Fotos: Javier Noceti / @javier.noceti
Hay un pensamiento que Valeria Ripoll (41) repite cada un puñado de minutos. Podría ser un consejo de algún asesor del Partido Nacional, del propio presidenciable Álvaro Delgado, o quizás (seguramente) por motu propio: a ella la desvela cumplirle a los que confían en ella. Pero no se refiere a Delgado y esa apuesta arriesgada y personalísima de elegirla como compañera de fórmula, sino a los trabajadores y allegados que ya le dijeron que dejarían de votar al Frente Amplio (FA) para acompañarla. Por eso reitera los vocablos “desafío”, “responsabilidad” y “confianza”. Lo dice tantas veces —algunas quedaron fuera de la entrevista transcripta— que en determinado momento pide disculpas por lo reiterativa.
Lo de “desvela” es una forma de decir, porque Ripoll duerme apenas cinco horas por noche. Dice que está acostumbrada, que ya era así cuando era la titular de Adeom en Montevideo y la Federación Nacional de Municipales, cuando debía atender llamados a cualquier hora de los trabajadores o salir a recorrer el país en nombre de la federación. Ahora el “desafío” es mayor, porque ella sabe que en caso de ser electa vicepresidenta de la República el compromiso será mayúsculo. Por eso les quiere cumplir a los que dejaron las huestes frentistas para confiar en la herramienta nacionalista.
La mujer que alguna vez fue la “empleada del mes” vendiendo las hamburguesas en Mc Donald’s, por estos días es la “política del mes”: su nombre es tendencia en redes sociales, la critican y la elogian, y conforme pasaron los días desde el sorpresivo anuncio de Delgado la noche del 30 de junio, fue convenciendo correligionarios. La mujer del momento enfrenta sus contradicciones, las explica y revela sus metas.
"Soy una persona común y corriente como la mayoría de los ciudadanos de este país. Puedo entender los preconceptos, porque estuve en el FA. Estoy acá por convicción"
¿Qué cosas conservás de la mujer que hace 14 años se afilió al Partido Comunista?
Soy la misma, con más experiencia en la actividad sindical. Creo que la ilusión, capaz que no la misma ilusión de aquel momento, pero sí ilusionarme con poder hacer cosas vinculadas a lo que son mis militancias. Porque cuando yo me afilié al Partido Comunista (PCU) estaba convencida que ahí iba a poder hacer cosas por los trabajadores, que iba a ser mejor para Adeom y la verdad que después pasó todo lo contrario.
Y me afilié con la esperanza de que toda esa militancia sirviera para alcanzar gobiernos que le dieran respuestas a la gente, que tampoco pasó, y por eso terminé decepcionada y lejos de la política por un montón de años. Hoy tengo un rol diferente, pero tengo la ilusión y la responsabilidad de poder hacer cosas por la gente, mucho más en el rol de vicepresidenta que puedo llegar a tener, donde ahí sí le podría dar respuestas a gente que deposita su confianza en mí. Pero bueno, creo que esa expectativa de que realmente la política esta vez sí sea la herramienta para poder mejorar la vida de la gente.
Algunos dirigentes del PN, como el senador Sebastián Da Silva, dijeron que te faltaba “Masoller” y que ahora debías “enamorar” a los blancos. ¿Cómo lo vas a hacer?
Yo creo que ya hoy, tres semanas después, cambió un montón. Está claro que había gente que estaba muy sorprendida la noche del 30 de junio con la decisión de Álvaro. Gente que obviamente puede tener desconfianza porque no me conoce, porque más allá de que va a hacer un año que estoy en el partido y que me pueden conocer desde otro rol, les puede generar desconfianza, que sea yo (la elegida para la fórmula), con tan poco tiempo en el partido, de dónde vengo, dónde estuve. Para mí no era un problema que alguna gente dudara, porque me parece que es lo más natural del mundo.
Creo que después de que me conozcan se van a dar cuenta que soy una mujer común, trabajadora, madre, que sí, fui militante sindical y soy militante social. Soy una persona común y corriente como la mayoría de los ciudadanos de este país. Puedo entender los preconceptos, porque estuve en el FA. Estoy acá por convicción, la gente verá que no vine por otra cosa que no sea poder seguir militando por las cosas que milité siempre.
