Un funcionario del Instituto Uruguayo de Rehabilitación (INR) fue condenado con prisión luego de que se comprobara que introducía de forma ilegal teléfonos celulares en la cárcel de Salto.

Según un reporte policial recogido por el periódico local Cambio, existían sospechas sobre el accionar de un operador penitenciario civil de 36 años, y se dispuso una discreta vigilancia de sus movimientos.

En la tarde del pasado sábado, personal de vigilancia perimetral que se encontraba en el techo del penal advirtió que el hombre ingresaba hacia el patio de las oficinas “de forma sospechosa” y caminaba hacia la cocina de funcionarios. Una vez allí, sacó de sus bolsillos un bulto blanco y lo dejo en un tacho de basura. Sin embargo, en ese momento notó que lo vigilaban, por lo que recogió el paquete y corrió hacia la zona de guardia externa.

En su huida, el operador arrojó hacia el techo tres paquetes. Luego se comprobaría que contenían celulares táctiles.

Conducido ante la Justicia, el funcionario fue condenado por reiterados delitos de cohecho calificado. La pena impuesta fue de catorce meses de prisión, pero solo pasará tras las rejas los primeros seis.