Richard Read es uno de los dirigentes sindicales más conocidos y con más prestigio del país. Se lo respeta por los logros que obtuvo al frente de la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB) y también, más recientemente, por su actitud crítica con el sindicalismo y su defensa de la cultura del trabajo en el ámbito gremialista.
Este viernes 30 de noviembre, cuando se haga el Congreso Nacional de la FOEB, anunciará su retiro del gremio, según dijo a Montevideo Portal. "Quedo como asesor y como coordinador de los centros educativos, pero a nivel de gremio me retiro. Me retiro de la actividad en realidad con una asamblea el martes en la fábrica, donde vamos a aprobar un convenio colectivo nuevo que está buenísimo", aclaró.
"Hay que dar paso a las generaciones nuevas. Cumplí un ciclo, 40 años de fábrica, 65 de edad. En el rol de coordinador general de los centros educativos vamos a armar un instituto de capacitación en la fábrica y estamos con un proyecto de abrir una escuela de oficios para niños de 12 a 17 años en Paysandú", señaló.
Read fue parte del movimiento que formó el PIT-CNT y que convocó, el 1° de mayo de 1983, al primer gran acto de masas contra la dictadura. Desde antes de esa fecha era presidente del sindicato de su fábrica y el líder indiscutido de la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB).
Fue referente de corrientes "radicales" del PIT-CNT y el Frente Amplio en los 80 -perteneció al Partido por la Victoria del Pueblo-, y luego apoyó al astorismo y en particular al exministro de Economía Fernando Lorenzo, de quien se considera amigo desde hace mucho tiempo, como señala una entrevista hecha para Montevideo Portal por Gerardo Tagliaferro.
En aquella entrevista, Read se refirió a la famosa "bandera" de Luis Lacalle Pou y aseguró: "Esto te demuestra la sociedad que tenés: la macacada, el hacer piruetas. Abusó un poco y ya quedó como un egresado de tercer año de liceo. Yo convoco: a este botija vótenlo en el 2019, capaz que maduró un poco, o en el 24. Ahora no, todavía está verde. Si hay un viento de proa, este botija es como los barquitos del Parque Rodó: no tiene quilla. Vos precisás alguien con quilla".