Decís que estás en este lugar por convicción. Sin embargo, dijiste la semana después del anuncio de la fórmula, en entrevista con VTV Noticias, que no estabas en el Partido Nacional por ideología, sino por personas puntuales que se habían comprometido con tu causa. Haber dicho eso te generó críticas de dirigentes nacionalistas (es claro el caso de Gabriela Fossati). Lo curioso es que 10 días, en un acto de la lista 40, te escuché decir: “Porque nosotros, los blancos”...
“Nosotros los blancos y los militantes del Partido Nacional”, dije. Yo no voy a mentirle a la gente: no soy una persona blanca de toda la vida, mi pasado no voy a negarlo y también forma parte de la persona en la que me convertí. No reniego de lo que hice. Pero sí entiendo que el Partido Nacional (PN) hoy es la herramienta para profundizar los cambios.
Y las personas por las que me acerqué son dirigentes del PN que me demostraron que tienen lo que yo entiendo que tiene que tener un político. Ojo: lo ideológico tampoco me hizo afiliarme al Partido Comunista. Yo no me afilié al PCU porque era marxista-leninista o porque quería un régimen comunista en el Uruguay. Yo me afilié al PCU porque en el entorno en el que estaba, las personas que en aquel momento militaban en el seno de Adeom tenían una propuesta para el sindicato y eran afiliados al partido y seguían discutiendo en un seccional que está hasta el día de hoy en frente a Adeom. Es más, si yo profundizara en cuanto a lo ideológico, en el Partido Nacional, el discurso wilsonista se adapta muchísimo a lo que ha sido mi realidad de militancia: su concepto sobre lo social, lo que fue una Secretaría de Asuntos Sociales en el seno del Partido Nacional (que hoy no tiene ese rol, pero que lo tuvo durante mucho tiempo), lo que Wilson pensaba sobre los sindicatos y sobre todo los dirigentes sindicales.
Hay periodistas que te vieron cantar La Internacional el pasado 1° de mayo y ya estabas en el Partido Nacional. Llama la atención…
Sí. Capaz que la gente pretende que yo me saque de encima todo lo que fui y que reniegue de lo que fui. Y eso no va a pasar. Las decisiones que tomé en mi vida las tomé consciente de que en ese momento de mi vida entendía qué era lo mejor o que iba de la mano de lo que acompañaba a lo que estaba haciendo. Todos los años que estuve en el movimiento sindical canté La Internacional. La aprendí por repetición. Capaz que La Internacional en algunos fragmentos no se condicen con lo que ha sido mi accionar, pero sí el seguir defendiendo a los pobres del mundo, o considerarme una trabajadora toda mi vida.
Yo soy una laburante. No vengo de ningún otro lado que no sea el de estar trabajando, el de ser una luchadora social y sindical. Obviamente que hay partes de La Internacional que me identifican. Yo voy a seguir luchando por esas cosas en el lugar en el que estoy hoy. Obviamente no quiero un régimen socialista para mi vida, ni para mi país. Pero lo tengo tan incorporado que hasta mis hijos sabían La Internacional y la cantaban en los actos.
Tras tus declaraciones en esa entrevista en VTV, la ex fiscal Fossati tuiteó que en las próximas entrevistas debías aclarar que compartís los valores y principios del PN y no que estabas ahí porque algunas personas fueron empáticas contigo, y que debías “tomar distancia del comunismo”. Horas después, borró los tuits, y al otro día renunció al Partido Nacional, dijo que “no todo vale”, y se unió a la fórmula del Partido Colorado. “Conozco muy bien las estrategias de los comunistas y gremialistas. Se infiltran y destruyen. Conquistan con facilidad”, dijo. Te señalaba como caballo de Troya... ¿Vas a afirmar que compartís los valores del Partido Nacional y alejarte de las ideas del comunismo?
Yo a Gabriela no la conozco más que saber quién es. No tengo un vínculo con ella. Convengamos que yo me alejé del PCU hace muchos años. No me fui ayer del Partido Comunista y al otro día me levanté y dije: “Quiero estar en el Partido Nacional”. Yo me fui muy decepcionada de la política, en el 2017. Me pasaron muchas cosas, me hicieron muchas cosas. Y me fui de la política partidaria por muchos años. Yo no participé en las elecciones pasadas. Me dediqué solo a la militancia, la sindical y la que tiene que ver con la discapacidad. No es que yo sigo teniendo ideas comunistas. Hace mucho que me fui y que no comparto nada; de hecho, combatí al PCU en el seno del Pit-CNT.
