El movimiento terrorista Hamás liberará este sábado a más rehenes israelíes a cambio de presos palestinos en el segundo día de una tregua temporal que da un respiro a los habitantes de la Franja de Gaza tras siete semanas de guerra.
Las autoridades israelíes anunciaron que 14 rehenes secuestrados por Hamás en la Franja de Gaza serán liberados este sábado a cambio de 42 prisioneros palestinos.
La tregua de cuatro días prorrogable, obtenida el miércoles por Catar con el apoyo de Estados Unidos y Egipto, prevé la liberación de 50 rehenes israelíes cautivos en Gaza y de 150 palestinos presos en Israel.
El viernes, miembros armados y uniformados de Hamás entregaron un total de 24 rehenes (13 israelíes, 10 tailandeses y un filipino) al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para ser llevados a Israel a través de Egipto.
Por su parte, Israel excarceló a 39 palestinos presos en sus cárceles.
“Es solo el comienzo, pero hasta ahora va bien”, dijo el viernes el presidente estadounidense Joe Biden, quien juzgó que existían “posibilidades reales” de prolongar la tregua pactada.
“Quedan aproximadamente 215 rehenes en Gaza”, declaró el portavoz del Ejército israelí, Doron Spielman. “En muchos casos no sabemos si están vivos o muertos”, admitió.
“De vuelta en casa”
En Tel Aviv, los rostros sonrientes de los rehenes liberados eran proyectados en la fachada del Museo de Arte, con las palabras: “Estoy de vuelta en casa”.
Cerca de un hospital en las afueras de la ciudad, algunas personas allí congregadas aplaudieron y ondearon banderas israelíes al aterrizar dos helicópteros que llevaban a los rehenes liberados.
“Estoy contento de haberme reencontrado con mi familia”, dijo Yoni Asher, que se reencontró con su mujer y sus hijas de dos y cuatro años secuestradas, en un video difundido por el Foro de Familias de Rehenes. “Pero no hago ninguna fiesta, no lo celebraré hasta que los últimos rehenes no vuelvan a sus casas”, agregó.
La portavoz del hospital Schneider declaró el sábado que los cuatro niños y las cuatro mujeres liberados e ingresados en el centro estaban con sus familias, “rodeados de equipos médicos y psicosociales” y que su estado era “bueno”.
Los otros rehenes liberados, cinco mujeres de avanzada edad, se encuentran “en estado estable” en el hospital Wolfson de Jolón, cerca de Tel Aviv, donde reciben cuidados adaptados también rodeadas de sus familias, según el portavoz del centro.
El 7 de octubre, los milicianos del movimiento palestino Hamás mataron a 1.200 personas y secuestraron a alrededor de 240 en el peor ataque en suelo israelí en la historia del país.
El primer ministro Benjamin Netanyahu afirmó que su objetivo era liberarlos a todos. Antes de este acuerdo, Hamás había liberado a cuatro rehenes y el ejército israelí había rescatado a otro y hallado dos cadáveres en Gaza.
Júbilo en Cisjordania
En Cisjordania ocupada, escenas de júbilo acompañaron la vuelta de los prisioneros liberados, recibidos como “héroes” en algunas zonas, con fuegos artificiales, banderas palestinas y del movimiento Hamás.
En Jerusalén Este, ocupado por Israel, se prohibieron las celebraciones.
Marah Bakir, de 24 años, se pudo reencontrar con los suyos tras ocho años en prisión por intentar asesinar a un guardia fronterizo israelí, pero lamentó que su liberación “se hizo a costa de la sangre de mártires”, en referencia a los fallecidos por la respuesta de Israel.
Prometiendo “aniquilar” a Hamás, Israel bombardea incesantemente la Franja de Gaza desde el primer día de guerra y desde el 27 de octubre lleva a cabo una ofensiva terrestre.
Según el gobierno de este territorio controlado por Hamás, 14.854 personas, entre ellos 6.150 niños, murieron por la ofensiva israelí.
“La guerra no ha terminado”
La tregua supone un primer momento de respiro para los gazatíes, que también están sometidos a un “asedio total” por parte de Israel, sin apenas acceso a agua, comida, electricidad o medicinas.
Aprovechando la calma en los combates, miles de personas que habían huido hacia el sur de la Franja de Gaza iniciaron el regreso hacia sus hogares en el devastado norte del territorio.
Más de la mitad de las viviendas del enclave están dañadas o destruidas y 1,7 millones de sus 2,4 millones de habitantes fueron desplazados por el conflicto, según la ONU.
En Jan Yunis, en el sur, un hombre de edad avanzada camina con un saco a cuestas. Con voz ronca explica estar “tranquilo porque hay tregua” y vuelve a su pueblo cerca de la frontera con Israel.
Pero desde el cielo, los aviones israelíes lanzan octavillas con una clara advertencia, “la guerra no ha terminado”, y alerta que el norte del territorio es una zona de combate.
Aun así, miles de palestinos intentaron ir hacia el norte de la Franja, según la Oficina de Coordinación para Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), que reportó un muerto y varios heridos en incidentes con fuerzas israelíes que les impidieron el paso.
La tregua debe permitir también la entrada de más ayuda humanitaria a Gaza. El viernes ingresaron 200 convoyes camiones cargados con ayuda, según el servicio del ministerio de Defensa israelí, encargado de los asuntos civiles en territorios palestinos.
La OCHA aseguró que estos constituían “el mayor convoy humanitario” desde el inicio de la guerra.
AFP