En octubre, Christian Mirza, nexo entre los refugiados de Guantánamo y el gobierno, explicó a Montevideo Portal que los ex presos cobrarían en enero cobrarían la última partida, que representa una cuarta parte de lo que recibían originalmente. El programa preveía que se disminuyera la asistencia monetaria a medida que fueran insertándose y consiguiendo trabajo.
Mirza solicitó entonces una prórroga del subsidio para los seis refugiados. "Me hago cargo de este pedido y no involucro a ninguna organización ni persona más que a mí mismo", dijo Mirza a Montevideo Portal. "Lo planteé porque no se resuelve aún el tema de la inserción laboral, y el Estado tiene una responsabilidad que asumió cuando los hizo venir al país", dijo.
Explicó que ninguno tenía "fuente de ingreso estable y suficiente". Dos de los refugiados trabajan en un parking, con ingresos son muy magros. Luego hay otros dos que tienen trabajos a tiempo parcial -uno, por ejemplo, da esporádicamente clases de inglés y árabe- y uno tiene un emprendimiento de dulces. Jihad Diyab no trabaja. En ese momento el gobierno uruguayo le dijo a Mirza que analizaría el tema. El gobierno les estaba pagando 7.500 pesos por mes y el alquiler de su vivienda.
Esta mañana, el portal Ecos informó que hay acuerdo con la Cancillería para que haya una prórroga de un año más en el programa de ayuda.
La idea, según explicó Mirza al medio, es que cobren durante un año el salario mínimo nacional ($12.265) y el alquiler de la vivienda. Esta ayuda se reducirá si consiguen un empleo estable en ese tiempo, según establecen las nuevas condiciones.
En conversación con Montevideo Portal, Mirza dijo que el gobierno todavía no respondió a esta propuesta pero mostró buena predisposición, por lo que "todo indicaría" que se extenderá el subsidio. El gobierno debe responder antes del 31 de enero, ya que es la fecha en la que expira el actual acuerdo.
No ha habido cambios en cuando a la falta de empleos estables, algo que según Mirza se debe al "estigma" de Guantánamo, ya que han cumplido varias instancias y entrevistas sin que obtengan el trabajo.
En el caso de Jihad Diyab, ya se encuentra instalado definitivamente en Rivera, aunque todavía no ha obtenido un empleo.