Uno de los rugbiers sentenciados a cadena perpetua por el asesinato de Fernando Báez Sosa en enero de 2020, en el balneario argentino de Villa Gesell, finalmente rompió el silencio, algo que había anunciado su abogado Francisco Oneto el jueves 4 de abril.
Máximo Thomsen, de 24 años, acudió junto a Oneto a la Suprema Corte de la Provincia la semana pasada y declaró, entre otras cosas, que quien le propinó los golpes letales a Báez Sosa fue Enzo Comelli, otro de los rugbiers que recibió la máxima pena en el juicio.
Según La Nación, Thomsen habría dicho que Comelli fue quien dejó a la víctima “fuera de combate”. Thomsen había sido señalado por varios testigos del juicio como el autor de la patada mortal, por lo que esto, si se logra confirmar, cambiaría el relato de los hechos.
“Acudimos esperando revertir la sentencia, al menos en los alcances de la responsabilidad penal que se le atribuyó a Máximo”, detalló al canal Todo Noticias (TN) el defensor, que comenzó hace poco a trabajar con Thomsen.
Oneto afirmó a TN que la defensa que se llevó adelante en el juicio, donde fueron los ocho jóvenes que tuvieron algún rol en el asesinato juntos, “representaba intereses contrapuestos”.
Eso hubiese anulado el juicio, por eso, su defendido decidió, “mediante la presentación del recurso, aclarar cómo ocurrieron algunas cosas”.
Asimismo, el abogado aseguró que “nunca hubo un acuerdo en términos de una omertá” entre los implicados.
Si bien admitió que la defensa anterior fue llevada adelante por un colega “con una gran solvencia técnica”, apuntó a que “la defensa anterior decidió escoger un camino defensivo” de tomar el caso “como bloque”. “Nosotros consideramos que hay responsabilidades penales diferenciadas”, matizó.
Uno de los agravantes que llevaron a la Justicia argentina a determinar que Thomsen tuviera cadena perpetua fue la premeditación y la alevosía.
Sin embargo, Oneto dijo que no hubo “para nada” un acuerdo para matar a Báez. “En realidad, a él se lo castigó por concurso premeditado, que quiere decir que, además de que concurran voluntades por un acuerdo, hubo una reflexión acerca de cómo cometer ese crimen”, detalló.
“Nosotros decimos que los hechos en donde ocurrieron, y por la inmediatez con la que ocurrieron, impiden las circunstancias necesarias como para poder reflexionar algo”, terminó.