El presidente Cutcsa, Juan Salgado, habló por primera vez tras el accidente del 121 que terminó en la playa Pocitos. Sobre el chofer, Salgado dijo que “no hay nada sobresaliente que se pueda relacionar” con el hecho.
El día en que se dio el siniestro, el hombre estaba trabajando su segundo turno: había conducido desde las 22:00 horas hasta las 3:00, luego descansó una hora y volvió a manejar a las 4:00. Salgado aseguró que no es algo extraño hacer el horario nocturno y luego seguir en la mañana, porque en la noche se trabajan cinco horas.
Además, sobre la hipótesis de que el cansancio hubiera provocado cierto estrés en el hombre, el presidente de Cutcsa dijo que en los últimos dos meses el conductor no había hecho turnos dobles, solo ese día.
Ante la consulta de si tenía problemas familiares que pudieran ser un factor, Salgado sostuvo que se trata de una persona “callada” y que a sus oídos no había llegado ningún comentario. “No hay nada conocido que pueda hacer entender lo que pasó”, agregó en entrevista con La pecera (Azul FM).
Con respecto a la posibilidad de que la unidad se hubiera quedado sin frenos, Salgado explicó que es algo materialmente imposible. Argumentó que los vehículos tienen un sistema de retarder que hace que la propia caja de cambio funcione para detener el ómnibus. “No lo hace de forma abrupta, es gradual y hay un botón a la izquierda para eso. No existe la posibilidad”, explicó.
A su vez, aseguró que el freno de mano de los ómnibus es independiente al resto del sistema y “absolutamente mecánico”. Contó que el pasado jueves pidió a un capataz de taller hacer la prueba de poner un ómnibus a 80 kilómetros por hora y frenarlo con el freno de mano, y “en menos de 100 metros quedó parado”.
Por último, Salgado adelantó que por “el historial del chofer en la empresa”, desde Cutcsa van a respaldarlo desde el punto de vista jurídico. “Vamos a asumir todo lo que haya que asumir”, resumió.