En las últimas horas, la senadora nacionalista Gloria Rodríguez y su par cabildante Guillermo Domenech protagonizaron un agrio intercambio, situación que fue relatada por la primera en rueda de prensa y sobre la que el segundo también se pronunció.
El enfrentamiento se produjo durante una sesión de la Comisión de Derechos Humanos y Equidad de Género, a la que se había invitado a la directora del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), Mónica Bottero. En la jornada estaba previsto analizar un proyecto de ley impulsado por Rodríguez sobre paridad de género en el Parlamento.
“Vivimos una situación muy lamentable, que la verdad nos llena de vergüenza. Un senador, frente a la falta de argumentos, realizó manifestaciones lamentables adjudicando intenciones y que se procedía por grupos de intereses. Y que era un proyecto de ley de un pensamiento fascista”, resumió Rodríguez.
“Luego se violentó, golpeó la mesa frente a los invitados. Fue una situación que nos debe llenar de vergüenza y no se debe repetir. Hubo chicana y falta de respeto frente a los invitados. Fue muy lamentable. Estas cosas le hacen mucho daño al sistema político. Considero que el senador estaba pasando por un mal momento y dejó fluir ese pensamiento y esa concepción retrógrada que tiene”, agregó.
Posteriormente, Domenech dialogó con Montevideo Portal y negó que los hechos se desarrollaran tal como los refirió la senadora.
“Es falso que haya golpeado la mesa. Lo que hice fue recoger mis cosas, ordenarlas, pero en ningún momento golpeé con la mano la mesa. En ningún momento. Lo que puede haber pasado es que levanté un montón de papeles y los ordené (apoyando la base de la pila de papeles contra la mesa), pero no golpeé la mesa ni nada por el estilo. Me levanté, recogí mis cosas y me fui”, dijo.
“Y jamás dije que las mujeres deben dedicarse solo a ciertas actividades y que los pensantes son solamente los hombres. Eso es una afirmación absolutamente absurda. No dije semejante barbaridad. Lo que dije es que no me parece adecuado que se pretenda a determinadas personas proporcionarle una muleta para que alcancen cargos representativos”, manifestó.
“Homosexual reprimido”
Esta mañana, la militante nacionalista Romina Celeste Papasso volvió a usar su cuenta de Twitter como arma arrojadiza, y el blanco de sus dardos verbales fue el senador de Cabildo Abierto. En sus dichos, hizo referencia a la sexualidad del legislador, algo que corresponde a la esfera privada del aludido, y también a una característica ostensible y pública: su baja estatura.
“Qué triste la vida de este fascista de Cabildo Abierto que mide 1,50 de altura y trata de fascista a una persona que intenta terminar con la discriminación que CA promueve”, escribió.
Luego cambió el registro y se dirigió directamente al sujeto de sus acusaciones. “Evidentemente sos un homosexual reprimido, que le molesta que la gente sea feliz sin ser discriminado”, sostuvo.