Los secuestradores de Milvana Salomone estuvieron recluidos en las instalaciones de la Cárcel Central hasta el 20 de octubre, cuando la Policía decidió trasladarlos a establecimientos carcelarios del interior por una fuerte sospecha de que intentarían fugarse.

"Tuvimos la información de una posible fuga por parte de ellos. Ellos estaban en el área de diagnósticos de la cárcel Central. Cuando estaban esperando allí para llevarlos a un lugar donde iban a estar sometidos a un programa de mayor cuidado y atención que el resto de los criminales, llegó esa información", explicó el jefe de Policía de Montevideo, Mario Layera, al diario La República.

Siendo así, tras recibir la información por parte del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), la Policía aseguró el edificio hasta que el INR aprobó el traslado de los delincuentes.

De las seis personas involucradas en el secuestro de Salomone, dos fueron derivadas a cárceles del interior y las otras cuatro trasladadas a otro piso de la Cárcel Central.

Una vez identificados los criminales que planeaban fugarse, se dispuso su aislamiento, que estén bajo guardia permanente y que sus custodios usen máscaras para salvaguardar su anonimato.