Ella no me conoce, y tiene una idea que me suena hasta bastante antigua, en esa forma de ver la política. Tampoco está bien que metan una bolsa a los comunistas con los sindicalistas. Los dirigentes sindicales no son todos comunistas. Y hay muchos dirigentes sindicales que nunca estuvieron ni estarán ni compartirán absolutamente nada con el PCU y que son dirigentes sindicales por convicción. Y voy a defender toda mi vida la existencia del movimiento sindical, de los sindicatos. Por lo tanto, me parece que fue un error lo que plantea. Y convengamos que yo dejé todo lo que era por mi decisión de estar en la política partidaria. Yo tomé una decisión que no tiene marcha atrás.
Fue una decisión que medité mucho tiempo y que no es fácil. Son 16 años de mi vida dejados ahí y estando en una zona de confort en cuanto a la responsabilidad. Entonces, me parece bastante injusto e incorrecto lo que ella plantea, pero bueno, entiendo que tomó una decisión y que hoy seguramente esté mucho más cómoda donde está.
¿Ideológicamente cómo te definís?
De centro. Soy del centro del espectro político. Y considero que el sistema que deberíamos trabajar para ir eliminando el tema de las etiquetas extremas que la gente ya no... La gente no se siente representada por esas etiquetas. Uno a veces puede coincidir o no coincidir con un partido o con ciertas decisiones y podés estar de acuerdo en otras cosas. Me parece que la gente es mucho más abierta hoy en la política, y se mueve según sus intereses o cómo ve el país. Yo considero que cada día pertenezco más a ese centro.
¿Cuáles crees que son tus fortalezas como compañera de fórmula? Te lo pregunto porque algunos analistas creen que vos podrías captar votos de la izquierda, con desencantados de la izquierda. Y otros, como Sebastián Da Silva, dicen: “Sumar personas de la izquierda no necesariamente traen votos”. ¿Qué pensás vos?
Te puedo decir que conmigo se vinieron muchísimos que son trabajadores municipales, militantes sociales, que han votado toda su vida en el Frente Amplio, que han estado dentro de la estructura del FA y cuando yo decidí que iba a estar en la política partidaria, y que iba a ser en el Partido Nacional, se vinieron conmigo. Yo no sé si en realidad voy a convencer, porque no es mi objetivo convencer a la gente. Mi objetivo es generar ese compromiso con gente que yo sé que confía en mí. Yo sé que hay gente que pertenece a colectivos que nunca fueron escuchados, que confían en que yo voy a hacer las cosas que nunca hicieron por ellos. Y en el rol de la vicepresidencia de la República, no solo tengo la responsabilidad de hacerlo, sino que tengo la oportunidad de hacerlo.
Y también, creo que hay una necesidad de digerirle las cosas a la gente en un lenguaje que entienda, porque muchas veces al político de toda la vida le cuesta un poco más esa cercanía a la gente. De plantearle por qué yo entiendo que hoy se hicieron muchas más cosas que los gobiernos del Frente Amplio, por qué entiendo que el FA utiliza a los colectivos sociales para llegar al poder y después no hace lo que podía hacer. ¿Por qué yo planteo que estoy en este partido? Porque en cuatro años, con pandemia, hizo más cosas y dio más respuestas, teniendo toda la oportunidad de poner excusas, hizo mucho más.
A mí me resulta increíble los palos que se lleva este gobierno cuando tenés el salario real más alto en décadas, cerca de 100.000 nuevos puestos de trabajo, recuperaste los puestos de trabajo perdidos, tenés más nivel de formalidad, la inflación más baja, que además beneficia los convenios salariales y lo que rinde el salario de la gente. Entonces, por momentos me resulta injustas algunas críticas que no son objetivas.
"Me parece bastante injusto e incorrecto lo que Gabriela Fossati plantea, pero entiendo que tomó una decisión y que hoy seguramente esté mucho más cómoda donde está"
Pero vos hace dos años dijiste: “La promesa de no pérdida de salario todavía no se cumplió, y la pandemia ya no puede ser la excusa, porque hay un crecimiento económico formidable, y sin embargo, no hay un reparto para todos los trabajadores. Las reformas no tienen un perfil pro trabajador. Hay una impronta antisindical clara. Es evidente que las condiciones de los trabajadores cambiaron”. Es todo lo contrario a lo que estás diciendo ahora.
