Una funcionaria pública rusa será encarcelada por 21 años por supuestamente cometer ataques de sabotaje a favor de Ucrania. En los últimos días, y luego de que su juicio cobrara estado público, recibió el apodo de la “terrorista más sexy” del país.

Viktoria Shinkaruk, de 29 años, fue condenada por participar en la planificación de presuntos “ataques terroristas” que iban a cometerse contra un ferrocarril y refinerías de petróleo.

Shinkaruk fue enviada a prisión por un tribunal militar después de que la encontraran culpable de adquirir y contrabandear explosivos, según consigna el tabloide británico The Sun.

El tribunal también alegó que la mujer trabajaba para Ucrania, y afirmaron que Shinkaruk participó en un envío de dinero para Kiev. Dicha entrega habría sido en la modalidad conocida como dead drop, que consiste en usar taquillas de supermercado para un discreto cambio de manos.

Según el tribunal ruso, la mujer dejó una suma cercana a los 1.000 dólares en un casillero. El dinero había sido colocado allí por Alexander Kholodkov, un hombre de 38 años, mecánico de profesión y conocido de Shinkaruk. Kholodkov recibió una pena un año mayor que de la su cómplice, debido a que —según el tribunal del caso— habría participado de operaciones similares en otras ocasiones, totalizando unos 4.000 dólares.

La mujer negó todos los cargos y dijo que simplemente seguía las instrucciones de su esposo, Evgeny Kisel, de 36 años, quien se encuentra exiliado y, según la información de los servicios de inteligencia rusos, trabaja para Ucrania.

“Estoy totalmente en contra de cualquier tipo de violencia. Nunca relacionaría mi vida con este tipo de actividad”, dijo Viktoria Shinkaruk durante el juicio. “Nací en Belgorod y no tendría ningún deseo de contribuir a ninguna explosión que se llevara a cabo en mi ciudad. Si hubiera sabido que mi marido era miembro de grupos terroristas, no habría tenido ningún contacto con él”, sostuvo.

Viktoria Shinkaruk junto a su esposo, actualmente en el exilio

Sin embargo, el tribunal desoyó sus descargos y le impuso una durísima condena.

De acuerdo con el citado medio, los allegados a la joven quedaron sorprendidos cuando ella fue acusada, y la mayoría de ellos coincide en que su amiga sería incapaz de participar en una conjura terrorista.

Sin embargo, un amigo de la joven identificado por el nombre de pila de Sergei consideró que los cargos podrían ser legítimos, pero que la culpa en última instancia sería del marido.

“Creo que su marido le lavó el cerebro diciéndole que ese dinero supuestamente lo ayudaría a evitar un proceso penal. Ella fue una tonta y solo quiso ayudarlo, y ahora perderá su juventud, la oportunidad de formar una familia”, expresó en declaraciones a la agencia Regnum.

De acuerdo con el informe de The Sun, una de las principales pruebas en el juicio de Viktoria Shinkaruk fue la de un agente doble que nunca fue identificado ante el tribunal.

En ese sentido, se suma a la lista de juicios en el país “rodeados de secreto y en los que las pruebas contra los acusados no se hacen públicas”, detalla el artículo.