SE VOTÓ EL CASO NICOLINI

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En sesión extraordinaria, la Cámara de Senadores culminó la discusión del pedido de renuncia de Leonardo Nicolini, que fue votado en forma positiva en el día de hoy. Tras 14 oradores y algunas argumentaciones enfrentadas, el Senado aceptó por unanimidad la renuncia.

El Partido Nacional había argumentado, apelando al artículo 115, que el legislador no era "digno del cargo" y había promovido su desafuero, pero finalmente sólo se aprobó su renuncia. Al dimitir, Nicolini no goza de los beneficios jubilatorios, aunque los mismos podían ser solicitados por la bancada del Frente, algo que se descartó de plano.

Lucía Topolansky, quien afirmó que "no dejaremos tirado económicamente a un compañero", puntualizó que "él vino a presentar la renuncia voluntariamente, no a punta de pistola".

El debate tuvo algún enfrentamiento interesante, por ejemplo entre José Korzeniak y Gonzalo Aguirre. Al senador socialista, sin embargo, la discusión pareció generarle hambre, porque pidió un sandwiche caliente sin inmutarse. Abdala aprovechó para pedirle un pedacito y Korzeniak, convencido de que era en serio, estuvo a punto de alcanzárselo.

Cuestión de salud

El Ministerio de Salud Pública, concluyó que sí hubo errores pero no intención de dolo en la decisión de otorgar el carnet de asistencia gratuita al legislador del MPP.

La ministra María Julia Muñoz ya determinó que no habrá sanciones para los funcionarios, lo que despertó la perplejidad de la oposición. A su vez, Muñoz denunció que el caso fue utilizado por blancos y colorados como maniobra política.

El "complot de la derecha"

Una opinión similar tiene el senador Eleuterio Fernández Huidobro, según se puede comprobar en la contratapa del diario La República de hoy.

Huidobro apunta directamente al semanario Búsqueda, publicación a la que considera pieza clave en el "complot de la derecha". "Primero robaron del Ministerio de Salud Pública el expediente de una investigación administrativa, delito que deberá ser severamente investigado como el de Nicolini", afirma.

A continuación, el senador emepepista enumera la intención y objetivos de la derecha al publicar los pormenores del caso Nicolini antes de que culminara la investigación administrativa: "1. Perjudicar al gobierno de Tabaré Vázquez y complicarle la vida. 2. Dañar a la compañera ministra María Julia Muñoz. 3. Arrancarle la cabeza al compañero doctor Tabaré González. 4. Desprestigiar a los Servicios de Salud Pública. 5. Dañar al MPP. 6. Expulsar a Nicolini del Parlamento. 7. Mandarle preso a él y a su hijo. 8. Tomarse una buena revancha por lo de Focoex para despejar la cancha embarrada desde entonces en ese ministerio".

Para el diario El País, sin embargo, la Corriente de Acción y Pensamiento -el sector de Fernández Huidobro- cree que el caso de Nicolini fue denunciado con anticipación a los medios por gente afín al sector del emepepista Julio Marenales, considerado opuesto a la CAP. Según el matutino, Sandra Menotti, integrante del sector de Marenales, fue quien estuvo en la Dirección del Sistema de Atención Integral de Montevideo en momentos en que Nicolini era intervenido, por lo que se cree que la información se habría filtrado por esa vía.

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