¿Y qué pasó después?
¿Y en un año mejoró todo? ¿Ya no hay una “impronta antisindical” y ahora sí hay un “perfil pro trabajador”?
El gobierno se comprometió a recuperar salario antes de terminar el período. Lo hizo mucho antes. Se recuperaron los puestos de trabajo que se perdió y se generaron más.
Es lo que me pasa con la LUC… Uno no puede renegar de lo que hizo y yo normalmente no me arrepiento de las decisiones que tomo. Pero la realidad es que hoy, con la LUC aplicada, no me queda otra cosa que decir que me equivoqué. Me basé en que el Instituto Cuesta Duarte nos hizo un informe, nos dijo que el cambio en los alquileres iba a generar que desalojaran a la gente, el famoso “desalojo exprés”, que el cambio en la normativa de las adopciones iba a generar tráfico de niños, que se iba a privatizar la educación. Y hoy, con la LUC aplicada, nobleza obliga: no pasó nada de lo que dijeron que iba a pasar.
Precisamente, si vamos al eslogan de que se “privatizaría la educación pública”. Era claro que no se iba a privatizar la educación pública con la LUC…
No, pero que tenía grandes posibilidades con los cambios, supuestamente, eso podía llegar a suceder, que perdiéramos terreno con el ámbito privado. Yo en el movimiento sindical siempre confié en los informes técnicos del Cuesta Duarte. Todos confiamos, porque uno no es todólogo, ni siquiera un legislador sabe de todos los temas y tiene asesores. Entonces, quien asesora al movimiento sindical ha sido el Cuesta Duarte. Pero en este caso, yo hoy puedo reconocer que me equivoqué. Ya lo reconocí hace tiempo, en realidad, en cuanto a que nada de esos efectos había sucedido. ¿Vos ves al movimiento sindical reconociendo que se equivocó? No.
Venís de Adeom, de un sindicato fuerte. Hay quienes dicen que el Pit-CNT no es el brazo sindical del Frente Amplio, sino que el FA es el brazo político del Pit-CNT. Y hay otros que van más allá, como la senadora Graciela Bianchi o el propio Da Silva, que hablan del “FAPIT”. ¿Vos, que estuviste ahí, pensás que son lo mismo? ¿O que la central sindical ha perdido la independencia de clase?
Yo siempre lo dije desde adentro. Siempre fui muy crítica con el Pit-CNT desde adentro. Yo cuestioné mucho el homenaje a Tabaré Vázquez cuando todavía era presidente de la República, que le hizo el Pit-CNT. Cuestioné la campaña del 2019, donde el Pit-CNT actuó directamente en la campaña electoral, haciendo spots publicitarios, para no perder todo lo conquistado, llamando a votar el Frente Amplio. Yo ahí fui muy dura con la crítica. Y el Pit-CNT tiene una decisión de Congreso que no puede negar, que es estar en el mismo bloque social y político de los cambios que el Frente Amplio.
Por lo tanto, si somos parte del mismo bloque social y político, estamos juntos y la connivencia es indudable. Y lo otro que lo demuestra es el hecho de que no hay ningún dirigente sindical que renuncie a la conducción sindical por ser dirigente político. Y eso es estar de los dos lados del mostrador. Lo hicieron cuando el FA era gobierno, lo hicieron en este período, y son todos candidatos, los miembros del Secretario Ejecutivo del Pit-CNT, la mayoría son candidatos al FA. Yo no sé si etiquetar “FAPIT”, pero está claro que no tienen independencia de clase y que hay convivencia y dependencia uno del otro.
"Quien asesora al movimiento sindical ha sido el Cuesta Duarte. Pero yo hoy puedo reconocer que me equivoqué (respecto a la LUC). ¿Vos ves al movimiento sindical reconociendo que se equivocó? No"
“No queremos que nos nombre y nosotros no queremos nombrarlo”, dijo Aníbal Varela a El País. ¿Por qué tanta animadversión cuando estuviste 16 años ahí?
