Roban la “Excalibur francesa”, espada que pasó 1.300 años clavada en un risco inaccesible

La pequeña ciudad medieval de Rocamadour, en el suroeste de Francia, perdió días atrás una de sus mayores atracciones: una antigua espada conocida como la versión francesa de la legendaria Excalibur del rey Arturo.

La espada de Durandal, según la tradición local, permaneció incrustada en una roca durante 1.300 años. Pero en los últimos días desapareció misteriosamente.

Se cree que el objeto histórico perteneció a Roland, un caballero semilegendario que luchó valientemente por Carlomagno durante el siglo VIII. Ahora, las autoridades de Rocamadour han iniciado una investigación sobre la desaparición de la hoja, que fue arrancada de su lugar en la pared de un acantilado inaccesible a unos 30 metros del suelo.

Según la leyenda, Durandal era una espada indestructible y la más afilada del mundo, capaz de cortar un bloque de piedra de un solo golpe. Sus cualidades mágicas fueron descritas en un poema épico del siglo XI titulado La canción de Roldán.

Escrito en francés antiguo, el texto es la obra más antigua de la literatura francesa que ha sobrevivido al paso del tiempo. Su única copia se conserva en la Biblioteca Bodleian de Oxford, según informa The Telegraph.

La narración cuenta que el emperador Carlomagno recibió el arma de manos de un ángel antes de entregársela a su mejor soldado, Roldán, a su vez, antes de morir en la Batalla de Roncesvales, intentó romper la espada en las rocas para evitar que cayera en manos de sus enemigos, pero no logró destruirla.

La leyenda añade que el caballero, capitán de la retaguardia carolingia, arrojó el artefacto al aire y este voló cientos de kilómetros antes de caer por el acantilado de Rocamadour e incrustarse en la piedra. Ahora, la desaparición de semejante reliquia devastó a los habitantes de la región.

“Extrañaremos Durandal. Ha sido parte de Rocamadour durante siglos y no había guía que no lo señalara durante las visitas de turistas”, dijo el alcalde, Dominique Lenfant, en declaraciones al periódico francés La Dépêche.

“Rocamadour se siente despojada de una parte de sí misma, porque, aunque sea una leyenda, los destinos de nuestro pueblo y esta espada están entrelazados”, añadió el funcionario.

Ahora, la policía de Rocamadour está intentando determinar cómo alguien logró escalar 30 metros de roca empinada para robar la espada.