El escritor Julio Toyos llegó a un acuerdo de conciliación con la exmilitante del Partido Nacional Romina Celeste Papasso luego de que él le dijera “vestite de varón, gordo”. La agresión verbal que le propinó Toyos a Papasso fue en el marco de la visita del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, a Montevideo, a fines de enero de este año.
En un principio, Papasso reclamaba a Toyos el pago de US$ 35.000, que se componían de US$ 25.000 por daño moral y US$ 10.000 de lucro cesante, pero la cifra final acordad fue de US$ 1.500.
Este viernes en el programa Hacemos lo que podemos, de CRTV, Papasso confirmó que finalmente la cifra fue de US$ 1.500, aunque le restó importancia al monto. “En realidad, a mí, con US$ 1.500 voy a Buenos Aires y me los gasto. Literal que no es algo que signifique una diferencia ni nada”, expresó.
“Ya se cobró, ya se guardó… Pero ¿sabés qué significó para mí? Que realmente se supo qué fue lo que pasó el día de la Intendencia [de Montevideo, cuando le escupió a una funcionaria de la comuna]. Que la gente, sin saber lo que yo había vivido… ¿qué fue lo que me enfureció a mí? Los gritos. Porque a mí se me ve gritando como una loca. Pero ¿por qué estaba gritando así? Y eran las agresiones de tantas personas juntas filmándome, grabándome, y todo eso no se vio”, detalló la exmilitante del Partido Nacional.
En tal sentido, Papasso expresó que “estaba angustiada” y “necesitaba que se compruebe, ante los medios públicos y un juzgado”, que ella “realmente había sufrido una discriminación”.
“Para mí era muy importante quedar limpia y mostrarle a la gente esto pasó por esto”, puntualizó.
Por otro lado, también explicó por qué agredió a la funcionaria y no a Toyos. Según argumentó, la mujer veía lo que le estaban haciendo a Papasso y “estaba riéndose y no hacía nada”. “Por eso fui directamente a esa persona; ¿quién era? La directora de Convivencia ciudadana de la IM [sic], que estaba ahí para ordenar, para que todo esté bien. No hizo nada, dejó que me denigraran públicamente y por eso fui a ella. No fui a él, porque le podría haber escupido a él en la cara, pero la culpable era ella, que miró y todavía se estaba riendo”, sentenció.
Desde la IM acotaron a Montevideo Portal que la mujer agredida no era directora, sino una funcionaria de inspección de convivencia departamental de la comuna.