Hubiera estado bueno que lo hicieran antes, porque desde que me vine al Partido Nacional, los que no han parado de nombrarme son ellos: suspensión, expulsión, pasé de ser “la mejor dirigente sindical” el año pasado a ser “la peor” después que me vine al Partido Nacional. Es inexplicable cómo personas que estaban al lado mío y hablaban maravillas de mí, como el propio Aníbal Varela, hoy digan todo lo contrario. Yo creo que nunca esperaron que yo tuviera un rol importante en el PN. Cuando empezaron a verme en distintos roles con Álvaro en las conferencias, quizá pensaron que iba a tener un rol mucho más secundario, y era muy chocante ver a su dirigente quizá en un partido al que detestan, ¿no? Porque, bueno, todos ellos son militantes, muchos son frenteamplistas, otros son más radicales, pero todos han hecho política partidaria, tienen comités de base en su casa. La diferencia es que yo me fui. Les molesta el hecho de que yo dejé una vara y todos ellos pasan por debajo, porque se candidatean, militan, trabajan para su partido político, pero utilizan la estructura, los fueros, todo, de los sindicatos.
En ese perfil de Qué Pasa de El País, una fuente dijo que vos no movías gente, y por eso apelabas a los medios, porque no convocabas gente detrás tuyo.
Mirá, yo creo que Adeom tuvo su mejor momento cuando nosotros estuvimos al frente del sindicato. La lista que yo encabecé y creé tenía gente de todas las listas de Adeom, de todos los partidos conviviendo, con el objetivo de mejorar a Adeom. Firmamos el mejor convenio colectivo en 20 años, desde aquel convenio que violó (Mariano) Arana no había un convenio decente para los municipales. Presupuestamos gente, hicimos concursos, hicimos entrar a todas las mujeres que la intendencia había discriminado, cuando Adeom había mirado para el costado. Entraron todas las obreras de la lista de prelación. Le devolvimos la credibilidad a Adeom. Yo no tuve necesidad de hacerle perder plata a los municipales para que después ganaran menos de lo que habían perdido. Esa era la lógica del viejo sindicalismo, y de la mayoría de los que están hoy. Están todos ahí atornillados.
Hablando de Aníbal Varela: la IM le pidió a la Junta Departamental que le apruebe que se quede hasta los 71 años, siendo presidente de Adeom. Cumplió 70 el 27 de julio y la Junta, entre gallos y medianoches, le aprobó quedarse un año más cobrando el sueldo siendo presidente de Adeom. Normalmente a los 70 te dejan quedarte cuando es por razones de servicio, si sos un tipo imprescindible. Es algo nunca visto.
Cada vez que te entrevisté fuiste muy dura con la gestión de Daniel Martínez, pero no tanto con la de Carolina Cosse. Comprobé eso repasando cada entrevista que te hice en este medio, en radio o TV. Pero curiosamente, hace unos días dijiste que la de Cosse fue “la peor gestión de la historia en la intendencia”. ¿Cómo se entiende eso?
Lo mejor que hizo Carolina Cose en esta gestión fue poner a Jorge Mesa como director de Recursos Humanos. Se sacó el problema del sindicato de arriba. Todo lo contrario a lo que hizo Daniel Martínez, que puso a (Eduardo) Brenta, que ninguneó, violó convenios, le tomaba el pelo al sindicato. Eso fue muy inteligente por parte de Cosse y lo reconozco hasta hoy. Yo tenía una impresión de la gestión de Cosse hasta el momento de la candidatura presidencial. ¿Por qué? Porque ella primero se comprometió a terminar toda la gestión y que su prioridad iba a ser la gestión de Montevideo. No lo hizo. Se comprometió con el sindicato a hacer las estructuras de fondo, la de la limpieza, que empezó bien, empezó a escuchar, que en las fiestas de fin de año aplicó lo que le sugerimos y le fue bien, hasta el año pasado. En 2023 la gestión de Cosse se transformó en una continuidad a la gestión de Martínez. Y peor aún, profundizó la utilización de la estructura de la IM para su candidatura.
Generó la etiqueta ABC para utilizar para su campaña personal los servicios que son la obligación de la intendencia. ABC veredas, ABC deportes, ABC tal cosa... No es ABC, es lo que tiene que hacer la IM. No es algo “nuevo” o “innovador”. Entonces a mí me parece lamentable y por eso digo que es peor que la de Martínez. No solo no tuvo los resultados esperables, sino que ella se comprometió a hacer cosas que no hizo. Terminó haciendo lo mismo que Martínez en cuanto a la gestión de la limpieza, de los servicios fundamentales. Pero, además, le pasó algo que nunca pasó, por ejemplo, el conflicto de TV Ciudad con los trabajadores, diciendo: “Hay políticos de la oposición vetados que no podemos entrevistar, nos bajan línea y nos dicen lo que tienen que decir”. Profundizó cosas que ya eran graves.
