabamba, reteniendo como rehenes a militares y a sus familias, y amenazando sus vidas, siendo que ellos no…
— Luis Alberto Arce Catacora (Lucho Arce) (@LuchoXBolivia) November 1, 2024
Militares apoyan despeje
Los seguidores del expresidente Morales han bloqueado carreteras en alrededor de 20 puntos del centro de Bolivia, principalmente de Cochabamba, en rechazo a lo que consideran “una persecución judicial”.
Sin embargo, ahora volcaron la protesta contra el presidente Arce y exigen su renuncia porque lo culpan de la crisis derivada de la falta de dólares que ha restringido las importaciones de combustible que Bolivia vende a precio subsidiado.
Ambos líderes se disputan el control de la izquierda oficialista y la nominación presidencial para los comicios de 2025.
Después de 19 días de protesta y enfrentamientos -que dejan 70 heridos, la gran mayoría policías-, el gobierno de Arce envió este viernes a los militares para que apoyen a la policía en el despeje de las carreteras.
El ministro de Gobierno (Interior), Eduardo Del Castillo, informó en X que la nueva disposición se enmarca en el plan “Recuperando la Patria”.
“Hasta el momento el avance de las tropas es constante y tiene buenos resultados. La Policía Boliviana no claudicará en su esfuerzo por restablecer el orden y la paz en nuestro país”.
La tensión se elevó aún más después del pasado fin de semana, cuando Morales denunció que agentes del Estado intentaron a matarlo a balazos en el Chapare, versión que el gobierno desmintió.
El miércoles el presidente Arce exigió a los manifestantes el desbloqueo “inmediato” de las vías, bajo la amenaza velada de enviar a las fuerzas armadas a los puntos de protesta o incluso de declarar el estado de excepción.
Ante el movimiento de las tropas, el expresidente Morales hizo pública una carta a su exministro y hoy mayor adversario político.
“De dar la orden de intervención policial y militar, será usted quien cargue con la responsabilidad de dividir y herir a Bolivia de forma irremediable y sin retorno”, señala la misiva.
Hoy en su gobierno -continuó Morales en su carta- “los indios parecen valer menos que la bala que los mata. ¿Qué o quién lo convenció de seguir este camino tan oscuro?”.
Con información de EFE y AFP