El expresidente Julio María Sanguinetti publicó esta mañana una nueva columna en el hebdomadario partidario Correo de los viernes.
En su nuevo texto, el histórico dirigente del Partido Colorado analizó el escenario planteado luego de las elecciones del pasado domingo y lo que podría ocurrir en la futura instancia de balotaje.
Tras destacar el crecimiento que su partido tuvo dentro del abanico de la denominada Coalición Republicana o multicolor, Sanguinetti expresó que ahora se requiere “un esfuerzo grande para que en la segunda vuelta no haya la dispersión que en la elección interna redujo la clara ventaja inicial”.
“Somos optimistas, porque hoy el concepto de coalición está asumido, hasta psicológicamente. No vemos colorados, cabildantes o independientes desmarcándose en favor de un candidato frentista que no provee razón alguna para ese pasaje”, sostuvo.
“Luego, vendrá el gobierno. La madurez cívica del sistema institucional y político estará puesta a prueba. Nadie podrá eludir su responsabilidad. Ni el que esté en el gobierno ni el que quedó afuera, porque del todo no podrá estar”, adelantó el político, para luego adelantar un eventual gobierno liderado por el Partido Nacional.
“Si Delgado es el presidente, como deseamos y esperamos, podrá gobernar con una coalición cohesionada, que tendrá que amalgamar sólidamente con su oficio y paciencia”, escribió.
Texto adelante, minimizó las consecuencias que tendría para ese gobierno el hecho de trabajar en condiciones de minoría parlamentaria.
“Si no hay nuevo Presupuesto, no hay tragedia, porque fusionaríamos como hoy. Si no hay acuerdo para los entes, seguirán como en el Tribunal de Cuentas per saecula saeculorum. El rol opositor puede, sí, ser desgastante para el gobierno, con interpelaciones y comisiones investigadoras, pero también desgastante para el que abuse. No creemos que la ciudadanía premie hoy al que no ayuda y pase a ser parte del problema. Si el Frente no logra domeñar el impulso revanchista del Pit-Cnt que hasta amenaza con desconocer el referéndum e insiste con eliminar las AFAP, enturbiará su horizonte y rebajará sus posibilidades”, describió.
“En suma, todos tendremos responsabilidades fuertes ante una ciudadanía que ya no es tan tolerante con los gestos demagógicos y las posiciones destructivas. El sistema todo le impone, a cada actor, más grande o menos relevante, una responsabilidad importante”, cerró.