Está ese concepto de que creen que van a ganar eternamente Montevideo, y ya llegó un punto que hacen cualquier cosa, no hay límite. Y lo último fue el no renunciar, especular con el resultado electoral para ver si volvía a ser intendenta un tiempito si no resultaba ser la candidata a las nacionales. Demostró que no le importó nunca la gestión de la Intendencia.
"La IM le pidió a la Junta Departamental que le apruebe que Aníbal Varela se quede hasta los 71 años, siendo presidente de Adeom. La Junta le aprobó quedarse un año más cobrando el sueldo siendo presidente de Adeom. Es algo nunca visto"
Hace un par de años celebraste en tus redes que tu hija había participado de una ocupación de un centro educativo. Ese día escribió en redes: “Hoy fue tu primera ocupación y pude estar ahí, me sentí orgullosa, de tus ganas, de tu lucha”. El PN no ve con buenos ojos las ocupaciones. De hecho, tras la LUC las ocupaciones son desalojadas por la Policía, como herramienta de lucha ha quedado bastante limitada. ¿Seguís defendiendo las ocupaciones como medida?
Las ocupaciones en mi ámbito de trabajo, en la intendencia, ya estaban prohibidas por gobiernos frenteamplistas, no por la LUC. En la misma prohibición de la ocupación, también está determinada la forma de desalojar. Yo entiendo la ocupación como un hecho político, que debe durar lo que dura en generarse un hecho político. Cuando sos un dirigente sindical al que no le importa la gente, no le importa su sindicato, y te negás a desalojar cuando viene el Ministerio de Trabajo y te da el ámbito, y buscás un enfrentamiento, es que, en realidad, tu objetivo es otro, y no la ocupación como medida de lucha.
Las ocupaciones se llevan adelante igual. Ahora, si viene el Ministerio de Trabajo, te ofrece un ámbito de negociación, tú lo aceptás, viene el Ministerio del Interior, te pide que vayas y te vas, ahí no pasa nada. No es noticia. ¿Por qué yo apoyé a mi hija? Porque ella hizo una ocupación con sus compañeros cuando la directora del liceo no les respondía a los alumnos. Hizo una ocupación y pintó bancos, arregló puertas, mejoró el liceo. Creo que la ocupación, en ese sentido, no le genera daño a nadie. El problema es cuando no la hacés con el objetivo de que genere un hecho político favorable.
¿Cómo crees que actuó el gobierno ante el Caso Astesiano, y específicamente, cómo actuó quien hoy es el candidato a presidente de la República, Álvaro Delgado?
Yo en un momento reclamé fuertemente acciones, cuando apareció lo de Astesiano. Lo hice en el programa (Esta boca es mía), porque no cabía en mi cabeza que un tipo en ese rol tuviera el poder que se decía que tenía. Porque salían un montón de cosas que, supuestamente, él había hecho. La realidad es que por los delitos que cometió está preso. No me acuerdo qué palabras utilicé, pero reclamé que el presidente o Álvaro aclararan quién es este tipo, qué nivel de poder tenía. Para mí es fundamental que si pasa algo con alguien del gobierno (en este caso no era alguien del gobierno), tiene que salir inmediatamente la cabeza del gobierno a darle explicaciones a la gente.
Dijiste: “Tú escuchás al gobierno y parece que nadie lo conocía, y estaba en un lugar importante, al frente de la seguridad del presidente. Nadie sabía que hablaba con este, y con el otro, le prometía reuniones a uno, te conseguía reuniones con el presidente”. Dijiste que era “muy bizarra” la forma en que el gobierno manejó el tema, y reclamaste que se “hiciera cargo”. “Hay que hacerse cargo de lo que le toca a cada uno, y este gobierno puso a este señor ahí”. Ahí otro panelista te señaló que el presidente ya reconoció su error al nombrarlo en ese puesto, y vos señalaste a Delgado, precisamente. “Álvaro Delgado ha salido a desacreditar a Astesiano, a minimizar su rol, cuando los chats me muestran otra cosa... Se ha dicho que él se creía más poderoso que lo que era, que poco más que era la imaginación de Astesiano, pero los chats me demuestran que el tipo sí tenía poder”.
