En los últimos días, la causa que investiga los presuntos abusos sexuales del senador Gustavo Penadés contra menores de edad presentó avances.
El jueves, Penadés declaró ante la fiscal Alicia Ghione durante una hora y media, comparecencia tras la cual la funcionaria se apresta a solicitar el desafuero del legislador. Ese mismo día también se tomó declaración al profesor Sebastián Mauvezín, señalado como presunto facilitador de los encuentros con menores de los que se acusa al senador oficialista.
Juan Carlos Fernández Lecchini, abogado de Mauvezín, señaló posteriormente que habría “indicios de falsedad” en los chats investigados, y solicitó un peritaje de dichas conversaciones. Asimismo, habría pedido conocer los nombres de los denunciantes, que aparecen tachados en las transcripciones a las que tuvo acceso.
Esa solicitud fue cuestionada a su vez por la abogada del Consultorio Jurídico de la Universidad de la República (Udelar), Soledad Suárez, quien defiende a Romina Celeste Papasso y a otros denunciantes.
“A mí se me prenden todas las alarmas. Yo tengo que proteger a las víctimas siempre, pero ahora más que nunca. ¿Por qué quiere acceder al nombre de los menores? Es una pregunta, que cada quien saque sus conclusiones”, sostuvo Suárez en diálogo con Montevideo Portal el pasado viernes.
Al día siguiente, Romina Celeste Papasso manifestó en Twitter la misma preocupación que su abogada, aunque lo hizo en términos para nada jurídicos.
“El abogado del profesor Mauvezín pidió acceder a datos de denunciantes. ¿Qué querés, llamarlos para amenazarlos? Como hicieron con el primer menor... Yo soy la cara visible de todos ellos, ojo con meterte con las víctimas, payaso, que ya me contaron la clase de basura que sos”, escribió en la red social.
El domingo, la Asociación de Abogados Penalistas del Uruguay (AAPU) emitió un comunicado en el que manifiesta su repudio por las declaraciones de Suárez y las posteriores manifestaciones de su defendida.
“Las manifestaciones que se repudian de la doctora Suárez y su representada son parte de una serie de expresiones que se vienen realizando de manera sistemática contra la actuación profesional de los abogados que han asumido la defensa de imputados en procesos por delitos sexuales y que no solo pretenden afectar su imagen, sino también limitar ilegalmente la forma como ejercen sus derechos y obligaciones como defensores”, se lee en la misiva, que a su vez fue respondida por Papasso.
“Ni un juez me dice lo que tengo que decir, ni cómo me tengo que referir a un defensor de una lacra humana. Una vergüenza el comunicado ridículo nefasto que publicó la asociación de abogados penalistas, seguramente amigos del pedófilo”, atacó la militante, texto al que coronó con un elocuente “¡conmigo no juegan, lacras humanas!”.