La planta industrial para cultivo, procesamiento, secado y almacenamiento de cannabis medicinal Boreal, ubicada en Salto, será rematada este martes 27 de agosto a partir de las 15 horas.
Según información compartida por Vanoli-Brun Rematadores, las instalaciones cuentan con 94 hectáreas de campo, 5.000 metros cuadrados edificados, maquinaria, herramientas y oficinas que son adaptables a otros procesos industriales.
La planta procesadora de cáñamo medicinal, que fue inaugurada el 7 de setiembre de 2020, con la presencia de una delegación del Poder Ejecutivo, incluido el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, y que prometía ser la empresa más importante del rubro en América Latina, dejó de operar en julio de 2023, luego de menos de tres años de funcionamiento.
La subasta que tendrá lugar este martes es sin base en dólares. La decisión de ir a remate fue tomada por el síndico que se hizo cargo de la empresa tras el concurso procesal, luego de que fracasara el intento de licitación para vender la planta.
Aunque se trataba de un emprendimiento con inversores canadienses, detrás del dinero que permitió montar la planta estaba John Joseph Pollesel y Gonzalo Aguiar, quien fue asesinado por su expareja Romina Camejo en febrero de este año.
Luego del asesinato de Aguiar, se supo que el uruguayo había estafado al empresario canadiense vinculado a negocios de la industria minera.
Pollesel presentó una denuncia penal contra Aguiar por los delitos de “estafa y apropiación indebida”, por un monto de, al menos, US$ 10 millones.
Desde la defensa legal del canadiense se afirmó que transfirieron US$ 27,5 millones a Aguiar, aunque la construcción de la planta, en primer término, tuvo un costo aproximado de US$ 15 millones.
Entre 2020 y 2023, Aguiar le presentó al inversor documentación falsa —simulación de operaciones de venta, falsificación del estado de cuenta bancaria de la empresa, entre otros— y le ocultó los estados contables, al tiempo que Pollesel había desembolsado varios millones de dólares para un emprendimiento que no distribuía dividendos.
Según surge de la demanda por estafa a la que accedió Montevideo Portal, Aguiar utilizó el dinero que le confió Pollesel para “comprar suntuosos bienes a su nombre, viajar por el mundo y un sinfín de gastos personales millonarios”.
Tras la estafa y apropiación del dinero, Aguiar compró varias casas en Punta del Este, terrenos en el mismo balneario, un yate, un Ferrari 458 Spider, un BMW, una camioneta Volkswagen Tiguan, motos de agua, cuatriciclos, entre otros bienes, así como el Lamborghini que apareció en la escena del crimen.