Una banda de delincuentes vio frustrado, en la madrugada de este miércoles, un plan para replicar lo sucedido en 2006 en el banco Río de Acassuso, cuando se dio el conocido “robo del siglo”.

Fue en el mismo barrio del primer atraco: San Isidro, en la zona norte del Área Metropolitana de Buenos Aires. 

Tal como anunció el intendente de la localidad, Ramón Lanús, a través de un video publicado en su cuenta de X a las 2 de la mañana, las autoridades argentinas descubrieron un túnel, de alrededor de 150 metros, debajo del empedrado que pretendía llegar hasta una sede del Banco Macro, ubicada en la calle Chacabuco al 400.

La investigación se inició en la mañana de este miércoles, cuando un conductor que estaba estacionado escuchó un ruido en el chasis de su vehículo, y comprobó que se debía a una varilla metálica que emergía entre los adoquines de la calle.

La Fiscalía ordenó entonces la excavación que dio con el túnel, y ubicó el inicio de este en un galpón a unos 200 metros del banco, donde se encontró una gran cantidad de tierra removida y máquinas de extracción, aunque aún no se pudo localizar a los potenciales delincuentes.

SAN ISIDRO: INVESTIGADORES DE LA POLICIA BONAERENSE DESCUBRIERON UN TÚNEL DE MÁS DE 150 METROS, CREADO PARA EL ROBO A LAS BÓVEDAS DEL BANCO MACRO. FRUTRARON UN NUEVO ROBO DEL SIGLO pic.twitter.com/s7NN9vKQu6

— NOTICIAS AL INSTANTE (@AhoraUltimo) August 8, 2024

La construcción subterránea estaba ubicada a una profundidad de más de tres metros bajo tierra y conectaba un antiguo taller de chapa y pintura con el banco.

Según consigna Clarín, con base en fuentes del municipio, el túnel contaba con vigas, iluminación y tubos de ventilación; todo se hizo de “manera profesional”.

Gracias a la colaboración de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, el Ministerio Público Fiscal y la Municipalidad de San Isidro logramos evitar el nuevo robo del siglo. pic.twitter.com/q5zfg2Xj4c

— Ramón Lanús (@RamonLanus) August 8, 2024

Asimismo, sospechan que se trató de “un trabajo que llevó entre seis y nueve meses”, en el que aparenta haber trabajado uno o más ingenieros. El túnel, de unos 3,60 metros de ancho, tiene paredes resguardadas con madera, vigas que iban a servir para mover bolsas y una escalera para entrar y salir.

En el taller abandonado, en tanto, se encontraron picos, palas, baldes, cuerdas, carritos y tubos de ventilación.

“Un vecino vio que había un fierro que salía de debajo de la tierra, por lo que se pudo hacer una excavación por parte de la municipalidad el miércoles a la mañana, luego de un llamado de la comisaría: había una conexión con un túnel desde donde querían entrar los delincuentes”, narró el intendente de San Isidro sobre cómo se descubrió el hecho.