A ver… Ahí recién nos estábamos “acostumbrando” a la filtración de chats, era algo novedoso. Ahora ya es moneda corriente. Pero la verdad es que, en ese momento, me hizo mucho ruido —no lo voy a negar—, y esperaba contundencia. Después me di cuenta que Astesiano no era nada de lo que se decía. Ya está procesado, si tiene cosas para decir, las tiene que decir en la Justicia. Yo uso mucho el término “bizarro”, habrás visto. Bueno, todo el show alrededor de esto, me parece bizarro. Hubo un momento que se esperaba todos los jueves (NdeR: día que se publica Búsqueda) para saber qué se decía, qué chat se filtraba…
En aquel momento, todas estas cosas me sorprendían, me generaban indignación. Después creo que se tomaron las decisiones correctas, se ubicó cuál era el lugar de él, quedó claramente establecido que él, en realidad, decía que hacía algo, decía que hacía cosas que después nunca hizo… Uno puede engañar a la gente diciendo que concreta reuniones con éste o con aquel, después la vida demuestra que no es así. Creo que es algo más de la personalidad de Astesiano, y cómo ha actuado.
En 970 Universal me hablaste de acomodos por parte del PN en Rocha con la Fundación A Ganar. Decías que la IM rochense cesaba funcionarios municipales, no les renovaba el contrato, pero luego contrataba a las mismas personas, para las mismas tareas, pero por la fundación con el argumento de ahorrarse el aporte patronal. Hablaste de “amiguismo” y de vinculaciones directas con familiares con el secretario general de la Intendencia. Ahora vos sos parte de ese PN. ¿Reiteraste esta denuncia en el seno del partido, para evitar que eso siga sucediendo?
Eso fue una resolución de Adeom Rocha que se hizo en el Chuy, fue una asamblea que derivó en distintas resoluciones para denunciar. Yo he cuestionado el mecanismo de ingreso a las intendencias. Lo he planteado a nivel general, porque en algunos departamentos es una fundación, pero en Montevideo, por ejemplo, son ONGs y cooperativas amigas y militantes, o contratos de servicio directo, como hacen las intendencias de Montevideo y Canelones, para disimular, porque te contrata como un servicio y en realidad, es un trabajador municipal.
Entonces, hubieras acompañado el proyecto que presentó el senador Adrián Peña, para evitar la discrecionalidad y que los empleados ingresen por concurso…
No, no lo compartía, porque ese proyecto se limitaba a hablar del ingreso de funcionarios por concurso y por sorteo, pero no hablaba de todos estos mecanismos de contratación. De hecho, yo fui por la Federación de Adeom, a la Comisión de Legislación, y dije que un titular no nos ayuda en absolutamente nada, de hecho, potencia los otros mecanismos. Porque, para evitar el engorroso concurso que lleva meses o años, si precisan funcionarios mañana, lo van a contratar por esos mecanismos que te dije, y les perdemos el rastro.
Entonces, si se va a legislar en esto —soy la primera en presentarme para colaborar—, tiene que ser con los intendentes, no como el proyecto de Peña, que lo hacía con los legisladores y los dejaba afuera. Tiene que ser algo que legisle a todo lo que tiene que ver con la función pública y municipal, porque si no, intentando arreglar, empeoramos el problema, porque tenemos más gente ingresando por esas vías y ya no las detectamos. Una cosa es el problema en la mayoría de las intendencias blancas, donde hay un ingreso directo, pero en el ingreso directo yo sé quién es, cuánto tiempo está y cuánto cobra, cuándo lo contrataron y cuándo se va. Yo le hago un pedido de informe a la Intendencia por los contratos con las cooperativas y ONGs y primero no me lo van a contestar, y segundo, andá a saber si me hago con esa información. Si se va a tratar el tema seriamente tiene que ser con las intendencias, y segundo, por todas las formas de ingreso en las intendencias, directas, indirectas o tercerizadas, y laudar cómo será el ingreso. Tiene que ser un proyecto que abarque mucho más que el titular que tenía ese proyecto.
