Inaugurada el 23 de junio de 1897 por la Central Uruguay Railway, la Estación General Artigas recibió su último tren el 28 de febrero de 2003. Al día siguiente se la clausuró oficialmente y fue reemplazada por una nueva estación -mucho más pequeña- situada 500 metros más al norte. Fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1975.
El edificio
permaneció cerrado a cal y canto hasta octubre de 2018, cuando luego de un
largo litigio regresó de manos privadas a la órbita estatal, y fue exhibido al
público en el marco del Día del Patrimonio.
Necesitada de numerosas refacciones, la estructura continúa cerrada al público y su destino futuro todavía no ha sido resuelto.
A fines de 2019 se presentaron 11 propuestas para recuperar, tras un llamado realizado por el Ministerio de Transporte y la intendencia de Montevideo.
Entre las propuestas figura la instalación de museos, terminales para trenes de pasajeros -de ómnibus, trenes y trolebuses-, bibliotecas, áreas comerciales, complejos para usos múltiples, centros de asistencia a turistas, zonas gastronómicas, espacios deportivos, estacionamientos, oficinas públicas, centros tecnológicos y de innovación, centros de convenciones, zonas francas, paseos peatonales, playas de contenedores, anfiteatros y centros educativos.
Uno de los proyectos pretende devolver los trenes a la Estación Central, función original para la que fue creada. En él participó el Grupo de Pasajeros en Defensa de la Estación Central como Terminal de Trenes.
Este lunes, al cumplirse 19 años del cierre de la estación, el Grupo de Pasajeros emitió un comunicado en el que reclama “que se defina el retorno de los trenes al edificio, de la mano de otros emprendimientos. Asimismo, rechaza una vez más “las intenciones de transformar a la Estación Central exclusivamente en un centro cultural o un jardín” ya que esto “condenaría para siempre al servicio de pasajeros a ser un modo marginal cuando al mismo tiempo se prevé un crecimiento del tráfico por las obras de renovación de las vías”.
El Grupo de Pasajeros afirma que “es perfectamente viable que los trenes regulares de pasajeros vuelvan a salir de la Estación y potenciaría el servicio, que va a ver todas sus estaciones mejoradas con doble vía hasta Progreso en el marco de las obras del Ferrocarril Central”. Además, insiste en que “la mala ubicación de la nueva terminal, abierta el 1º de marzo de 2003, provocó la pérdida de unos 100.000 pasajeros por año de los trenes de la línea Montevideo-Progreso-25 de Agosto, debido a su alejamiento del centro de la ciudad”.
También rechazan la creación de un jardín techado bajo la nave de andenes de la Estación Central, “puesto que no se va a construir detrás una estación terminal mucho más grande como ocurrió en Atocha (Madrid), si no que se planteó construir algo mucho más pequeño, constituyendo un despilfarro del dinero público, ya que usando la Estación Central la inversión para devolver los trenes al lugar es mucho menor llegando a su lugar original, sin perjuicio para los pasajeros. El antiguo edificio además es ideal para crear un centro de combinación con ómnibus en su entorno, debido a los accesos laterales y frontales que posee”, asevera el grupo.
“No existen estudios técnicos para justificar el desmantelamiento de la infraestructura ferroviaria de la Estación Central, pero si existen estudios que avalan su reapertura ante el futuro crecimiento del transporte por riel y puede convivir el servicio con otras actividades en la gran cantidad de espacio disponible tanto en el edificio principal como en la playa de maniobras y construcciones anexas que no necesita”, expresa el comunicado.
“Uno de los proyectos presentados ante el Ministerio de Transporte y Obras Públicas en 2019 para recuperar la Estación Central, elaborado por Alcalde – Arrosa Arquitectos, contó con la colaboración del Grupo para recuperarla como terminal ferroviaria y transformarla en centro multimodal de transporte, tendencia que han seguido varias ciudades del mundo al reabrir antiguas estaciones desafectadas en los años 60 y 70, subsanando errores históricos y reconociendo las ventajas del transporte ferroviario”, añade el envío.