La semana pasada, y luego de la audiencia judicial en la que compareció por las denuncias en su contra, Gustavo Penadés rompió el silencio que había mantenido desde marzo, cuando —todavía en su puesto de senador— ofreció una conferencia de prensa acerca de las denuncias mediáticas expresadas por la militante nacionalista Romina Celeste Papasso.

En aquella ocasión dijo sentirse tranquilo por la certeza de no haber cometido ningún delito. “En los estrados me voy a defender”, anunció. El resto es historia conocida: con el paso de las semanas se sumaron nuevos denunciantes contra el legislador, que a su vez fue desaforado y renunció al Partido Nacional.

Tras la comparecencia del jueves, Penadés hizo declaraciones a la prensa y defendió una vez más su inocencia. “Sigo sosteniendo que soy inocente, tengo la conciencia tranquila y esperemos que en la Justicia se pueda demostrar”, manifestó, e hizo referencia a una presunta “trama” en su contra.

“Entiendo que el tiempo va a ir dando a conocer la trama que hay detrás de todo esto”, añadió en la puerta de la sede judicial, donde minutos antes la Justicia había rechazado la solicitud de su defensa de que se les proporcionaran los nombres de los denunciantes.

En las últimas horas, Romina Celeste Papasso recurrió a Twitter para transmitir un mensaje de rechazo hacia los dichos del denunciado. Fiel a su estilo de comunicación, la militante nacionalista se despachó con una breve y vibrante filípica contra Penadés, discurso en el que no faltaron los dicterios y descalificaciones.

En su crítica, Papasso sostuvo con énfasis que las denuncias contra el desaforado legislador no obedecen a ninguna intriga en su contra.

“Yo hice una denuncia pública y Fiscalía entendió que había elementos para iniciar una investigación de oficio”, recordó.

“Acá no hay ninguna trama: tras mi denuncia comenzaron a llegar fotos, videos y testimonios sobre esta persona”, refirió Papasso, dando a entender que las denuncias no son parte de una acción coordinada, sino que surgieron de manera espontánea, alentadas por el ejemplo que ella misma había dado.

Luego —y sin nombrarlo— la denunciante subió el tono y lanzó agrias invectivas contra el político.

“Este muerto humano demoró tres meses en comunicar esta supuesta trama. Tres meses estuvo escondido como una rata sin decir nada, callado la boca, y esperó a la feria judicial para salir a hablar, para intentar cambiar la imagen pública que tiene. Quiere quedar como bueno y que es todo un invento contra él”, criticó.

En ese sentido, Papasso señaló que las denuncias contra Penadés refieren a hechos presuntamente sucedidos a diferentes personas y a lo largo de un vasto período. “Hay denuncias de abuso de hace décadas. Un ejemplo es la mía, de hace 17 años, pero hay anteriores, hasta de 20 años”, detalló.

Asimismo, rechazó los intentos de relativizar la credibilidad de los denunciantes.

“Primero empezaron conmigo, [diciendo] que yo era una persona de dudosa reputación”, y apuntó contra los “legisladores que le creyeron a él, porque se defienden entre ellos y tratan de destruir a las personas comunes, ciudadanos como nosotros, cuando los tocamos”.

“Quiero decirles que esto no va a quedar impune, y no voy a dejar que salgan a ensuciar a ninguno de los denunciantes”, sostuvo Papasso.

“Ya sabemos por qué quieren saber la identidad de las personas que los denunciaron: para ir contra ellos”, concluyó, con un plural en el que incluye al docente Sebastián Mauvezín, señalado por algunos denunciantes como supuesto “facilitador” de los encuentros entre Penadés y las presuntas víctimas, y quien también declaró ante la Justicia.