"Lo de Astesiano me hizo mucho ruido, y esperaba contundencia. Después me di cuenta que Astesiano no era nada de lo que se decía. Todo el show alrededor de esto, me parece bizarro"
Un colega me dijo ayer: “La escuchás a Valeria Ripoll y es todo palo para el FA y palo para el Pit-CNT, pero no se le cae una propuesta”. ¿Cuáles son tus ideas fuerza de cara a octubre y noviembre?
Los periodistas me preguntan mucho por la gestión en la Intendencia de Montevideo, y yo contesto. Hay temas que son el centro de mi trabajo y lo han sido en el programa. Tiene que ver con todo lo que implica políticas sociales, desde situación de calle, pobreza, salud mental, adicciones… Lo que tiene que ver con discapacidad, ni que hablar, participé en el programa. También lo que tiene que ver con las relaciones laborales: hay que abrir un debate interesante sobre la modernización de las relaciones laborales, los cambios en el mundo del trabajo, la jornada laboral. Creo que puedo aportar desde varias miradas que no tienen que ver con la gestión de la zona metropolitana… Más allá de que pretendo también trabajar fuertemente en la región metropolitana.
¿Sos una deudora irrecuperable?
Jajaja, que yo sepa, no. Creo que tiene que ver con que categorizan porque tuve un atraso. A ver, yo tengo préstamos en mi sueldo como debe tener la mayoría de los uruguayos.
¿Entonces vas a apoyar el plebiscito que impulsa Cabildo Abierto “por una deuda justa y contra la usura”?
No, porque no le resuelve el problema a toda la gente. Es un proyecto que habla de cierto año para adelante y con un monto de deuda específica, y que, además, por cómo está escrito le va a generar gran cantidad de demandas al Estado. Vos no podés legislar para atrás y romper acuerdos. El espíritu lo comparto, me parece que hay que buscar una solución porque no puede haber tantos “muertos civiles”. Un gran paso, que no tuvo la repercusión deseada, es el hecho de que vos antes no podías comprarte una casa, no podías acceder al Ministerio de Vivienda, si estabas en el Clearing, y hoy sí podés. Hubo un cambio muy importante, porque por haber tenido algún problema en tu vida, por algún atraso, eso no significa que no pagues mes a mes el alquiler de tu casa…
Madre de tres hijos (uno de ellos, Nahuel, con TEA), jefa de casa y candidata a la vicepresidencia. ¿Cuántas horas dormís por día?
Poquitas, unas 5 o 6 horas por día. Pero estoy adaptada, porque ya la actividad de Adeom me demandaba mucho y dormía poco, porque siempre había algún problema o tenía algún viaje al interior con la Federación Nacional de Adeom.
Imaginate que sos electa vicepresidenta, y pasan los 5 años del próximo gobierno. Para febrero de 2030, ¿con qué logros te sentirías satisfecha y realizada?
Hay que construir leyes que le den respuestas a la gente, porque muchas veces no cumplen con el objetivo para el cual fueron creadas. Yo quiero legislar mucho respecto a la discapacidad. La Secretaría Nacional de Discapacidad que Álvaro plantea y estará en el programa realmente puede hacer que las cosas funcionen mucho mejor. Hay que crear la figura del asistente pedagógico para incluir a todas las personas con discapacidad en el sistema educativo y que dependa de Anep; el darle respuestas a todas esas familias que viven con angustia cuando su hijo con discapacidad va creciendo, y son respuestas que el Estado uruguayo hasta el día de hoy no da.
Hay que tener centros de recuperación de adicciones en todos los departamentos. Es un flagelo en el que se pierden hijos, se pierden familias enteras. Es un gran compromiso que tenemos que llevar adelante. Hay que trabajar fuertemente en primera infancia, y atacar el casco duro de la pobreza infantil. Si para el 2030 lo logramos revertir, te diría que se habrá atendido uno de los objetivos más importantes que tengo hoy. Quiero mejorar la vida de los trabajadores y eso se puede lograr desde la política, tomando decisiones. Si se dan todas esas cosas, vamos a tener un mejor país.
¿Sos feliz?
Soy feliz. Ahora tengo condicionada una parte de mi felicidad con los resultados del nuevo desafío, ¿no? Me haría muy feliz que la gente confíe en mí y ser vicepresidenta, y que en 2030, como me preguntabas, puedan decir que estuve a la altura de lo que esperaban.