El ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, partió este lunes hacia Fray Bentos (Río Negro) para investigar lo sucedido en un residencial de ancianos en donde murieron 15 personas en los últimos días, la mayoría a causa de la COVID-19.
El caso tomó estado público porque -aparte de la cantidad de muertos- los ancianos no fueron internados en CTI y una de las doctoras que acompañaba a los pacientes tenía coronavirus y decidió instalarse en el residencial.
En declaraciones a Telenoche (Canal 4) que fueron previas a su viaje a Fray Bentos, Salinas dijo que en el residencial había 65 ancianos y 45 funcionarios que prestaban servicios.
Según dijo, todos los pacientes "tuvieron asistencia oportuna y continua por parte de los prestadores y por parte del residencial, que está frente al hospital, además".
"Pensamos que las medidas tomadas son medidas acordes, pero para una mayor seguridad me voy a estar desplazando allí", dijo en referencia a la investigación que se realizará.
Consultado sobre la decisión de no internar a los pacientes en el hospital, Salinas dijo que "sobre eso hay mucha bibliografía" y que, si se cumple con determinadas condiciones en el residencial, a veces no es necesario trasladar a los pacientes a un CTI.
"Cuando usted puede formar cohortes de pacientes entre positivos y negativos, y tiene lugar adecuado para hacerlo, se separa a los enfermos de los no enfermos. (...) Usted lo que tiene que asegurarles es la asistencia, lo importante es que sea una asistencia equivalente a una asistencia hospitalaria, y entones si usted tiene el oxígeno, los corticoides, la dexametasona, los anticoagulantes, los cuidados de enfermería, entonces usted en conciencia está tranquilo de que están bien cuidados", afirmó Salinas.
No obstante, "evidentemente la maldad de este virus es tremenda". Además, dijo que "las personas que están en determinadas situaciones a veces cambiarlas de ambiente requiere una sedación, y eso los saca de ambiente, y eso tiene algún tipo de efectos secundarios, entonces hay que balancear muy bien cuáles son los beneficios y las contras".
El brote fue detectado cuando faltaba muy poco para que los residentes fueran vacunados contra el virus. La doctora Daura Garaza, directora del establecimiento, fue objeto de críticas diversas en redes sociales por parte de vecinos de la localidad. Ella misma resultó contagiada con el virus, y se le achaca la polémica decisión de cursar su confinamiento dentro del hogar junto a los residentes, algo que entraría en contradicción con los protocolos diseñados al respecto.
La funcionaria brindó declaraciones al programa Así nos va, emitido por la emisora local Impacto FM. De acuerdo con sus dichos, los fallecidos "son personas que han vivido años en este lugar".
"Se nos mueren dándole todo lo máximo que podemos darles", dijo y negó versiones acerca de falta de suministro de oxígeno en el lugar.
"Se nos mueren con todo el tratamiento como si estuvieran en el hospital o como si estuvieran en el sanatorio. Con antibióticos, con anticoagulantes, con antiinflamatorios, con oxígeno. Nunca nos faltó el oxígeno. Ni un solo residente estuvo con falta de oxígeno. (...) No les ha faltado nada, ni el oxígeno, ni la medicación, ni la dedicación, ni el aseo, ni la alimentación. No les ha faltado nada de nada. Sobre todo, no les ha faltado el cariño de estar hasta el último minuto del suspiro. No les ha faltado un rezo para el que cree, no les ha faltado un beso para el que pide un beso. No les ha faltado nada porque ahí hemos estado", sostuvo.
Actualmente hay tres personas trabajando en la asistencia de los 53 ancianos residentes en el lugar. Según la directora, las tres funcionarias "están libres de coronavirus". "Y yo que estoy con coronavirus estoy haciendo la cuarentena acá y no siento nada".
"La gente que habla son unos sinvergüenzas porque cuando se pidió ayuda todos estaban ocupados y los que hablan no vienen a dar ni media mano, ni se han acercado a estar con los abuelitos", criticó.