Esta tarde, a las 15:30, debía declarar en audiencia del Juzgado de Familia de Solymar P.G., diputado del Frente Amplio, por una denuncia realizada en esa órbita por su ex pareja. Sin embargo, la audiencia fue suspendida "atento a que no se recibió la contestación de los oficios librados". Deberá fijarse ahora una nueva fecha.
Según la denuncia, a la que accedió Montevideo Portal, hubo un incumplimiento de las medidas cautelares adoptadas por la sede judicial en mayo de este año, cuando se prohibiera al legislador acercarse a menos de 300 metros de la mujer o contactarse con su entorno.
Si bien la mujer asegura que no hubo violencia física o sexual, sí denunció reiteradas veces acoso psicológico tanto sobre ella como su actual pareja.
La pareja se separó hace ya dos años y medio, sin mayores problemas de relacionamiento por entonces y con acuerdo sobre las visitas a la hija de ambos, de cinco años de edad. Sin embargo, según consta en la denuncia, desde hace un año el representante comenzó a tomarse atribuciones que "no correspondían" a juicio de la denunciante, intentando retomar la relación y no aceptando las limitaciones que ella imponía.
La aguardaba dentro de la casa, enviaba mensajes a deshoras, hacía escenas de celos e intentaba determinar a través de la hija de ambos si la mujer había rehecho su vida.
Con el paso del tiempo, siempre según la denuncia, comenzó a contactarse con compañeros de trabajo de la mujer y su entorno familiar para incidir psicológicamente sobre ella, e incluso se negaba a retirarse de la casa cuando la denunciante se lo solicitaba. A partir de allí comenzó a describir "situaciones de seguimiento, molestia y acoso".
Tras averiguar el domicilio de la actual pareja de la mujer, aparecía en la puerta de su casa o del trabajo, motivo por el que se realizó una primera denuncia para evitar que el hombre, de 42 años, se siguiera acercando a su ex pareja o su entorno.
"A solo 15 días del severo apercibimiento que se le volvió a realizar al denunciado en audiencia evaluatoria, audiencia en la que se le solicitó incluso a la sede que se le colocara tobillera, este volvió a incurrir en desacato al no respetar la prohibición de acercarse al entorno. El pasado 17 de julio, el denunciado siguió nuevamente a la pareja de la señora desde su trabajo hasta su casa y paró en la casa del vecino de enfrente a golpear las manos (se adjunta foto)", indica la denuncia. El denunciado argumenta que nunca llegó a ver a la pareja de su ex esposa en esa circunstancia.
Cuando la pareja actual de la mujer se acercó a sacarle una foto para demostrar el incumplimiento, P.G "empezó a decir que no sabía de qué se trataba la situación" y justificó su presencia de forma fortuita.
Tras esto, fue a la sede judicial a justificar su presencia en el lugar argumentando que había ido a una empresa a pedir un presupuesto. El que haya ido antes de ser denunciado nuevamente "demuestra claramente las maniobras que permanentemente lleva a cabo para seguir justificando sus incumplimientos", indica la denuncia.
También hace hincapié en "el nivel de violencia que tiene el denunciado, que en la propia sala de espera de la sede (...) hablaba con el policía de guardia de que en la casa tenía un arma y que estaba acostumbrado a tirar desde muchos metros y que tiraba varios bloques de un solo tiro". Esto "lo comentaba en voz alta frente a la denunciante y su pareja". Este punto fue negado por el abogado del denunciado.
Psicológico
La denuncia agrega que continúa "el hostigamiento psicológico hacia la menor, porque no solo la interroga sobre su madre y su nueva pareja, sino que la expone a situaciones que no son propias para una menor". Cita como ejemplo que le muestra fotos de su celular de sus padres besándose.
La abogada denunciante calificó de "insólito e inverosímil" el comportamiento del denunciado y solicitó a la jueza actuante que trasladara a la órbita penal los autos "por un presunto delito de desacato y se disponga la colocación de una tobillera electrónica".
En la anterior instancia judicial, la Justicia había desestimado la colocación del dispositivo pero mantuvo las medidas de prohibición de acercamiento a menos de 300 metros respecto a la mujer y su entorno (incluyendo su actual pareja).
Se intimó también al diputado a que presente cada 15 días certificados que demuestren que está recibiendo asistencia psicológica y psiquiátrica, y a la denunciante a que concurra a atención de víctimas de violencia doméstica en su institución médica, citándose a audiencia para este 6 de setiembre.
Pericia
El diputado negó que hubiera maltrato y también las acusaciones en su contra, procurando "explicar mediante racionalizaciones su conducta". También aseguró que la denunciante "malinterpreta todo su accionar como un intento por retomar la relación", lo que él niega.
De la pericia psicológica realizada al diputado se desprende que comprende la necesidad de "finalizar sin incidentes" la relación, "más por temor ante eventuales consecuencias en su actividad pública que por mediar autocrítica o reproche moral".