El macabro hallazgo se produjo el pasado martes en una vivienda de la localidad de Suárez, departamento de Canelones.
Según informó el noticiero Subrayado, la policía tomó cartas en el asunto luego de que familiares de la anciana reportaran al 911 que llevaban días sin verla. En su relato, dijeron que las llamadas telefónicas que hacían a la mujer eran respondidas por un sobrino de esta, un hombre de 60 años con el que convivía. El individuo siempre les decía que la tía estaba bien, pero no los comunicaba directamente con ella.
Finalmente, los familiares fueron a la casa en cuestión y se encontraron con el cuerpo de la anciana envuelto en nailon y en avanzado estado de descomposición. En el lugar también yacía exánime su sobrino, con un disparo en el tórax y junto a un arma de fuego.
De acuerdo con la citada crónica, la hipótesis más firme sugiere que la anciana habría fallecido por causas naturales y el sexagenario habría ocultado el hecho debido a que residía en la casa de la mujer y ambos se sustentaban con la jubilación de esta. Finalmente, ante la imposibilidad de continuar con el engaño, habría optado por quitarse la vida.
El cadáver de la mujer no presentaba a simple vista señales de violencia, pero debido al estado de putrefacción en el que se encontraba habrá que esperar al resultado de las pericias forenses para conocer la causa del deceso.